Hace unos años, en un acto en la ciudad de Mar del Plata, Gabriel Mariotto decía en su discurso, que si este fuera un país normal, con ciudadanos defensores de lo propio, Guillermo Moreno sería un héroe, ya que su tarea en la Secretaria de Comercio era pararle el carro a los más poderosos, presionarlos para que no aumenten los productos, y de vez en cuando, golpear algunas mesas para enfrentar a los formadores de precios.
Muchos opositores, empresarios y periodistas disfrutaron y se mofaron de su salida del gobierno para desembarcar en Roma. Clarín se regodeaba días atrás mostrándolo como "acomodador" en la Sala Pablo VI obteniendo, según el diario, un lugar en primera fila para su esposa.
Bueno muchachos, muchachas, noteros, opositores y candidatos. No lo extrañen más. Según pudo saber Mordizquito Santo, mientras hacía jueguito con El Diego de la gente en la Santa Sede, Guillermo Moreno está preparando el glorioso regreso. No será con un cargo como el anterior. Ahora el gran objetivo pasará por contribuir a mejorar y hacer crecer el PJ Capital. Menudo desafío, casi un traje a medida de un hombre que disfruta de la adrenalina de la política, y que sabe nadar en aguas turbulentas, plagadas de tiburones. En todo caso, que se cuiden los escualos, porque Guillermo los acuesta en un abrir y cerrar de ojos, y terminan en una lata de atún...
"Hay que seguir de cerca a Horacio Ghillini, el hombre fuerte de SADOP, el gremio de los docentes particulares, estuvo en la comitiva que vino por el partido del Papa, comió asado en la embajada, y fue una voz activa en la sobremesa, junto al gran Guillermo Moreno", expresó Mordizquito blanqueando su admiración por el ex secretario.
Primeros datos frescos de Mordizquito al regreso de Roma. Volvió agrandado. Ya no toma más café. Ahora pide un "ristretto". Y sigue sin pagarlo...
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