El gobierno provincial recibió un golpe político muy duro: el jefe comunal de la Capital de Mendoza, el primer edil, Rodolfo Suárez, llamó a eleccionesPrimarias Abiertas (PASO) para el 22 de febrero, antes de la Fiesta Nacional de la Vendimia. Los radicales nunca perdieron la intendencia desde 1983 y -a pesar de  que el resultado de la última elección no fue tan bueno como se esperaba, con la irrupción del FIT y su discurso disconformista- nada les indica que puedan perderla esta vez. Si ganan, el mayor escenario político del año electoral 2015, la Vendimia, será de los radicales. Y al anfitrión, Francisco Pérez, que hace todo lo posible para que esa fiesta sea "la mejor de todos los tiempos", la última de su paso por el Sillón de San Martín, se le podría volver una pesadilla si el papel de la oposición logra cambiar el humor social.

Suárez es un edil a cargo de la Intendencia, no el intendente. Tiene que revalidarse en ese cargo y eligió hacerlo con el voto popular, y no con el de sus pares del Concejo Deliberante. Llegó allí tras la muerte de un verdadero "cacique", Víctor Fayad, y pocos opositores internos fueron tiempistas y previsores: él les ganó la partida y se instaló en una posición de gestión difícil de volverla objeto de disputa partidaria.

Pero Suárez no dio puntada sin hilo. Además de tomar los recaudos legales que mantienen mareados a los miembros de un gabinete provincial que le han respondido "a tono personal" y que aguardan que este lunes Francisco Pérez asuma la conducción partidaria para que analice los pasos a seguir, el radical, antes de hacer su anunció, manejó encuestas comparativas.

Allí apareció otro hilo que muestra un quiebre: en la campaña se esforzaron por mostrar un radicalismo capaz de unir a figuras tan enfrentadas como el fallecido jefe comunal, Julio Cobos, Alfredo Cornejo y las huestes del ex intendente y gobernador Roberto Iglesias. Aparecieron amontonados pero no homogéneos.

Hoy Suárez, con un sondeo realizado por el mismo profesional que trabaja para el intendente de Godoy Cruz, Elbio Rodríguez, y al que tuvo acceso MDZ -aunque no pudimos contrastar sus datos con autoridades municipales-  puede respirar tranquilo. 

- En síntesis, no solo más del 54 por ciento de los vecinos aseguraron quegestiona la Municipalidad de Mendoza "igual de bien" que Fayad, sino que casi un 23 por ciento cree que "lo está haciendo mejor".

- Mientras en septiembre la evaluación de la gestión comunal reunía un 53% de "bueno o muy bueno", hoy esos conceptos suman nada menos que 77%.

- Aunque el electorado, en principio, se manifestó poco convencido de separar las elecciones de las provinciales y nacionales, Suárez recogió una cifra superior al 55% de "voto de confianza" como aspirante al cargo.

- La encuesta coincide en un punto con otra, realizada por Martha Reale. Es en el punto referido al respaldo o buena percepción del gobierno nacional del kirchnerismo. Mientras que a Reale el porcentaje de apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue de 38% en toda la provincia, en este sondeo supera levemente el 37%, aunque pareciera que esa buena evaluación no es transferida por los votantes a los candidatos del sector para la Intendencia.

¿Son las encuestas sectoriales un "canto de sirena"? De serlo, lo son para cada uno de los sectores. Pero nadie de la oposición en Capital, hasta ahora, ha exhibido, filtrado o comentado alguna que le dé chances de ganar.

Una encuesta publicada este domingo por el diario porteño Página/12 abona la teoría del triunfo radical.  Según Roberto Bacman, titular del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), "lo más problemático para el oficialismo y para la imagen presidencial son las grandes ciudades: Capital, Rosario, Córdoba,Mendoza, pero en las segundas ciudades y en los cordones, la imagen presidencial es fuerte.”

Pero hay otros datos a tener en cuenta. La disconformidad con la que se votó en las últimas elecciones, sin embargo, sigue latiendo. La opción "ninguno" está presente en segundo lugar a la hora de preguntar por los candidatos a la Gobernación y, como se sabe, esa cifra se trasladará, en todo caso, a quien represente la rebeldía antipolítica.

Y el desinterés y desconocimiento por qué hereda la gestión provincial al que llegará a gestionar los destinos de la provincia, reina: un presente "sin pena ni gloria", parecen decir los votantes de la Capital. Un dato muy urbano, muy local, pero que jugará a la hora de votar en el primer turno que será, si nada frena el ímpetu de Rodolfo Suárez y su equipo, el próximo 22 de febrero.