Es una vieja práctica de la política que pocas veces suele ser eficaz, pero en la que -de manera cíclica- algunos sectores del peronismo suelen caer, una y otra vez. En este caso, el Frente Renovador en Mar del Plata distribuye viandas de comida a personas de situación de calle.

La secretaria General del Sindicato de Gastronómicos, Mercedes Morro, encabezó la preparación de viandas para repartir en los sectores más humildes de esa ciudad. Morro lidera una agrupación que lleva su nombre. Y claro, tanto su nombre como el logo del Frente Renovador quedaron estampados en las bandejas con raciones a repartir.

Las viandas fueron preparadas en el Centro de Formación Profesional Nº 405. La dirigente massista convocó a miembros de su agrupación para el empaquetado y posterior reparto por diferentes zonas de la ciudad.

“Ante la situación que estamos atravesando, varios de los integrantes de la agrupación salieron por motus propio a las calles para acercar comida y abrigo. Hoy decidimos organizarnos mejor y alcanzar a este Hogar que nuclea a decenas de personas con problemas de vivienda. Queremos que sientan que no están solos”, afirmó Morro a través de un comunicado de prensa.

En 2001, el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, había comprado 800.000 pares de zapatillas que llevaban su firma. El calzado se repartía entre alumnos de bajos recursos en las escuelas de la provincia. El caso derivó en un escándalo y pasó a la historia como uno de los casos más ejemplificadores del clientelismo político.

Daniel Scioli también tuvo en 2012 su momento cuando el entonces ministro de Desarrollo Social, Martín Ferré, distribuyó 10.000 mochilas que llevaban la frase ‘Mochila Solidaria’ y la firma del gobierno bonaerense. La iniciativa tuvo duras críticas desde la oposición que calificaron la medida como estigmatizante y cuestionaron el uso político de los niños.