El ex presidente aprovechará el Mundial para buscar aportes de sus aliados internacionales. Asegura que esta vez además de presidente, quiere ser jefe.
Mauricio Macri prevé viajar a Qatar en los próximos días para disfrutar del Mundial de Fútbol, pero ese viaje servirá también para buscar aportes de sus aliados internacionales para su proyecto presidencial.
El ex presidente tiene pensado instalarse dos semanas en Qatar. Se descuenta que mantendrá reuniones con el emir qatarí, Tamin bin Hamad al Thani, un fanático del fútbol, amante de los elegantes bosques patagónicos y -por supuesto- millonario. Macri ya le anticipó al monarca de Qatar que será candidato a presidente el año próximo. Sos amigos y han compartido tiempo libre en Qatar y la Argentina, algunas veces junto al tenista Gastón Gaudio, cercano a ambos.
LPO reveló en 2018 esas relaciones, cuando contó que Macri había intercedido con el Emir para que su país auspiciara la camiseta de Boca Juniors. Quizás a modo de devolución de favores, el entonces presidente lo asesoró para que el extravagante Hamad comprara una estancia en una de las zonas más exclusivas de la Patagonia, muy cerquita de las tierras del magnate inglés Joe Lewis, otro de los amigos poderosos de Macri.
Días atrás, Macri le confesó al Emir que su intención es volver a competir por la Presidencia de la Argentina y que aprovechará su estancia en el Mundial de Qatar para refrescar sus contactos internacionales y buscar fondos para su campaña.
Fuentes al tanto de los planes de Macri explicaron a LPO porqué buscará aportes de extranjeros. Esta vez el líder del PRO no quiere "socios" locales que luego si es Presidente le "cobren" sus aportes de campaña. Sostiene en privado que esta vez, además de ser presidente, quiere ser jefe. "No quiere deberle nada a Héctor Magneto o Paolo Rocca", graficaron las fuentes.
Esta vez el líder del PRO no quiere "socios" locales que luego si es Presidente le "cobren" sus aportes de campaña. Sostiene en privado que esta vez, además de ser presidente, quiere ser jefe.
En paralelo a esa aventura, Macri trabaja en una estrategia para partir el radicalismo y quitarle así a Larreta su principal apoyo. Insiste con su estrategia de llevar a Carolina Losada como candidata a vicepresidenta. Hubo varios contactos por teléfono, pero -por el momento- la santafecina demora una respuesta, presionada por su asesor Julián Galdeano, para que compita por la gobernación de su provincia.
Pero mientras espera la respuesta de Losada, el ex presidente ya avanzó en un acercamiento con Rodrigo de Loredo en Córdoba, un movimiento que como reveló LPO, generó fuertes tensiones en el armado de Evolución que lideran Martín Lousteau y Emiliano Yacobbiti.
Es que De Loredo -jefe de los diputados de Evolución en el Congreso- integra el espacio que lidera Lousteau, pero este último trabaja para la candidatura presidencial de Horacio Rodríguez Larreta. Hay otra perforación en el armado de Losteau y tiene que ver con el acercamiento de Martín Tetaz al ex presidente. No es un secreto la buena relación de Macri con Jorge Lanata, conductor del programa de radio en el que Tetaz era columnista económico y que le permitió adquirir conocimiento público.
En su estrategia de aislar al radicalismo que lidera el jujeño Gerardo Morales, el ex presidente también sumó al senador mendocino Alfredo Cornejo en una movida que como reveló LPo en exclusiva, generó malestar en el radicalismo que explora su reemplazo en la jefatura del interbloque de Juntos en el Senado.
Es un caso curioso el de Cornejo, porque cuando fue gobernador de Mendoza no paraba de cuestionar al entonces presidente, pero una vez que dejó el poder comenzó a tejer un acercamiento. También trabaja Macri un acuerdo con el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdéz, quien tomó distancia de Larreta, por el acuerdo de este con Gerardo Morales, mencionado como posible vice del jefe de Gobierno.
Mendoza, Córdoba, Corrientes -y eventualmente Santa Fe- son provincias importantes por su caudal de votantes. Macri trabaja acuerdos con Rodrigo De Loredo, Martín Tetaz, Gustavo Valdéz y Afredo Cornejo. En Entre Ríos espera sumar a Atilio Benedetti, en Chubut a Gustavo Menna y en Salta a Miguel Nanni. En la provincia de Buenos Aires busca un acercamiento con Maxi Abad.
Mendoza, Córdoba, Corrientes -y eventualmente Santa Fe- son provincias importantes para la oposición por su caudal de votantes. En Córdoba, Macri tiene un liderazgo indiscutido que explica porque De Loredo se acercó al ex presidente. Algo parecido ocurre en Mendoza.
En Entre Ríos trabaja un acuerdo con Atilio Benedetti, en Chubut con Gustavo Menna y en Salta con Miguel Nanni.
Para gobernar la Ciudad de Buenos Aires quiere a Patricia Bullrich o María Eugenia Vidal, mientras que para la provincia buscar cerrar un acuerdo con el jefe del radicalismo Maximiliano Abad para que respalde la candidatura de Cristian Ritondo. En el distrito más grande del país el radicalismo todavía no mostró un candidato para pelear la gobernación y Abad viene transitando un delicado equilibrio entre Macri y Larreta.
Mientras tanto, como sostiene que no quiere socios locales y que además de volver a ser presidente quiere ser jefe, cada vez que encuentra un resquicio se encarga de ningunear a Elisa Carrió. Esta vez, Macri no parece dispuesto a estar sometido a la tutela "moral" de la líder de la Coalición Cívica.
¿Y qué pasa con Javier Mieli? Macri sostiene que por el momento le conviene tenerlo afuera de su armado y dejarlo correr para la Presidencia, pero sin perder contacto. Por eso, nunca lo ataca y le encargó a Joaquín de la Torre que lo visite todas las semanas y hasta compartan algunas actividades.
Macri cree que la mejor estrategia frente a Javier Milei es dejarlo correr sólo en la presidencial, para esperarlo en la segunda vuelta. Imagina que en un eventual balojate contra el peronismo, el economista no tendrá otra opción que apoyarlo.
"A Milei lo espero en la segunda vuelta", dice Macri en la intimidad, convencido que en un eventual balotaje contra el candidato del peronismo el economista no tendrá otra opción que apoyarlo.
Como reveló LPO en su momento, Macri valora mucho la intención de voto de Milei, que oscila entre los 12 y los 20 puntos a nivel país según las encuestas. "Los radicales miden ocho puntos y me salen carísimos, mientras que Milei está casi sólo", reflexiona en la intimidad.
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