La familia de Ángeles Rawson reclamará hoy la prisión perpetua para el portero Jorge Mangeri, acusado por el intento de abuso sexual y el homicidio de la adolescente que apareció en un basural en junio de 2013. Se trata del inicio de los alegatos en el juicio oral que comenzó el 18 de febrero pasado contra el encargado acusado de "abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa agravado por haber causado un grave daño a la salud física de la víctima, y femicidio agravado por haber sido cometido 'criminis causae' (para ocultar otro delito)".

Hoy, el Tribunal Oral en lo Criminal 9 de la Capital Federal comenzará a escuchar las exposiciones de las partes, en una audiencia que se sustanciará en el sexto piso del Palacio de Tribunales y que se transmitirá en vivo, a partir de las 9.30, por la página del Centro de Información Judicial, a través del servicio "CIJ TV". 

La ronda se iniciará con la exposición de la querella, a cargo del abogado Pablo Lanusse, quién pedirá para Mangeri la pena más alta del Código Penal. Luego será el turno de la fiscalía -a cargo de Julio César Castro y Fernando Fiszer- y de la defensa de Mangeri, en manos del abogado Adrián Tenca.

Ángeles, de 16 años, desapareció el 10 de junio de 2013 cuando volvía a su casa de una clase de gimnasia, y al día siguiente fue hallada muerta en un predio de tratamiento de basura de la CEAMSE, en la localidad bonaerense de José León Suárez.

Las cámaras de seguridad de los alrededores del edificio de Ravignani 2360, del barrio porteño de Palermo -donde vivía Rawson y Mangeri era el encargado- determinaron que la menor había llegado hasta su casa. Las sospechas se cercaron en torno a la familia de la menor, pero el viernes 15 de junio, después de varias ausencias, el portero del edificio fue llevado por la policía hasta los tribunales para declarar como testigo. En medio de su declaración, tras sucesivas contradicciones Mangeri dijo "fui yo" y quedó detenido, mientras todos sus allegados insistían en su inocencia y apuntaban a la familia.

Al declarar ante el tribunal a cargo de los jueces Luis García, Ana Dieta de Herrero y Fernando Ramírez, el portero negó haber matado a Ángeles y aseguró que fue presionado por policías para autoincriminarse.