Mossack & Fonseca tiene sede en Panamá y jugó un rol decisivo para armar la ruta del dinero K y mantenerla oculta.
El estudio panameño Mossack & Fonseca (MF) cumplió un rol clave en la ruta del dinero K al crear 148 empresas fantasmas en Las Vegas, EE.UU. para la empresa suiza Helvetic Services Group, la compradora de “La Rosadita” y guardar, hasta ahora, el secreto del verdadero dueño. MF no solo constituyó esas firmas de pantalla, si no que armó a la empresa fantasma Aldyne –la administradora o madre de esas 148 de Las Vegas- en las islas Seychelles. Una buena parte de esas empresas fueron armadas por un pedido de Helvetic al estudio jurídico del presidente de Peñarol de Uruguay, Pedro Damiani, quien trasmitía la solicitud de la suiza a MF.
Clarín reveló el rol de MF en septiembre del 2013 y en la causa del juez federal Sebastián Casanello y del fiscal Federico Marijuán ya están nombradas todas estas empresas y maniobras pero, hasta ahora, sus responsables no fueron llamados a declaración para que revelen quiénes están detrás de esa operatoria de dinero negro, evasión de impuestos o compra de propiedades inmuebles. Es más Marijuán pidió la indagatoria del cordobés Néstor Ramos, el director de Helvetic y dueño del 33 por ciento de las acciones de esa empresa suiza que maneja fideicomisos, pero el juez hasta ahora no aceptó el pedido. Ramos debería explicar quién es el dueño del otro 66 por ciento de Helvetic, también. Los dueños de MF son Ramón Fonseca Mora, un escritor y ex candidato a vice panameño y el alemán Jurgen Mossack.
La empresa controlante de la cadena de firmas fantasma que esconden al dueño real de “La Rosadita” se llama Aldyne y está integrada por los directores Gianpiero Addis Melaiu y la abogada panameña Leticia Montoya, conocida en la Argentina por haber intervenido, en los noventa, en la millonaria sucesión del estanciero cordobés Juan Manubens Calvet a través de la empresa fantasma Helder Management Inc con sede en la isla Niue.
La investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) también reveló que el presidente Mauricio Macri también figura en una empresa creada por MF, firma de abogados panameños que tiene una larga trayectoria en la creación de esta tipo de empresas off shore para políticos y empresarios latinoamericanos y dictadores de todo el mundo. En el plano internacional, Mossack Fonseca intervino en el escándalo del ex presidente de Nicaragua Arnoldo Alemán, etiquetado por Transparencia Internacional como uno de los diez líderes más corruptos de la historia. Se lo acusó de lavar no menos de 54 millones de dólares y luego fue condenado.
Otra intervención fue en el caso de César Almeyda Tasayco, jefe de inteligencia del ex presidente del Perú Alejandro Toledo. Almeyda Tasayco terminó en la cárcel.
En Uruguay, el ex candidato presidencial colorado Pedro Bordaberry habría usado una empresa fantasma de Mossack para esconder un arrendamiento polémico de un terreno. En Montevideo, una de las representantes del estudio panameño Mossack Fonseca es la uruguaya Odile Frederik.
En España, el ex juez Baltasar Garzón descubrió en el llamado caso Gürtel una red de corrupción en 2009 entre altos dirigentes del Partido Popular (PP) en la que participan empresas off shore creadas por el estudio panameño
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