En este marco, se registró incrementos del 5,96% en el total de la CBA en mayo. Así, una familia de dos adultos y dos menores que en abril necesitaba $36.730 para adquirir los alimentos indispensables, un mes después precisó sumar $2.188 más a su presupuesto para llevar los mismos productos a su hogar.

«Una cifra preocupante, el acumulado de estos 5 meses del año 2022, estamos ya en un 31,4% de incremento y que en términos interanuales arroja un incremento 61,4%, que puede ser incluso peor para el total del 2022. Si un proyecta estos cinco meses del año al conjunto, podemos tener tranquilamente para diciembre una cifra cercana al 75% de incremento de los precios en alimentos», aseveró Rodrigo Blanco, director del Isepci en Mar del Plata.

Respecto a cómo se refleja estos números en el bolsillo de las familias, aseguró: «La preocupación fundamentalmente de que aumentan todos los precios de los alimentos, de todos los rubros, por encima del incremento del ingreso familiar que tiene cualquier trabajador o titular de programa social».

«En los primeros 5 meses del años, ante un 31% de incremento de la canasta básica alimentaria, el salario mínimo vital y móvil se incrementó solo un 22%, ya pierde 10 puntos porcentuales respecto al aumento de alimentos. La AUH aumentó un 12% de diciembre a mayo, por lo cual, el poder de compra y la capacidad de consumo de este tipo de familias que perciben estos ingresos va cayendo mes a mes», agregó.

En este sentido, afirmó que «si lo ponemos en términos interanuales, en mayo del 2021 se necesitaban 14 mil pesos menos para alcanzar esta canasta básica alimentaria. Son 14 mil pesos más que ahora hay que tener para comprar los mismos 47 productos en las cantidades del INDEC determina que tiene que componerse una canasta básica alimentaria para una familia tipo de dos adultos y dos niños.»

Por último, se refirió a cómo afecta a los comerciantes estos valores: «El 90% de comerciantes que refieren los consumidores compran productos en menor volumen y que también que se vuelcan a marcas más económicas».

«También hay un importante fenómeno respecto a sus propios hábitos como comerciantes, un 35% ha logrado mantener las compras para abastecer sus comercios, pero un 65% ha disminuido las compras a proveedores y una porción muy importante también ha optado por marcas más económicas porque son las que logran vender más fácilmente», finalizó.