El presidente del PJ de San Isidro dialogó con LaNoticiaWeb y analizó el discurso anticuarentena que floreció en los últimos días. Destacó el rol de las agrupaciones políticas para tener presencia en los sectores más vulnerables.
El presidente del PJ de San Isidro y vicepresidente de la Corporación Antiguo Puerto madero dialogó con LaNoticiaWeb.
Fabián Brest destacó que “desde el PJ seguimos trabajando juntos y manteniendo un diálogo permanente en el distrito con las agrupaciones del Peronismo, con La Cámpora San Isidro y el concejal Marcos Cianni, con el exconcejal Juan Ottavis de la Juventud Peronista de Buenos Aires, con Fernanda Miño de Ctep Patria Grande que hoy ocupa la Secretaria de Integración Socio Urbana de la Nación, con la concejal María Durand y dirigentes del Frente Renovador, del Partido Intransigente y Somos, con quienes compartimos parte del Frente de Todos en el distrito”.
Además, reflexionó sobre las incertidumbres que se plantean a dos meses del inicio de la cuarentena.
¿De qué se trata su nuevo trabajo en la Corporación Puerto Madero?
En los primeros días de enero me tocó asumir como vicepresidente de la Corporación Antiguo Puerto Madero, una Sociedad Anónima y mixta con dos accionistas que son el Estado Nacional y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Se creó en 1989 para generar la urbanización del Puerto Madero, y el desarrollo de ese territorio. Está compuesto por seis directores. Tres son del Poder Ejecutivo Nacional. Nosotros fuimos designados por el Presidente de la Nación y la Jefatura de Ministros. Y los otros tres los designa el gobierno porteño.
Desde que empezaron estas medidas de aislamientos las preocupaciones fueron cambiando. ¿Qué opinión tenes hoy sobre tener una cuarentena tan extensa?
Lo que demuestra la experiencia sobre la decisión de Alberto Fernández, comparada con la mayoría de los países que priorizaron lo económico por sobre la salud, es que ha sido sumamente exitosa. Alcanza con recorrer los medios de comunicación nacionales e internacionales, para ver que esta decisión que se tomó con un grupo de infectologos, profesionales, de tener una cuarentena, nos ha permitido mejorar sustancialmente nuestro sistema de salud y preservar la vida de miles de argentinos en su conjunto. Se me vienen las imágenes de países europeos que tuvieron casos terribles, sin poder atender a sus ciudadanos, y nosotros hemos logrado con estas medidas transitar con muy pocos casos de terapia intensiva. Y, como ocurre en todo el mundo, ahora aumentarán los casos y esperemos que sea sin complejidad.
¿Cómo imaginas la etapa que viene? Se supone que esa transición va a ser larga. ¿Se piensa en lo que viene o solamente en la coyuntura actual?
En primer lugar, hay que separar las visiones políticas, especulativas y electorales de algunos sectores. Son muy minoritarios, pero hay que separarlos de la realidad que vivimos. Estamos en situaciones muy diferentes a la de algunos países europeos y otros americanos como Brasil, Chile o Perú. Los europeos están bajando la meseta, siguen con casos pero en descenso, y en ese contexto toman decisiones de apertura, que son similares a las que plantea Argentina para exceptuar actividades. De manera inteligente el gobierno nacional le dio potestad a las provincias para que tomen esas decisiones, en lugares donde no hay circulación viral. No es el caso del AMBA.
Cuando hablamos de cuarentena, la realidad no es la misma en el conurbano o la Ciudad que en el resto del país.
Para nada. Hay provincias que nunca tuvieron casos desde que comenzó la cuarentena. Y en otras hace 50 días no tienen. Ahí se fueron liberando actividades.
¿Cómo administró San Isidro la cuarentena en los sectores populares?
