Vecinos reclaman soluciones para los desperfectos y derrames de la red sanitaria desde el 1 de enero. El canal del arroyo Tinkunaku, convertido en una cloaca abierta, lleva las aguas servidas al río Arenales.
“Esta pesadilla lleva casi dos meses en nuestro barrio, porque tenemos una cámara de registro obstruida, su tapa se rompió y la planta de bombeo de líquidos cloacales no trabaja o funciona mal”, señaló ayer la presidenta del centro vecinal de Villa Juanita, Mariela Nancy Vargas, luego de formalizar una denuncia ante el Ente Regulador de los Servicios Públicos.
En la nota, vecinos afectados por los rebasamientos cloacales solicitaron al organismo que intime a la empresa Aguas del Norte a una urgente reparación de los desperfectos que exponen a decenas de familias, con gran cantidad de niños, a enfermedades infectocontagiosas.
Estela Martín fue una de las primeras vecinas en exponer la emergencia (reclamo 169786) el 1 de enero último. Sus nietos -niños y niñas con edades que van de 1 a 14 años- siguen acechados por ese irrespirable y amenazante pantanal. Hay alrededor de 50 chicos más en otras 14 viviendas anegadas con aguas servidas en la zona más baja de Villa Juanita.
“Nos cansamos de presentar reclamos a Aguas del Norte y mire las condiciones en que seguimos viviendo”, se quejó otra vecina del lugar.
Vargas expuso constancias de reclamos que se reiteraron, en todo este tiempo, sin respuestas ni soluciones. Después de la queja asentada el primer día del año, usuarios afectados en ese sector de Villa Juanita volvieron a insistir ante la empresa Aguas del Norte al menos en otras dos ocasiones: una el 10 de febrero (reclamo 1701553) y la otra el pasado miércoles 13 (reclamo 1702122).
La titular del centro vecinal de Juanita remarcó que esa entidad barrial también presentó reclamos sin ver hasta ahora soluciones, por lo que decidió insistir con la nota que ingresó ayer al despacho del director del Ente, Armando Isasmendi, con firmas de usuarios afectados.
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