Busca completar el álbum con presidenciables. Pesimismo y expectación en la tribu. De guardia pretoriana albertista a poner huevos en varias canastas.
Por Macarena Ramírez
Con el presidente Alberto Fernández fuera de la cancha electoral y con la sensación de renunciamiento de Cristina Fernández de Kirchner, el Movimiento Evita tiende puentes con todos los presidenciables y retrasa definiciones hasta que el horizonte aclare. Para cubrirse, manda gestos en todas las direcciones: apoyo a Sergio Massa, delegación acompañando a CFK en La Plata y una foto en construcción con Daniel Scioli. La próxima movida será en torno al 25 de mayo, cuando, esperan, haya definiciones sobre la mesa.
La organización social comandada por Emilio Pérsico y Fernando Navarro fue el brazo territorial del Presidente durante los primeros años, pero fue tomando distancia de la Casa Rosada al calor de la interna en la que se impone el universo kirchnerista y aliados. Sus dirigentes mantienen puentes de comunicación con su exadversarios, especialmente con La Cámpora de Máximo Kirchner. Se multiplican los gestos en ese sentido. El último lo dieron el jueves, cuando enviaron una comitiva a escuchar a CFK en el Teatro Argentino de La Plata.
De allí, la dirigencia de la organización se fue con la misma sensación que la mayoría de los presentes: Cristina no será candidata a presidenta. No obstante, no descarta –la tropa del Evita– que encabece la boleta de senadores nacionales por la provincia de Buenos Aires. De lo que no tiene duda, no obstante, es de que será ella la arquitecta de la estrategia electoral que defina el futuro del peronismo.
El Evita también mantiene línea con los demás presidenciables del FdT. En medio de la crisis por la disparada del dólar, exhibieron su apoyo a las medidas de Massa con una foto de la que también participaron dirigentes de la CGT, aportando para un posible acuerdo de precios y salarios planteado por el ministro de Economía.
Mientras tanto, trabaja en la confección de una foto con Scioli. Con el embajador argentino en Brasil, la dirigencia tiene una relación fluida y aceitada de larga data. Cuando Scioli fue candidato en 2015, tuvo un fuerte respaldo de Pérsico, con quien había pautado acuerdos por si llegaba a la presidencia. Sin embargo, en el Evita niegan que su apoyo esté definido. Por el momento no hay fecha para hacer esa foto, pero trabajan en eso.
“No vamos a definir nada hasta que esto avance”, afirma a Letra P un importante dirigente con asiento en el conurbano. Cree que hasta ahora hay tres nombres sobre la mesa para competir: Massa, Scioli y Juan Grabois. “Estamos hablando con todos, pero hasta que la grilla final no esté completa no vamos a definir nuestro apoyo”, agrega la fuente.
El debate al interior del Movimiento Evita está en plena ebullición. “Nos juntamos todas las semanas y debatimos cuáles son las mejores opciones, pero esto es muy cambiante y no vamos a jugárnosla por alguien todavía”, afirma otro dirigente de la mesa chica de Pérsico.
El futuro es desalentador. Hay quienes creen que en el peronismo “no hay nadie con chances de ganar” y que lo más competitivo sería habilitar una interna en las PASO, incluso si jugara Massa: creen que al ministro de Economía lo legitimaría ganar una interna. Como sea, no hay posiciones unánimes.
El próximo movimiento fuerte del Evita será en torno al 25 de mayo, cuando harán una nueva demostración de fuerza de las organizaciones sociales, aunque esperan definiciones de CFK respecto de qué hará el kirchnerismo ya que no quieren superponer actos. Esperan que para esa fecha haya definiciones sobre candidaturas.
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