Lo definió como el gran gestor que está necesitando la provincia de Corrientes. Y es porque tiene una mentalidad "más abierta" que la de los tradicionales administradores políticos del Gobierno que, a su entender, han fracasado. El papel del peronismo, la posible re-re de Cristina y la naturaleza de su propio compromiso político.
-Algunos analistas hablan del fin de la "era K". ¿Lo ves así?
-Néstor Kirchner recuperó para el país la idea motriz del desarrollo, reviviendo de algún modo aquella consigna de la "Argentina potencia" propuesta por Juan Domingo Perón. Kirchner intentó recuperar el potencial industrial que se había destruido, logrando un crecimiento sostenido del país sobre los principios de Perón y Evita.
-¿Y Cristina sigue ese lineamiento?
-Sigue en la misma senda de cambiar nuestra realidad. Lo hace con mucho esfuerzo. Y de hecho es evidente que la Argentina cambió positivamente, en un contexto de crisis internacional.
-Hay un peronismo anti K, o "no K" como prefieren decir algunos. ¿Qué es lo que separa fundamentalmente al peronismo oficialista del opositor?
-El peronismo que no está con Cristina sólo pretende sustituirla en la Presidencia. Pero el pueblo está con Cristina en un cien por ciento. Sinceramente, creo que a esos compañeros los guían sólo intereses personales. La mayoría de nuestros gobernadores está con Cristina, porque captan lo que sienten sus pueblos.
-¿Creés que la población valora todo eso?
-Por supuesto. Ninguno como el peronismo, ahora de la mano de Néstor y Cristina Kirchner, ha logrado los niveles de transformación y crecimiento registrados. Todos los beneficios que recuperó. Todos los programas de salud. Eso y mucho más es obra de la gestión kirchnerista.
LA GESTIÓN PROVINCIAL
-Y la gestión en nuestra provincia, ¿cómo la ves?
-No hay gestión. Veamos los resultados, más allá de las palabras. Por ejemplo, en materia de viviendas: 70 mil construidas en Tucumán, 50 mil en el Chaco. En Corrientes… sólo 4.000. Y las industrias… ¿qué industria se instaló en Corrientes en los últimos años? Sin embargo, el Presupuesto provincial pasó de 5.000 a 13.000 millones de pesos. ¿Cómo se gastó esa plata? No se sabe, porque no está nombrado el Fiscal de Investigaciones Administrativas que controla el gasto público.
-Bueno, el Gobierno provincial anuncia de tanto en tanto recomposiciones salariales, mejoras jubilatorias…
-Perfecto, puede decir todo lo que quiera. Incluso puede tener razón. Pero gobierna sin presupuesto y sin Fiscal de Investigaciones Administrativas. Nada de lo que diga se puede verificar. No rinde sus gastos en tiempo y forma.
-También el Gobierno anuncia obras…
-Por ejemplo, en el tema viviendas. Ya dije que se hicieron mucho menos que en otras provincias. Pero de las que se hicieron, se sospecha que fueron sobrefacturadas, por lo menos tres veces más que su valor real. Claro ¡así no hay plata que alcance! Eso se está investigando. Y vaya a saber si no es por eso que el Invico (Instituto de Viviendas de Corrientes) se retiró del organismo nacional de la vivienda.
-¿Quiere decir que hay muchas obras que pudieron hacerse y no se hicieron?
-En materia de Salud, el Gobierno nunca presentó proyectos. Si no, en la provincia se pudieron haber hecho más de 12 hospitales. En el Chaco se hicieron 36. ¡Se hicieron 36! El Invico no consiguió siquiera los terrenos. Indudablemente, hay una gran falta de gestión.
(Karlen hace una pausa. Mira su teléfono móvil y sonríe: recibió un mensaje de su hija Ana Lucía, de 19 años. Y lo quiere compartir con EL LIBERTADOR: "Papi, ¡estuve con el Papa!", dice el mensaje electrónico. Ella integra el contingente de los miles de jóvenes argentinos que viajó a Río de Janeiro hacia el encuentro con el Santo Padre. Hay un clima de emoción. Tras una pausa de respeto por el momento, la entrevista continúa).
UN POCO DE HISTORIA
-¿Cómo empezó tu militancia en el peronismo?
-Es una herencia que me viene de mi padre. Él estuvo preso por peronista en la época del gobierno de (Arturo) Frondizi y también tras el último golpe de estado de 1976.
-¿Cuál fue tu espacio de militancia?
-Me integré a la Juventud Peronista, trabajando junto al líder partidario de aquel tiempo, don Julio Romero. Desde la escuela secundaria ya participaba. Representando a la Juventud fui congresal nacional, hasta que vino la intervención al partido encabezada por el ex gobernador formoseño Vicente Joga.
-Algunos peronistas no identificados con el "modelo K" deciden participar por fuera del partido. ¿Por qué no seguiste el mismo camino?
