La ley de etiquetado frontal vigente con aplicación gradual en la Argentina tiene como objetivo brindar información al consumidor para lograr hábitos más saludables de consumo. Eso no es poco en una masa de consumidores poco afectos a leer cartelitos en los productos, está visto que muchas veces solo buscamos marca y ahora precio sin mirar ni siquiera la fecha de vencimiento. Esto nos obligará a cambiar las costumbres de compra y tomarnos un poco más de tiempo.
Por: Luis Martínez.
Los objetivos de esta nueva legislación pasan por garantizar el derecho a la salud y a una alimentación adecuada. Dar información nutricional comprensible de los alimentos envasados y bebidas analcohólicas para resguardar los derechos de los consumidores. Pero también de advertirles sobre los excesos de: azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías para prevenir la malnutrición en la población y reducir las enfermedades crónicas no transmisibles.
Ahora bien. Cómo marcha la aplicación de esta nueva ley fue la consulta que en radio Jornada (FM 91.9) le hicimos al bromatólogo Daniel Rabino, responsable del departamento de Higiene de los Alimentos del ministerio de Salud de la provincia.
“Las estadísticas que tenemos en el país a nivel Salud dice que tenemos algunos indicadores que son señales de advertencia en cuanto a obesidad, problemas cardíacos y demás y que hay que tomar acciones. Estas acciones a nivel de organismos internacionales sugieren distintos modos uno es estos sellos de advertencia como para que la población pueda discriminar los productos que va a comprar y consumir a aquellos que consumidos en exceso van a tener un efecto nocivo sobre la Salud, pero, vamos a tener que capacitarnos. Hay un programa de capacitación parra informar a la población cuál esa primera elección que va a tener”, señaló.
“Para que tengamos una idea, a lo mejor algunos productos que vamos a consumir va a tener dos sellos de advertencia probablemente tenga un exceso de azúcares y de calorías, pero ese producto que íbamos a comprar todos en esa misma línea van a tener esos sellos distintamente de la marca y demás, y entonces, viene una primera elección que es si voy a comprar ese producto a pesar de esos dos sellos de advertencia o voy a comprar otro tipo de producto para reemplazarlo, y si lo voy a comprar después viene la decisión común que la tenemos hoy sin los sellos que es que marca, que precio voy a buscar. Lo ideal sería tratar de buscar alternativas más saludables”, sostuvo.
Rabino agregó que “como consumidores tenemos que crecer en la capacitación. Generalmente en las góndolas de los grandes súper e hipermercados y demás es poco probable que encontremos productos vencidos, no significa que tenemos que ir a comprar con los ojos cerrados, sino que tenemos que tomar el producto y mirar primero la fecha de vencimiento. Pero hay un montón de otros lugares donde compramos productos donde aparte de la fecha de vencimiento deberíamos buscar otros indicadores que nos hablen de la formalidad o la informalidad de ese producto. Cuando hablo de formalidad me refiero a todos los productos alimenticios elaborados en el país tienen dos tipos de autorizaciones sanitarias el Registro nacional de Establecimiento que es una autorización sanitaria a ese establecimiento para elaborar determinado rubro de productos y el Registro Nacional de Producto Alimenticio que es un número que respalda una autorización sanitaria para elaborar ese producto en ese establecimiento cuando no tiene esos registros no sabemos dónde ha sido elaborado, no sabemos con qué materia prima ha sido elaborado, no sabemos cuáles son los procesos, no sabemos absolutamente nada, entonces estamos arriesgando la salud comprando un producto que es informal que no ha seguido el camino de autorizaciones que corresponde. Lo importante no es pensar si tiene o no tiene un número sino lo que significa que tenga o no tenga ese número. Ese número refleja que detrás alguna autoridad sanitaria del país le ha dado una aprobación”, explicó.
“También tenemos que acostumbrarnos a leer los rótulos porque si tenemos algún tipo de alergia alimentaria allí está destacado todos los ingredientes en negrita lo que es una advertencia para las personas que tienen algún tipo de esas alergias, y en los productos informales no hay nada que nos garantice esa información”, agregó Rabino.
La adopción de las mejores prácticas en etiquetado frontal de advertencia nutricional en más países de las Américas puede ayudar a reducir las enfermedades no transmisibles relacionadas con la mala nutrición, como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, la presión arterial alta y algunos tipos de cáncer, según un estudio reciente liderado por investigadores de la Universidad de Nevada, Reno y la Organización Panamericana de la Salud.
El estudio, publicado en Lancet Regional Health Américas, examinó la evolución de dichas políticas en la Región de las Américas.
Mejoras al sistema de etiquetado frontal nutricional incluyeron etiquetas de advertencia más grandes, fondo contrastante para una mejor visibilidad, uso de la palabra "exceso" en lugar de "alto en" para mejorar la comprensión y la adopción del modelo de perfil de nutrientes de la OPS para definir mejor los umbrales para los nutrientes.
En la Región de las Américas, los 35 países miembros de la OPS han considerado el etiquetado frontal nutricional, 30 países han introducido formalmente un etiquetado, once han adoptado uno y siete (Argentina, Chile, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela) han implementado uno.
“El etiquetado frontal de advertencia nutricional ha evolucionado en las Américas para brindar la mejor opción a las poblaciones”, señaló el doctor Fabio Da Silva Gomes, coautor del estudio y asesor regional de nutrición y actividad física de la OPS.
“Las lecciones y la evidencia acumuladas han llevado a los países a alcanzar la excelencia regulatoria mediante la adopción de etiquetas de advertencia octogonales junto con el modelo de perfil de nutrientes de la OPS para proteger y promover la alimentación saludable y la salud pública."
Los productos con exceso en grasas, azúcares, sodio y calorías de las grandes empresas deberán elaborarse con el sello correspondiente, lo que si bien marca el inicio de su aparición en las góndolas no implica que estarán repletas de ellos porque se trata de un cambio progresivo que contempla la comercialización hasta agotar stock de lo fabricado antes de los plazos fijados para cada etapa.
La normativa comienza a regir a partir del próximo 20 de febrero, sin embargo, ya se observan en las góndolas productos que la cumplen.
A tener en cuenta:
Las nuevas etiquetas ya no podrán contar con personajes para incentivar el consumo.
Los objetivos de la Ley de Etiquetado Frontal
El objetivo es garantizar el derecho a la salud y a una alimentación adecuada de la población.
Se busca fomentar la alimentación saludable, brindando información nutricional simple y comprensible de los alimentos envasados y bebidas analcohólicas.
Mediante el proyecto de ley, las autoridades buscan que las empresas sean más precisas con la información nutricional de cada uno de sus productos
Es decir, la cantidad aceptada de azúcares añadidos, grasas totales, grasas saturadas, sodio, edulcorantes, y calorías.
Bien amigos está dicho. Además del precio deberemos empezar a tener en cuenta otra información a la hora de comprar un producto para bien de la salud de nuestro bolsillo y de nuestro organismo.
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