Sus definiciones tienen la sabiduría de un hombre que ha recorrido un largo camino en la política. Alguna vez dijo que se jubilaba de ella, pero la atracción parece mutua. Rafael Galindo (66) se reconoce como un animal político y por eso, dice, está de vuelta. El ex intendente de Balcarce es una figura emblemática del radicalismo pero ahora se vuelve a involucrar en la cosa pública de la mano del PRO.  “Siento que Mauricio Macri es el hombre que puede llevar adelante la transformación que la Argentina necesita”, dispara en el comienzo de un extenso reportaje con La Vanguardia.

-¿Por qué decide volver? ¿Dónde está parado políticamente?-Mi presente es el cuento del pasado. Siempre he hablado y he explicado que los políticos tenemos una deuda enorme con el sistema democrático. Es decir, si alguna crítica hay que hacerle a la política es la falta de democracia. El ejercicio de la falta de democracia es la moneda corriente hoy en la Argentina. No tengo que explicarte por qué, donde quieras tenes ejemplos, no hay una separación de poderes, hay un dominio absoluto del Poder Ejecutivo contra todo, se rompió el legislativo, o más bien no existe y si lo hace lo hace como escribanía. Pero lo grave es la impunidad, con la dureza con la que se hacen las cosas. Nos acostumbramos a vivir sin democracia en democracia y esto es un absurdo. Esta es mi rabia y esta es mi cuenta que yo le cobro a la política y a los políticos. Yo creo que llegó el momento de decir basta, mucho más no me queda (risas), así que la decisión de intervenir en política no es desde cargos políticos, sino desde el lugar donde pueda ayudar en Balcarce a hacer una corriente o un movimiento que represente una alternativa válida y creíble. En este país hace 70 años que gobierna el peronismo por acción u omisión, nos ha prestado alguna banderita por algunos años pero siempre nos ha sacado el poder, entonces es prudente que aquellos que queremos un sistema democrático prolijo, amable, al servicio del pueblo y a cargo del Estado como hicimos siempre tenemos que trabajar en una cosa distinta porque evidentemente los partidos solos no somos oposición.

-¿Y en qué consiste esa apuesta? -Tenemos que organizar un frente de todos aquellos que no somos peronistas, con mucho respeto al peronismo lo digo “no somos peronistas”, y desde ahí construir una fuerza distinta que base su fundamento en el sistema democrático. Esto yo lo propuse hace cinco años en la Unión Cívica Radical cuando me fui del Partido a la Coalición Cívica. Yo pensé que estaba logrado, pero bueno, alguien metió la cola y no se hizo. Hoy sigo pensando lo mismo; nosotros tenemos que trabajar en organizar una fuerza que tenga la posibilidad de gobernar el país sin la posibilidad que te lo saquen a los dos años, al año o a los 6 meses. Hay que consolidar una propuesta política clara, con una acción política de cara a la sociedad, pero en un sistema democrático donde exista el debate, el debate normal, la discusión de gente normal, que no sea mi palabra la única. Entiendo que muchos peronistas no están de acuerdo con esto, pero en todo caso es un problema de los peronistas, yo respeto mucho eso, pero yo quiero hacer una cosa distinta, hay muchos que queremos hacer una cosa distinta y creo que llegó el momento.