A través de un nuevo comunicado, expresaron que se contactaron con los andinistas austríacos que hallaron la documentación del andinista alemán. Aseguran que alguien colocó esa pista en el glaciar El Caballito.
En un extenso mensaje enviado a radio Manantial, expresaron que se comunicaron telefónicamente con los andinistas austríacos que encontraron los documentos de Colli. "Ellos fueron registrados en Las Juntas e incluso los (gendarmes) los acompañaron pasando por El Molle, hasta la parte superior de la Laguna Blanca, donde está el refugio. Colli también podría haber llegado allí, pero él intencionadamente no llegó ni a cubrir la mitad del camino hasta la Laguna Blanca, en El Molle. ¿Fue víctima de un engaño por parte de alguien con malas intenciones en el sur de Santa Ana?", dice el escrito.
"Mientras ascendían por la cara Este, por un glaciar con pendientes de 50 grados de inclinación y a una altura de 5.600 metros, los montañistas se encontraron casualmente en el hielo una bolsa cerrada con la documentación de Colli: el pasaporte, el control de aduanas, etcétera. Para nosotros resultaba fundamental saber si por lo menos había notas manuscritas en su interior. No fue así, no había nada. Todo lo que pudiera estar escrito a mano fue destruido sin dejar rastro, porque los autores del crimen no hablaban alemán ni lo entendían", acotaron.
"Los documentos oficiales tardaron aproximadamente un día en descongelarse hasta que pudieron ser legibles. Allí vieron el nombre de Colli, que no le sonaba a nadie, únicamente a Pablo Schlögl, de Barreal. Los documentos se entregaron adrede a la policía en vez de a la Gendarmería", agregaron.
La familia expresa que contrataron una agencia de investigadores y lograron dar con los andinistas italianos que supuestamente hallaron la mochila de Andreas Colli en la Cordillera y concluyeron que ellos nunca estuvieron allí. Además, dijeron que el alemán nunca llegó al glaciar El Caballito ya que permaneció poco tiempo en la montaña.
"En otro punto de control en Santa Ana, un gendarme ya se había percatado de que Colli carecía de equipo para el hielo. Con algún engaño ruin volvieron a obligar a Colli a desviarse de nuevo hacia ese punto. Él no quería ir a ningún glaciar y además lo tenía explícitamente prohibido. Solo con el paso de los años, a medida que se estrechaba el cerco sobre los autores del crimen, se especuló con que Colli hubiera estado en el glaciar y hubiera desaparecido allí. Pero en ese caso, como han señalado algunos especialistas, él tendría que haberse tomado su tiempo para tirar allí documentos burocráticos totalmente innecesarios en esas cotas. ¿Por qué lo habría hecho?", apuntaron.
Después de afirmar que los andinistas austríacos "actuaron de buena fe", afirmaron: "la búsqueda en el glaciar es completamente absurda. Allí supuestamente no se puede encontrar nada. De lo contrario, como en el caso de los documentos hallados, probablemente alguien los habría dejado en ese lugar meticulosamente".
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