Está detrás de una serie de sociedades que subfacturaban las exportaciones y que evitaban el ingreso de dólares al país. Compraban hacienda a precios superiores, convalidando valores más altos.
La posibilidad de intervenir el Mercado de Liniers se encuentra desde hace ya algunos días en la mesa de discusiones del Gobierno, y quienes miran con buenos ojos esta medida apuntan que de este modo se podría poner fin a las actividades especulativas que, según la mirada oficial, distorsionan el precio de la carne.
Estas maniobras, además, le impiden al Estado recaudar dólares que no son declarados en la Argentina.
En este sentido, de los primeros análisis surge que las maniobras consisten en crear empresas fantasmas a partir de la simplificación de trámites.
Estas firmas, muchas veces insolventes, realizaron operaciones de exportación de carnes a China que no liquidaban divisas y entraban los dólares vía CCL.
Otra de las variables utilizadas tenía que ver con la subfacturación de la mercadería que iba a China, que vendían a través de una empresa fantasma en Uruguay.
Desde allí le vendían a China al precio completo -u$s 4400 la tonelada-, quedando la diferencia en Uruguay que entraba al dólar blue, ya que la subfacturaban a u$s 3400.
De este modo, por cada tonelada exportada, estos operadores se quedaban con u$s 1000 en Uruguay que ingresaban mediante dólar CCL o MEP, un beneficio de $ 80.000 por tonelada.
Estas maniobras les permitían obtener una importante diferencia de dinero, con la que luego compraban más caras las vacas, obligando a la competencia ofertar también por precios mayores.
Ese incremento se trasladaba luego al precio de la carne en los centros de venta.
En este contexto, desde hace ya algunos meses el Gobierno trabaja sobre unas diez de estas firmas, e incluso a algunas de ellas se les quitó el registro como exportadoras.
A otras, en cambio, se las intimó a regularizar su situación para poder seguir operando.
Entre los casos de empresas en las que se encontraron maniobras ilícitas aparecen distintos ejemplos.
Uno de ellos es el de una sociedad que exportó carne vacuna por 2500 toneladas -entre otros ítems-, y no hay registros de que haya ingresado al país los dólares correspondientes a esa venta.
Esa empresa habría evadido cerca de u$s 50 millones, y ya había sido suspendida por el BCRA en 2016, justamente por no ingresar divisas.
Otro de los casos descubiertos tiene que ver con otra sociedad, que vendió este año 1800 toneladas, y que su gerenta tiene domicilio en la villa 1-11-14. El otro dato llamativo es que en esa dirección también figuran otras cuatro sociedades, todas con registros de solicitud para la exportación de carne.
También se dio con una firma que este año vendió al exterior 320 toneladas, que fueron subfacturadas en u$s 1000 por tonelada, es decir que en lo que va del año logró u$s 320.000.
Esta sociedad exporta a China, pero subfactura a Uruguay, a una empresa desconocida y con domicilio falso.
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