Le disputarán la Convención provincial y los diputados nacionales. Cómo se armarán las listas.
Tras la victoria en la Convención de Gualeguaychú, Ernesto Sanz empezó a diseñar la estrategia para armar listas comunes con el PRO en todo el país y su primer objetivo será apartar a Ricardo Alfonsín, un escollo para la construcción en la provincia de Buenos Aires.
El sábado, el mendocino prometió que al momento de definir las nóminas cuanto menos se conservarían las bancas nacionales en juego, o sea, 14 en Diputados y 9 en senadores.
Pero por estas horas ya hablan de exigir al menos un lugar más en Buenos Aires y lo que puedan donde no haya nada en juego, como Tierra del Fuego o Santa Fe, que elige 3 senadores y 12 diputados.
Quien tenga algún problema con las listas locales está en su derecho a presentar una propia sólo con ser afiliado radical, pero con un restricción: sólo podrá engancharla a la boleta de Ernesto Sanz y enfrentar a otra pegada también a la de Mauricio Macri.
Una competencia que nadie quiere, porque las listas únicas pasarían directo a octubre y las otras sólo podrían colar alguien en las listas si obtienen un piso de votos que debe definir el frente, o sea, Sanz, Carrió y Macri.
La clave de la victoria del sábado fue justamente el aporte de muchos líderes locales que temieron enfrentar listas de legisladores pegadas a Macri y a Sanz.
Lo advirtió en gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, quien hasta el viernes pedía la unidad y cuando vio como que no era posible volcó sus diez convencionales a favor de pactar con Macri. No sea cosa que tenga rivales inesperados.
Situación parecida sintieron los rionegrinos que torcieron su voto a último momento y tres intendentes de la provincia de Buenos Aires: Facundo Castelli (Puán), Daniel Hirtz (Adolfo Alsina), Luis Cellillo (General Alvear). Perdidos pro perdidos, ninguno quiso arriesgar que le plantaran una lista PRO.
El caso Alfonsín
Buenos Aires tiene varios problemas para los ganadores de Gualeguaychú. Concentra el 40% de los votos, tiene elecciones simultáneas con la Nación, aún no definió su marco de alianzas y el presidente del Comité bonaerense es Alfonsín, principal opositor al PRO.
Pero su control del partido pende de un hilo tras haberse quedado sin quórum en la Convención provincial del sábado 7. Ahora junta los votos para llegar el 11 de abril, aunque pocos creen que se hará el rebelde. “Ricardo no va arriesgar y avalará lo actuado por la Convención Nacional para evitar rebeldías”, confiaron a LPO fuentes del partido.
Su principal rival es Federico Storani, quien levantó el perfil después de su protagonismo del sábado y podría no conformarse con un alineamiento de la provincia a la pauta de alianzas nacional.
En su entorno hablan de sumar mayoría en la Convención provincial y controlar desde allí las listas de legisladores bonaerenses, que si no dan ese pasó Alfonsín podría definir a gusto junto al cobismo.
El radicalismo tiene variantes que sólo se explican por cuestiones personales: Cecilia Moreau, hija del ahora kirchnerista Leopoldo, ayudó a Storani a bloquear la Convención provincial y el sábado fue a Gualeguaychú a colaborar con Ricardo y Gerardo Morales. Su aporte fue escaso: no logró torcer el voto de su ex amiga Vilma Baragiola, con chances de ganar en Mar del Plata.
Alfonsín tiene una disputa histórica con Moreau y Sotorani. Recién pudo desplazarlos del Comité provincia en 2010 y desde ese momento les restringió al mínimo su participación.
El otro actor de la UCR bonerense es Gustavo Posse, un talibán macrista que viene pisando fuerte: contribuyó a frenar frenó la convención provincial a Alfonsín y torció varios votos el sábado a favor de Sanz. Es uno de los interesados en quedarse con el control del partido junto a Storani.
Fredy fue el artífice del triunfo de la Convención junto a Enrique “Coty” Nosiglia, Facundo Suárez Lastra y el puntano Walter Ceballos, encargados de puntear uno a uno los votos.
Este grupo no se quedará afuera de la mesa de partidos que subscribirá los próximos días los principales aspectos del acuerdo, entre ellos el armado de las listas.
Sanz aclaró en su discurso que cada jefe provincial estará en la mesa de debate por las candidaturas de provincia. “¡Yo no me imagino el armado de listas en Corrientes sin Ricardo Colombi al lado!”, gritó y de paso le agradeció sus votos.
No aclaró una cosa: los frentes nacionales arman su reglamento y designan apoderados capaces de controlar las variantes de las boletas. Son los que pueden acorralar a Alfonsín, quien ya largo´la campaña de Miguel Bazze y tras la victoria entrerriana Posse pidió bajarla.
En Buenos Aires la UCR sólo pone en juego la banca de Bazze y la de Eduardo Santín, ahora convertido en radical K. En la UCR hablan de obtener alguna más y darle poco o nada a Alfonsín, uno de los primeros objetivos de los radicales macristas.
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