Una de las áreas que ha estado haciendo cierto ruido dentro de la Comuna y que ciertamente podría resultar crucial en las aspiraciones reelectorales deFacundo López al frente del distrito es la de seguridad y tránsito, actualmente dependiente de la Secretaría de Gobierno que maneja Valentín Bustillo.
Desde la reestructuración impuesta en el Ejecutivo tras las elecciones legislativas del año pasado, las complicaciones en el área de seguridad han ido in crescendo, aún a pesar de los esfuerzos del subsecretario Daniel Verga, con más experiencia en la realización de controles vehiculares esporádicos que en el combate al flagelo del delito en las calles.
Prueba de ello es la imposibilidad (aparentemente inexplicable) de dar con uno o dos motochorros que se están haciendo un festín arrebatando carteras a las señoras en pleno centro; las quejas reiteradas de los vecinos frente al Casino con los ruidos de autos y motos en el playón de estacionamiento del complejo; o la serie ingente de robos a casas que se produjeron solo este fin de semana en la Villa del Deportista (se calcula que llegaron a 15 en 3 días).
Sin dudas la decisión de incorporar la Policía Local a la Departamental (extraoficialmente justificado por confusiones en la cadena de mando), tampoco ayudó demasiado y el manejo de la seguridad en Necochea quedó supeditado al contacto que pudiera tener cada tanto Verga con los jefes policiales y no mucho más.
Componiendo la situación, esta semana la Comisión de Seguridad del Honorable Concejo Deliberante se reunió para que Verga diera un pantallazo general a los concejales de lo que está pasando. Tras el encuentro la presidente de la Comisión, la concejal oficialista Paula Hernández señaló que como los vecinos no denuncian, las estadísticas dan números bajos y la provincia no destina recursos.
La estrategia de acusar al vecino no sólo pecó de torpeza política, sino que además dejó traslucir cierta ignorancia sobre el tema, algo que resultó evidente para el círculo de gente que conoce de seguridad en el distrito.
En este contexto preelectoral, con el tema creciendo a fuego lento a medida que se acerca el 2019 y sin demasiados recursos, los cambios impuestos desde fines de 2017 con la degradación de la Secretaría de Seguridad, que pasó a ser una subsecretaría dependiente de la Secretaría de Gobierno, han demostrado ser un error político que el Ejecutivo podría revisar en lo sucesivo.
Mientras tanto, más allá de las quejas de los vecinos, las denuncias no efectuadas y la evidente impericia de los responsables de encargarse del tema, incluso el personal municipal que se desempeña en el área de Protección Ciudadana y Tránsito tiene mucho para decir.
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