Antes de que la Cámara de Diputados intente revertir el veto presidencial contra la reforma jubilatoria, radicales expresaron su apoyo al Gobierno.
Por Fernando Brovelli
La reunión de Javier Milei en Casa Rosada con cinco diputados del bloque UCR reavivó las internas del centenario partido, en la previa de la sesión en la Cámara baja, donde la oposición planeaba sumar voluntades para revertir el veto del Presidente a la reforma jubilatoria, que preveía una actualización de los haberes previsionales, licuados por la alta inflación de los primeros meses del año.
En diciembre, ante la renovación de las bancas legislativas, la UCR comenzó a evaluar una ruptura del bloque por las dos corrientes que se debatían internamente: una que proponía mayor cercanía con el Gobierno y la otra que planteaba la necesidad de mostrar una agenda alternativa. El encuentro con el Presidente explicitó la división que ya existía en los hechos.
La foto en Casa Rosada no representa una muestra de diálogo institucional del partido con el Gobierno nacional: es un gesto de concreta cercanía de largo plazo de cinco diputados que votarán en contra del proyecto de reforma previsional que el propio radicalismo redactó e impulsó para su aprobación hace tres meses. "Rodrigo De Loredo estaba al tanto porque los propios diputados le avisaron. Él les aconsejó que no participaran pero respeta la autonomía y pluralidad de voces que hay en el bloque", señalaron desde la UCR, en la previa a un encuentro del titular del bloque con periodistas acreditados.
Otra mirada tiene el diputado Facundo Manes, quien encabeza el sector más reticente a acompañar proyectos oficialistas y consideró en sus redes sociales que "es triste que opositores quieran usar a los jubilados como moneda de cambio de una negociación política". "¿Qué cambio de junio a hoy? Tengan un poco de coherencia", agregó. En simultáneo, Manes junto a Martín Lousteau llevaron a su candidato -Pablo Domenichini- a una interna por la presidencia del radicalismo bonaerense contra Miguel Lunghi, el postulado Maximiliano Abad, actual titular del partido en la provincia más populosa del país y que fue electo senador por la lista de Patricia Bullrich.
Desde el entorno de los radicales más opositores, apuntaron especialmente contra el tucumano Ricardo Campero, haciendo circular su intervención cuando votó a favor del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones, en donde planteó que "honrar a nuestros jubilados es una obligación moral que tenemos en este recinto". Al salir de Casa Rosada este martes, adelantó que apoyará el veto presidencial: "En aquel momento yo dije 'no estoy de acuerdo que el Congreso le imponga el gasto', pero era una tema de bloque", justificó tras la reunión.
Facundo Manes.
Mariano Fuchila
A esto se suma que uno de los cinco diputados que concurrió a Casa Rosada le dijo a Ámbito: "Yo no tengo voluntad de cambiar el voto de rechazo del veto salvo que surjan hechos nuevos". Resta aguardar si las novedades tienen que ver con medidas paliativas para los jubilados, para su distrito o para él mismo.
UCR y La Libertad Avanza: una alianza posible
Los orígenes del propio Campero (Tucumán), Luis Albino Picat (Córdoba), Michel Tournier (Corrientes), Pablo Cervi (Neuquén) y Martín Arjol (Misiones) no hacen más que insinuar -tal como lo adelantó Ámbito- lo que pueden ser los distritos en donde el radicalismo y La Libertad Avanza pueden concretar alianzas en el 2025, que apunten al electorado que captó en su momento el ya extinto Juntos por el Cambio. “Hay que ser bien estratégicos con la situación de cada provincia”, señalaron para este medio desde la UCR, la semana pasada.
Al igual que lo hicieron algunos gobernadores con partidos provincialistas o incluso peronistas, la negociación por las realidades distritales está pesando en los mandatarios, que le trasladan su voluntad a los diputados. "Los gobernadores se sienten presionados por Milei. No sé por qué, si no les da nada", se quejó una diputada radical.
La última noticia fue la salida del entrerriano Pedro Galimberti, que pertenecía al sector ligado a Manes y renunció a su banca para asumir en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande. El gesto habilitó que los más alineados al oficialismo le achaquen a sus correligionarios no poder siquiera sostener un voto antes de la definición de las jubilaciones.
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