Manuel García Olano, al advertir que si bien Corrientes no es una productora tradicional, aseguró que la política agropecuaria de la Nación frenó el avance de ese cultivo que ya se practica en suelo correntino, cuando las condiciones son "más que interesantes".
Uno de los sectores más perjudicados por las políticas agropecuarias del Gobierno nacional ha sido el cultivo de trigo, a través de retenciones insostenibles, cupos y ROEs distorsivos que generan quebranto en los productores y posibilidades de buenos negocios sólo para algunos vivos", señaló el secretario de Agricultura y Ganadería del Ministerio de Producción de Corrientes, Manuel García Olano, al anunciar la Jornada Técnica de Trigo que se realizó la semana pasada en Mercedes.
"El Ministerio avanzó en el análisis de cómo afectó esa política económica a Corrientes, que si bien no es productora tradicional de trigo, hizo inviables las posibilidades de crecimiento de ese cultivo, que viene presentando resultados más que interesantes, basados en las tecnologías de producción desarrolladas durante los últimos 10 años", subrayó el funcionario, quien con énfasis apuntó:
"La expansión del trigo en nuestra provincia chocó con la irracionalidad en las políticas agropecuarias encaradas desde el Gobierno nacional".
JORNADAS
Por ese motivo, la cartera productiva correntina organizó una jornada técnico económica el viernes pasado en la Estancia Itá Cabó, Ruta Nacional 123, km 148,7, jurisdicción de Mercedes, donde se visitaron 500 hectáreas de cultivo en cosecha y se presentó un informe con los resultados productivos y el paquete tecnológico utilizado en los últimos 5 años, con exposiciones de técnicos del Ministerio y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
También técnicos de Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola presentaron modelos de margen bruto ante los distintos escenarios económicos para la próxima campaña.
Por último, Corrientes Exporta desarrolló información sobre el mercado mundial, regional y local del trigo, haciendo hincapié en el interesante nicho que significa el Sur del Brasil, que anualmente importa de la Argentina unas 600.000 toneladas de trigo para su molinería.
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