Ante “Hábitat y Conciencia” recordó que las enfermedades crónicas no transmisibles representan más del 70 por ciento de las muertes en nuestro país, sabiendo que hay nutrientes críticos que predisponen a que estas se desarrollen, como las grasas saturas, sodio, azúcares. Por eso, consideró que estos nutrientes justamente deben estar identificados de manera simple en los productos, a fin de que la persona sepa que está consumiendo algo que atenta contra su salud.

“Aprobar esta ley tiene una implicancia enorme para lo que es la salud de las personas y la prevención en salud como estrategia de políticas públicas”, asentó, por lo que enfatizó que debe continuar tratándose de manera urgente por Diputados.

“El etiquetado frontal no demoniza los alimentos, simplemente le brinda la información a los consumidores respecto de lo que estos productos contienen”, explicó el especialista.

En este sentido, remarcó que necesita ser aprobado “tal como está”, respetando el perfilado nutricional propuesto por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en base a la evidencia científica, ya que advirtió que las industrias de alimentos “están realizando presión” para que los estándares sean más bajos y que determinados producto consigan no tener la advertencia haciendo creer a los consumidores que esos productos son saludables.

Finalmente, reveló que este sistema mostró en Chile que el 68 por ciento de las personas modificaron sus hábitos de consumo al poder entender con claridad la información nutricional.