Es una semana negra para la panelista de “Bailando por un sueño”, porque por primera vez sus peleas mediáticas no tuvieron que ver con una discusión por una calificación. Esta vez, el escándalo que involucra a Graciela Alfano tiene que ver con la etapa más negra de la Argentina, con militares genocidas y desaparecidos. Según versiones, la actriz habría sido amante del almirante Emilio Massera, aunque ella se encargó de desmentirlo con declaraciones que desataron el escándalo: “Cada uno decide hacer con sus desaparecidos y con sus muertos lo que le da la gana (...) Con el señor Massera no tuve ninguna relación. Tal vez fue un coqueteo erróneo, ahora me arrepiento”. Ante la magnitud del rebote mediático intentó despegarse y usó su carta emotiva: “Conozco el dolor de esta gente, por eso no me va a alcanzar la vida para pedir disculpas. Yo también estoy sensibilizada porque mi cuñado también está desaparecido desde el ‘79 y tiene tres hijos que son primos de mis hijos”.

Dolor. El cuñado desaparecido Alfano es Enrique “Quique” Pecoraro, quien se había casado con Alicia “la Polaca” Ruszkowski, hermana de Andrés, el primer marido de Alfano. Graciela se casó con Ruszkowski en 1973, cuando apenas tenía 19 años. El matrimonio duró poco, pero tuvieron un hijo, Nicolás.

Pecoraro es aún muy recordado en Mar del Plata. Había llegado a esa ciudad de la mano de Roberto Carri, un docente universitario que lo llevó a la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMP) como jefe de trabajos prácticos de Sociología General. Este licenciado en Sociología de la UBA se desempeñó como profesor entre 1971 y 1975. Además, trabajó en la ex Universidad Católica (UC) de esa ciudad. Y en tiempos de la dictadura, Pecoraro participó junto a sus compañeros de la Juventud Peronista de la toma de la UC buscando evitar el arancelamiento, lo que le valió la expulsión. Según sus amigos, su departamento de la calle Córdoba era “un ámbito privilegiado de estudio, de encuentro, de discusión, de militancia”. A Pecoraro lo secuestraron el 1º de junio de 1979 y el 11 de noviembre de ese año lo asesinan las Fuerzas Armadas. “A Quique lo mataron por ser consecuente con sus ideas. Tenía firmeza de pensamiento y de convicciones”, declaró Alicia, su mujer, el 14 de noviembre de 2009 cuando a los treinta años de su asesinato, descubrieron una placa en su honor en la Universidad. Ella también estuvo secuestrada, desde el 19 de diciembre de 1976 al 3 de marzo de 1980.

Los Pecoraro no se vieron más con Alfano, pero en Mar del Plata recuerdan que Esteban, uno de los tres hijos de Quique y Alicia, tiene una buena relación con su primo Nicolás Ruszkowski Alfano. Tal vez por eso “la Polaca” prefirió el silencio. Pero Ana, su hija mayor, habló con PERFIL: “No tenemos nada que decir. Lo que vamos a hacer es mandarle una carta documento a esta señora para que no nos mencione más. Nosotros ni siquiera éramos familia ya cuando mi papá desapareció, ella ya estaba separada. Esta señora tiene su estilo de vida y nosotros nada tenemos que ver con eso”.

Dos fiscales piden que declare Luis Ventura. Irán a la Justicia, en este caso no por esas idas y venidas de cartas documento que tanto les gusta mandarse entre famosos, sino para comprobar la veracidad de la denuncia que comenzó en el programa radial de Jorge Rial. Allí, se la acusó a Graciela Alfano de haberse apropiado de bienes pertenecientes a desaparecidos, lo que motivó a los fiscales Carlos Cearras y Luis Comparatore a investigarla. “Sin perjuicio de esta anécdota de alcoba, propia de la intimidad de los intervinientes, cierto es que se ha deslizado que la vedette habría recibido como obsequio algunos bienes que les fueran usurpados a personas detenidas en forma ilegal y clandestina durante la última dictadura militar”, explicó Comparatore.

Cearras le pidió al juez federal Julián Ercolini que cite a declarar a Gabriela Biasi, hija de un chofer de Emilio Massera, quien en la entrevista que le realizó Luis Ventura en radio La Red dijo que Alfano recibía regalos del ex almirante. Por esta razón, también pedirían que declare el periodista. Alfano, por su parte, declaró: “Mis bienes los gané legítimamente(...) Señor fiscal, venga mañana, lo espero con los brazos abiertos; estoy a disposición de la Justicia”.