(...) “Veo que todo se está moviendo más. Sólo queremos que se haga justicia y que se eleve la causa a juicio, queremos saber de una vez cómo la mató y cuál fue el motivo”, manifestó Angelina, hermana de la víctima.

A casi dos meses del asesinato de Susana Leiva, su familia consideró que las pruebas “son suficientes” para elevar la causa a juicio contra Alberto Ponce, el único acusado y detenido por el crimen. No obstante, también están a la espera del resultado de las pericias realizadas en la casa de la mujer el 16 de agosto y la declaración de más testigos.

Según explicó el abogado querellante, Jorge Monastersky, los testigos podrían declarar la semana próxima mientras que también se esperará que los resultados de las pericias puedan ser “determinantes” para tener más información sobre lo ocurrido el 19 de julio.

Por otra parte, la familia de la mujer aseguró que Ponce cambió de defensa y se cree que “podría llegar a declarar” por primera vez. Sin embargo, la querella sólo se limitó a sostener que aunque se niegue a declarar, “todos los datos apuntan a él”.

“Todos dicen que Alberto Ponce va a declarar porque puso una abogada nueva y sabemos que lo hizo por algún motivo en particular”, explicó Angelina Leiva, hermana de Susana, en diálogo con Info Región. “Todavía esto no es seguro, pero es una sospecha que tenemos”, completó.

Asimismo, Angelina manifestó estar de acuerdo con las decisiones de la Justicia. Según indicó, la causa actualmente está “más movilizada” y esperan que continúe así para determinar la participación que tuvo el concubino de la víctima en el crimen.

“Veo que todo se está moviendo más. Sólo queremos que se haga justicia y que se eleve la causa a juicio, queremos saber de una vez cómo la mató y cuál fue el motivo”, añadió.

Los elementos que son objeto de investigación durante estos días fueron obtenidos tras un allanamiento en la vivienda donde Ponce convivía con Susana. El procedimiento se realizó el 16 de agosto y los investigadores retiraron diversos elementos domésticos como cuchillos, pelos y artículos de cocina.

Susana Leiva tenía 38 años y era madre de dos niños. Denunciaron su desaparición el viernes 19 de julio y su cuerpo fue hallado el 24 de julio en el pozo ciego de la vivienda –ubicada en Blanco Encalada al 200, Temperley- que compartía con Ponce. El hombre fue apresado en Constitución y los dos hijos de la víctima, de 1 y 10 años, quedaron al cuidado de la familia materna.

Los médicos forenses habían determinado mediante la autopsia que la mujer fue herida con numerosas puñaladas en distintas partes de su cuerpo, sufrió heridas punzantes, quemaduras de cigarrillo y finalmente falleció a causa de un estrangulamiento manual.