Cristina de Kirchner y Michelle Bachelet dedicaron ayer una larga reunión aquí a un primer repaso de la agenda común de los dos países en el futuro inmediato, retomando cuestiones bilaterales postergadas durante la gestión de Sebastián Piñera
Por si faltasen testimonios del interés de los dos países por progresar en las relaciones, la presencia argentina aquí es masiva. Anoche, en la cena de despedida que ofreció Piñera a los jefes de Estado y cabezas de delegación, se hizo una excepción protocolar para darles lugar a más de una veintena de argentinos, entre ellos los ministros Héctor Timerman y Carlos Tomada, varios gobernadores y legisladores del oficialismo y de la oposición. Ocuparon casi un 10% de las sillas en la cena que estaba prevista para unos 200 invitados en total en varios salones del Palacio de La Moneda (ver pág. 7).
Bachelet se instaló desde la mañana en la Academia Diplomática (la escuela del servicio exterior chileno) y se entregó a una maratón de visitas de mandatarios y jefes de delegación con quienes conversó durante la mañana y la tarde.
Se vio con el príncipe Felipe de Asturias, José Mujica, Horacio Cartes, la viceministra de Exteriores de Alemania, Maria Böhmer, el vicepresidente Biden (quien se vio a solas después con Piñera), el viceprimer ministro de Portugal, Paulo Portas, el ministro de Transportes chino, Yang Chuantang, el vicepresidente de Nicaragua, Moisés Omar Halleslevens, la ministra delegada ante el Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, Hélène Conway-Mouret, el vicepresidente de la Comisión Europea, Antonio Tajani, el director general de la OIT Guy Ryder, la administradora del PNUD, Helen Clark, y la secretaria ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena, entre otros. Lo esperó a Nicolás Maduro, pero demoró la salida y llegaría a las 3 de la madrugada de hoy, un expediente para evitar la cena de despedida de Piñera.
La reunión más larga la tuvo con Cristina de Kirchner, a quien recibió junto al futuro canciller Heraldo Muñoz y funcionarios de la Cancillería de su país con experiencia en la Argentina. Bachelet no ha dicho aún quién será su embajador en Buenos Aires.
La Presidente argentina acudió acompañada de Timerman, el embajador Ginés González García y el vocero Alfredo Scoccimarro, quienes asistieron al largo diálogo entre las dos mandatarias. El tono de la conversación fue amistoso y hasta incluyó rasgos de afecto mutuo. Hablaron de sus familias, de los hijos y hasta se preguntaron sobre si sus vástagos tienen vocación política. No se supo si el nombre de Máximo Kirchner mereció algún pasaje de la charla; sí que Cristina de Kirchner le preguntó si una de sus hijas, que estudió en Buenos Aires un posgrado en la FLACSO, trabajaría con ella durante su mandato. Bachelet respondió que si fuera así, de acuerdo con la legislación de su país, debería hacerlo gratis, sin cobrar un sueldo del Estado.
El pasaje más sustancioso del encuentro fue cuando repasaron lo que entienden son los desafíos del tiempo que viene para la gestión de la dos. La primera coincidencia fue en que los dos países tienen que avanzar en la industrialización de las exportaciones agregando valor a los commodities cuya venta al mundo sustenta la balanza comercial de los países. También ponderaron los beneficios de la integración regional. Chile no pertenece al Mercosur -se lo impide el acuerdo de comercio con los EE.UU.-, pero mantiene el rol de observador de ese sistema. También pertenece a las nuevas asociciones que se han creado en la última década -CELAC, Unasur- e intenta no apartarse de las consignas políticas de esos sellos.
En un pasaje de la charla -el más conducente del encuentro- hablaron de la integración física pendiente entre los dos países, compromiso contenido en el llamado Tratado de Maipú que firmaron las dos mandatarias en octubre de 2009 y que disparó las dos obras más importantes que tienen en proyecto la Argentina y Chile. Son los túneles que unirán a los dos países por San Juan (Aguas Negras) y Mendoza (Libertadores).
