En el gabinete crece la preocupación por el desgaste de la imagen en el primer mes de gobierno y el retaceo de gendarmes de parte del gobierno Nacional.
Los resultados de la reunión entre las autoridades máximas de nación y provincia por el tema seguridad cayó como balde de agua helada en varios funcionarios locales que esperaban ansiosos el anuncio de refuerzos de agentes federales ante la nueva ola de homicidios que conmueve a Rosario y la ciudad de Santa Fe.
La cifra de crímenes en el Gran Rosario en los primeros 18 días del año asciende a diecinueve y amenaza con superar las estadísticas de los peores años del socialismo si esta tendencia continúa. Este sábado, se registraron dos homicidios en la ciudad y otro en Puerto General San Martín.
La incomodidad por la falta de resultados en la materia empezó a contagiarse entre los funcionarios del gabinete quienes observan que no hay una estrategia clara de parte del Ministerio para frenar la violencia.
La tesis principal de Marcelo Saín, titular de la cartera, apunta a la connivencia de elementos policiales, alguno de alta jerarquía, con las violentas bandas narcos que se disputan el territorio. La mayoría del arco político coincide con el diagnóstico del ministro pero critican los métodos para revertir la situación.
Además, el gobierno dio mensajes contradictorios respecto al arribo de agentes federales a la provincia. Tras el asesinato de un gerente del Banco Nación en un atentado ejecutado por un lugarteniente de Los Monos al Casino City Center, las autoridades máximas de Seguridad insistieron durante toda la semana pasada en medios locales que Nación enviaría refuerzos de Gendarmería, Policía Federal y Prefectura.
Víctor Sarnaglia se apuró a adelantar el lunes que el gobierno de Fernández enviaría tres mil efectivos. El secretario de Seguridad Pública, Germán Montenegro, aventuró el desembarco de 2.500 uniformados. El propio Omar Perotti declaró que el refuerzo de nación "está garantizado".
Con el correr de las horas, fuentes del Ministerio que conduce Sabina Frederic le confirmaron a La Política Online que no había ningún plan para aumentar la cantidad de federales en Santa Fe lo cual se terminó de confirmar en la reunión entre Fernández y Perotti quienes anunciaron mayor coordinación entre los dos niveles pero evitaron hablar de refuerzos.
[Frederic confirmó que retacea el envío de gendarmes a Rosario]
El anuncio oficial dejó sabor a poco a varios integrantes del gabinete santafesino que empezaron a plantearse la pregunta evidente: si en la policía local no se puede confiar, con qué fuerzas se va a intervenir en el territorio y lograr "la paz y el orden" que se prometió en la campaña.
Un funcionario de altísimo rango del área de Seguridad y en tono de confesión, brindó su reflexión a LPO: "hay que ser sinceros: hasta el momento estamos más preocupados en la purga a la policía que en perseguir a los delincuentes. Y los muchachos azules lo votaron a Omar porque estaban cansados de tener el estigma que les dejó el socialismo: toda la Policía santafesina es corrupta o inútil".
[Saín relevó al jefe de la policía de Rosario por la ola de homicidios]
Tampoco entienden la falta de colaboración de la ministra Frederic siendo que comparten el encuadre ideológico e intelectual sobre las políticas de seguridad. Allegados a la Rosada comentaron que la funcionaria ya había comunicado su decisión a varios gobernadores y la mantuvo con firmeza frente a Omar Perotti y el Presidente: "ni un Federal más".
"Tenemos el apoyo de los intendentes de las dos ciudades más grandes y que más sufren la violencia. Y ambos son del Frente Progresista. Vinimos buscando 3000 agentes y nos vamos con lo mismo", comentaba un segunda línea de alto peso dentro del gabinete.
Tenemos el apoyo de los intendentes de las dos ciudades más grandes y que más sufren la violencia. Y ambos son del Frente Progresista. Vinimos buscando 3000 agentes y nos vamos con lo mismo
Sin embargo, nadie se atreve a hablar aún del reemplazo de Saín a sabiendas que el mismo Perotti lo avala totalmente pero tampoco hacen fila para defender lo actuado. Más allá de alguna declaración pidiendo absoluta reserva de sus nombres, ministros ni legisladores han salido a brindarle apoyo explícito a Saín.
Por otro lado, la posición de varios senadores provinciales corre en sentido contrario. Los legisladores aducen tener una buena relación con la policía de sus localidades y dudan que el envío de los federales resuelva la gravedad de la coyuntura.
El razonamiento de los jefes policiales, muchos de ellos con poco diálogo con Saín, tiene un sentido práctico: "ni por números ni por el conocimiento del terreno los gendarmes van a poder solos". En este cuadro de situación, también desde el Gobierno admitieron que es imperioso volver a encauzar el respeto entre la Policía y las autoridades políticas.
"Una cosa es el mando natural y otra es tener al yugo a los muchachos. Les guste o no, nosotros no queremos mandar el mensaje de ser enemigos", adelantó un Ministro de otra área. Bajo esa premisa, la gestión Perotti buscaría, a partir de esta semana, abrir un canal de diálogo con los uniformados que se aleje del clima turbulento de los primeros 30 días de gobierno.
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