La mayoría de los Municipios del AMBA, no solamente San Isidro, mantuvieron una estrategia conjunta con el gobierno nacional y de la Ciudad, que permitió mitigar la curva para ganar tiempo y robustecer el sistema de salud. Nos permitió transitar este momento, donde sube la curva. En San Isidro, los últimos 15 días aumentaron los casos. Sigue la misma lógica que en la mayoría de los distritos y la Ciudad. San Isidro fue un municipio que recibió a 5 mil personas que vinieron del exterior y hubo que tener protocolos muy ajustados. Y en los barrios populares, la semana pasada se hizo un operativo de 5 días en barrio La Cava, donde existen casos que se detectaron con anterioridad. Se trabajó casa por casa, desde el gobierno bonaerense, para encontrar casos asintomáticos. Se va a desarrollar este programa en otros barrios vulnerables del distrito.
Se percibe una tregua política en el territorio. El intendente alineado, igual que otros dirigentes que gobiernan, con la gestión nacional y provincia. En Juntos por el Cambio la actitud de quienes gobiernan y quienes no gobiernan es diferente. En esa dinámica juega el Peronismo de San Isidro. ¿Hay colaboración entre los dos espacios?
Desde lo político, al igual que el presidente y el gobernador, en el medio de una pandemia donde lamentablemente mueren personas, creemos que estos no son momentos para ponernos a debatir posicionamientos políticos en los distritos. No corresponde. Más allá de las diferencias que podamos tener, hay que fortalecer el trabajo en conjunto para resolver la ayuda del estado. En esa instancia, todos entendimos que tenemos que trabajar mancomunadamente para brindar mejores posibilidades a nuestros vecinos. La discusión política y electoral vendrá en otro momento, y no ahora.
En el Peronismo hoy San Isidro tiene una relevancia importante. Uno de los dirigentes más potentes del gobierno nacional es el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero. Y en el ámbito bonaerense está Teresa García que es Ministra de Gobierno en la gestión Kicillof. Han tenido rispideces y compitieron en internas del peronismo, pero hoy ubican al distrito en un lugar de peso.
Sí. De la misma manera lo hacemos nosotros. Hemos disputado electoralmente el año pasado, y a quienes nos tocó perder en ese momento, nos sumamos a trabajar en conjunto porque el objetivo era derrotar al lastimoso gobierno de Mauricio Macri, al de Vidal en el nivel provincial. Y a Gustavo Posse en lo local, pero no se dio, es una construcción que debemos seguir realizando. Independientemente de nosotros, el lugar que debe ocupar todo peronista es donde podamos colaborar con los vecinos más humildes y necesitados en este momento. Nosotros hacemos mucho hincapié en eso, con compañeros y compañeras en distintos barrios, ayudando, con donaciones, ollas populares, comedores. Es la tarea que nos toca hoy.
¿Cómo se equilibra esta situación con aquellos que tienen un discurso anticuarentena? Estos días apareció la idea de la “Infectadura”, un término que condenó Santiago Cafiero.
Comparto las expresiones de Santiago. Es una situación donde estas posturas mezquinas, de pequeños sectores muy extremos, con discursos salidos de la realidad que hacen recordar a una derecha conservadora que en otros momentos planteaba salidas diferentes a la democracia, son cosas que no ayudan en nada. Llaman a la rebelión de la sociedad, en nombre de una libertad consagrada como derecho inalienable, que en realidad implica la libertad de no interferir en la libertad del otro. Nosotros no planteamos esa idea de salud o economía, sino de priorizar la salud. Y le decimos a la sociedad romper con la cuarentena, y hacer lo que uno quiere, pone en riesgo la vida propia y la del otro. Esas cosas no son las que necesita nuestro país. Hay que entender que estamos en una situación difícil. No estamos como Europa, bajando la curva, sino que estamos empezando la escalada. Mientras no exista vacuna o tratamiento, el aislamiento es la mejor prevención. Llamar a la rebelión es de una terrible irresponsabilidad. Sobre todo en personas que tuvieron representación política en nuestro país, y en otros intelectuales, que lo que menos hacen es pensar en el país que debemos proteger y construir entre todos en la postpandemia.
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