La pretensa jugada del intendente es fraccionar la oposición, es decir, que en el abanico de boletas opositoras la oferta electoral sea más caudalosa y de variados colores intentando que el porcentaje de votos que no lo acompañan, se divida en la mayor cantidad de partes posibles.

Esta maniobra política también tendría como finalidad que en el hipotético caso, (a esta altura de imposible materialización, de acuerdo a los indicadores electorales y encuestas recientes) de lograr ingresar un concejal por el Denarvaízmo, seria automáticamente oficialista, y de este modo no perder representación, mayoría, y control en el Concejo Deliberante,

Recordemos que en estas Elecciones se eligen siete concejales que ingresaron en el 2009, de los cuales el oficialismo tendrá que renovar tres, aunque hoy a esta altura, los números indican que solo podrán ingresar dos es decir que perdería uno de la elección del 2009, quedando 5 concejales a ingresar para los espacios opositores, que incrementarían una representación mas y con ello posibilidad (si así lo deciden) de controlar el órgano legislativo local.

La lista del Denarvaísmo- Etchevarren, estaría compuesta por su asesor político Marino Cid quien la encabezaría y también la integrarían vecinos que pertenecen a la UCR pero que responden al jefe comunal.

La radiografía electoral para el intendente sería la siguiente: Irá a las elecciones con la boleta del frente electoral que por el momento lo componen la Coalición Cívica, UCR y FAP. No permitirá que la UCR local presente candidatos propios pues controla este partido a través de algunas de sus autoridades principales ya que de no ser así le restarían votos y tratará de fraccionar el voto opositor con la aparición del Denarvaísmo a través de un hombre de su riñón y confianza como lo es el Dr. Marino Cid.

Etchevarren es conocedor y aplicará un viejo principio político, DIVIDE Y REINARÁS. Para ello tratará de fraccionar la oposición, con "opositores, no tan Opositores".