Las dos iniciativas están en el nivel de proyecto y licitación, pero ha avanzado más el de San Juan, cuya factibilidad fue contratada a un consorcio de firmas de Brasil y Suiza que entregaron el proyecto al entre binacional EBITAN. El de Mendoza es una iniciativa privada del grupo América (Eurnekian), que se prevé como una de las obras más importantes de mundo por el monto del contrato. Se trata de una multivía que unirá los dos países con rutas y trenes que enlazarán con centros de producción en el litoral argentino. Durante el Gobierno Piñera Chile no hizo mucho por el proyecto por la negativa del Congreso de ese país a avalar los créditos para pagar los estudios de factibilidad. El argumento de los legisladores chilenos es que su país no suele dar ese tipo de avales y los argentinos entienden que Chile tiene poca experiencia en emprendimientos binacionales, algo muy común en la Argentina, que los tiene con el Paraguay en Yacyretá y con el Uruguay en Salto Grande, entre otros.
El Gobierno y el grupo América no pudieron hacer avanzar mucho el proyecto por Mendoza, pero esperan que con el regreso de Bachelet gane nuevo impulso. La Argentina ha creado grupos de amistad en Chile para la causa Malvinas y otros emprendimientos con los que están comprometidos hombres de la Concertación, base formal de movimiento Nueva Mayoría que trajo de nuevo a Bachelet al Gobierno, como Eduardo Rodríguez Guarachi o Juan Gabriel Valdés. Esto crea un clima faborable para este emprendimiento en esta etapa, pese a que Bachelet alguna vez pregutó -siendo presidenta- si era conveniente comprometerse ella en una obra cuya realización no vería por el tiempo que tardará en hacerse.
Cristina de Kirchner se aloja en el hotel Hyatt de Santiago, de donde partió junto con la nutrida delegación rumbo a la cena de Piñera. El grupo de argentinos viajó en dos aeronaves. La primera llevó a ella, a Timerman, a l senador socialista Rubén Giustiniani y a Scoccimarro. El Tango 03 llevó al resto de la delegación que integran Carlos Tomada y legisladores del oficialismo y de la oposición, entre ellos Juliana Di Tullio, Ruperto Godoy, Cristian Oliva, Rubén Giustiniani, Miguel Bazze, Adrián Pérez, Pablo Tonelli, Alicia Ciciliani, Claudio Lozano, Lino Aguilar, Alejandro Abraham, Juan Marcopolus, Hernán Avoscan, Sandra Castro, José Ciampini, Ángel Rozas, Juan Carlos Marino y Diego Santilli.
Antes de salir hizo declaraciones, recibió el saludo de barras que se identificaron con su persona y la de Néstor Kirchner y también se dirigió a la prensa, a la que relató lo que había hablado con Bachelet. Dijo esto: "Recién hablábamos con la presidenta Michelle y bueno, el gran desafío es seguir profundizando la integración; me acuerdo cuando ambas firmamos el Tratado de Maipú, vamos a retomar los acuerdos que rubricamos en Maipú para profundizar esa integración, que no solamente es política, sino que también tiene y viene a expresarse en lo físico, la integración física entre ambos países que siempre han estado geográficamente separados por una mundo tan globalizado, que exige salidas de un país con el Atlántico y de otro para el Pacífico y todo lo que eso significaría en adelanto, en crecimiento. Ambas también coincidimos en la necesidad de profundizar en temas de ciencia y tecnología, de investigación y desarrollo; en fin, tenemos un lenguaje muy común porque con Michelle hemos compartido muchos momentos y ambas coincidimos también en la necesidad de que la región siga acentuando los procesos de integración, independientemente de los distintos gobiernos, que podrán tener orientaciones diferentes, pero lo importante es eso: respetar la voluntad de los pueblos, respetar los programas de gobierno, respetar las democracias y que bueno, todo siga así, porque precisamente este ha sido un período de crecimiento económico y social muy importante para toda la región y se hizo, precisamente, en el marco de respeto a las instituciones democráticas y, fundamentalmente también, al progreso económico y social de nuestros pueblos".
Terminada la cena de anoche, la delegación fue al Hyatt de donde partirán hoy temprano rumbo a los actos de asunción de la nueva presidenta chilena en el Palacio del Congreso de Valparaíso. De allí volverán a Santiago para regresar por la tarde. Cristina de Kirchner irá al almuerzo con jefes de Estado y la nueva mandataria. El resto de la delegación oficial tendrá un almuerzo con funcionarios llegado al país. Los legisladores apurarán el regreso a Buenos Aires.
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