-Siempre estuve y voy a estar dentro del peronismo. Si hay diferencias, hay que dirimirlas internamente, involucrarse en los debates. Nunca he perdido esa convicción, me vaya bien o me vaya mal.
-¿Aunque hayas sido postergado más de una vez?
-No tengo apuro por un cargo. Me preocupa la unidad real del peronismo, y para eso trabajo. No necesito decirlo, porque todos saben que le he dado batalla al oficialismo partidario, participando en las internas con el resultado ya conocido. Pero repito: siempre voy a estar adentro.
-Aguantás la adversidad…
-Es que yo milito por convicciones, no por un cargo ni por un sueldo. No dependo de la política para vivir.
-Además de tu profesión de médico ¿tenés alguna actividad comercial?
-Así es, tenemos una empresa familiar con mis hermanos, continuando y ampliando lo que nos dejó nuestro padre. Desarrollamos el comercio con la instalación de una barraca, además de actividades agropecuarias y madereras.
-¿Por qué a Corrientes le cuesta industrializar su producción primaria tras un mayor desarrollo?
-Hay varias causas, pero yo creo que lo que falla fundamentalmente es la conducción política de la Provincia, la falta de inteligencia de sus gobernantes. Mirá: estuve en Washington, en las sedes del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Había 6.000 millones de dólares disponibles, parte de los cuales Corrientes pudo aprovechar. Y no lo hizo.
-Hay promesas de larga data, como la llegada del gas natural…
-La distribución de gas es de rentabilidad muy baja, por lo tanto no es atractiva para los privados. Tiene que participar el Estado, constituyendo empresas mixtas en todo caso. Tampoco lo hace.
-Pero es que el sector privado tampoco invierte.
-En provincias como las nuestras es el Estado el que debe gestionar. Estuve hablando con (Rogelio) Camarasa, quien ocupa la silla argentina en el directorio del BID (Camarasa es chaqueño, fue candidato a Gobernador de la vecina provincia), y me explicaba todas las oportunidades que una provincia como Corrientes deja escapar.
-¿Cuándo se podrán aprovechar todas esas oportunidades?
-Por eso yo confío en Camau. Él las va a aprovechar. No es una mera promesa: ya lo demostró al frente de la gestión municipal. Camau no deja de golpear todas las puertas, y hasta que no logra algo para Corrientes no se cansa de hacerlo.
-¿Pero no creés que es un joven con poca experiencia, fundamentalmente poca experiencia política?
-Aunque no creas, esa precisamente es su ventaja. Para el caso que nos interesa, tiene más experiencia que muchos políticos: Camau vivió varios años en otras ciudades del mundo: tres años en Barcelona, otros cuatro años en China, en Sidney, en Estados Unidos…
-Querés decir que no se enteró por los libros, sino que vio de cerca cómo se organizan y se ejecutan las cosas en esos lugares…
-¡Claro! El proyecto de Santa Catalina es un mega plan de urbanización, casi una ciudad nueva que se fundará, tomado de urbanizaciones que se hicieron en Europa, en China, que él vio de cerca. Ese es un plus que Camau tiene respecto de cualquier otro candidato. Es una mentalidad totalmente diferente a la de los tradicionales administradores políticos correntinos.
-¿Fue Camau el que te invitó a sumarte a esta propuesta del peronismo, más allá de las internas partidarias?
-Es así. En realidad, yo tengo una amistad personal con Camau desde hace muchos años, antes de que él se involucrara en política. De todos modos insisto: Camau me invitó precisamente por su mentalidad abierta, y yo lo destaco; pero igual me habría sumado porque siempre estuve dentro del peronismo y porque además hubo una gran madurez de nuestros dirigentes: de Fabián Ríos, de Rodolfo Martínez Llano, en fin, de todos.
Quién es
Nació el 26 de julio de 1967 en Mercedes.
Tiene tres hermanos, dos mujeres y un varón.
Está casado en segundas nupcias con Lucía Gómez Lafuente y tiene dos hijos: Hernán, de 21 años y Ana Lucía, de 19.
Realizó sus estudios primarios y secundarios en Mercedes.
Sus estudios universitarios los completó en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste, donde se recibió como médico cirujano. Se especializó luego en Infectología, Medicina estética y finalmente en Medicina sanitarista.
También coparticipa junto a sus hermanos de una empresa familiar heredada de su padre.
Se identifica con el peronismo desde su nacimiento, como una herencia paterna: su padre fue presidente del Partido Justicialista de Mercedes.
Presidió la Juventud Peronista y fue congresal nacional del PJ.
Un hobby: jugar al básquet y seguir los campeonatos nacionales e internacionales de ese deporte.
Un líder mundial que admira: Nelson Mandela. De hecho, integra la organización SOS Internacional, que preside precisamente el líder sudafricano.
Obviamente que admira a Perón y a los líderes que encabezaron la tercera posición o el no alineamiento, como Mao Tsetung y otros.
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