La docente explicó que los cambios en las dietas cotidianas forman parte de los objetivos que busca la ley, pese a que los mismos condicionamientos económicos sean los que empujen hoy a nuevas alimentaciones: "Más allá de dar información al consumidor y advertirlo, es una herramienta que busca regular los entornos alimentarios".

La profesional, explicó que "se busca que aquellos alimentos que tengan más de un octogono negro no se distribuya en las escuelas o que no tenga publicidad dirigida a niños y niñas. Hoy nuestra alimentación está lejos de lo que era 50 años atrás, con alimentos naturales, hoy se consume todo industrializado".

Por todo esto, reveló que la alimentación de hoy ha generado trastornos a la salud de las personas cada vez más jóvenes, como por ejemplo diabetes, higado graso, insulinoresistencia, problemas de hipertensión: "estas enfermedades que eran de la vida adulta ahora empezaron a aparecer en los niños". Por todo ello, indicó que "es necesario tener un sentido crítico de nuestra alimentación, esta ley de rotulados viene a ayudar un poco con esto".

La Ley de Etiquetado Frontal busca informar la presencia de exceso de componentes que pueden ser nocivos para la salud en los productos que aparecen en las góndolas de los comercios.

Esta ley tiene como objetivos garantizar el derecho a la salud y a una alimentación adecuada, dar información nutricional comprensible de los alimentos envasados y bebidas analcohólicas para resguardar los derechos de las y los consumidores, advertir a las y los consumidores sobre los excesos de azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías y prevenir la malnutrición en la población y reducir las enfermedades crónicas no transmisibles.