Esta semana se conoció la salida de otros dos colaboradores presidenciales. Cuatro de sus antecesores fueron investigados por presunto enriquecimiento ilícito.
“Cuando eso empieza a pasar con frecuencia, Cristina empieza a desconfiar de ellos, y se los saca de encima”, confió a este diario una fuente de la Casa Rosada. Otra precisó que CFK quiere esquivar cualquier problema que la pueda perjudicar de aquí a su final de mandato.
Un ejemplo del crecimiento es “Tatú” Alarcón. Empezó como chofer de Néstor Kirchner y se convirtió en asesor de la jefa de Estado. Cuando ingresó a la función pública tenía un patrimonio negativo de más de diez mil pesos, según publicó PERFIL en octubre de 2013. En su última declaración jurada declara un patrimonio de más de 300 mil pesos. El suboficial de la Policía Federal omitió, como en las declaraciones anteriores, blanquear que es el propietario de un toro Gran Campeón de Palermo que vendió su semen en cinco paquetes de cincuenta dosis cada uno, en sólo un año. El animal es un formidable negocio y está valuado en 150 mil pesos, según publicó este diario el año pasado. Y le fue donado por una poderosa familia.
“Tatú se movía con favores, daba y recibía”, describió una persona que lo conoció de cerca. Por ejemplo, es amigo del ex ministro de Agricultura, Norberto Yahuar. Cuando Yahuar desembarcó en la cartera, el suboficial de la Policía, como cortesía, le armó una custodia de más de diez hombres. Y visitaba el ministerio con frecuencia. Lo mismo habría hecho con otros funcionarios. Tatú no declara bienes personales. Su esposa, en 2011, declaraba un auto Honda modelo 2007. En la última declaración jurada, los bienes de su esposa desaparecieron.
Héctor Humberto Farías Brito se fue de la función pública con un patrimonio de casi un millón y medio de pesos, con varias propiedades y terrenos, casa de veraneo, y cuentas en dólares y en euros. Brito era el antiguo jefe de despacho en el Senado de Cristina Kirchner, luego se convirtió en uno de sus asesores personales. De 2011 a 2012 su patrimonio creció en más de 200 mil pesos, hasta llegar a los $ 1.341.746, según la última declaración jurada presentada ante la Oficina Anticorrupción. En la misma, no están desagregados los bienes de su mujer, algo que hasta 2011 era una obligación para todos los funcionarios.
En la “oxigenación” del círculo íntimo presidencial hay mucha influencia del secretario general de la presidencia, Oscar Parrilli, que ya en lugar de Tatú nombró al ex jefe de la custodia de Néstor Kirchner, el comisario de la Federal Héctor Osvaldo Patrignani. También había colocado al reemplazante de otro secretario que se fue en marzo, Martín Aguirres, a quien sustituyó por Mariano Cabral.
Los otros. El primero en renunciar, en enero de 2010, fue Fabián Gutiérrez, hasta entonces, el hombre de mayor confianza de Cristina. Desde que los Kirchner llegaron al poder su patrimonio creció un 765%. Además de varios negocios privados, el entonces secretario se construyó una mansión de 480 metros cuadrados en El Calafate. Daniel Alvarez renunció en febrero de 2010. Su patrimonio empezó con seis mil pesos y llegó hasta casi los 300 mil pesos cuando se fue, con varios terrenos en El Calafate. Alvarez sigue teniendo relación con CFK.
Héctor Muñoz, otro de los secretarios de Cristina, se fue con un crecimiento de sus bienes y también investigado por la Justicia. Isidro Bounine se retiró en diciembre de 2011. Cuando asumió en 2005 tenía un patrimonio de 15 mil pesos en efectivo. En 2008 disponía de 700 mil pesos.
Aguirres, se fue en marzo de este año, mostró un crecimiento patrimonial de 260%. Empezó con 320 mil pesos y su declaración jurada final fue de $ 1.150.000, acumulando varias propiedades.
Los que llegan
Héctor Humberto Farías Brito podría regresar al Senado, donde comenzó como jefe de despacho de Cristina Fernández de Kirchner. Allí trabó una relación profesional con la que luego fuera jefa de
Estado electa. Pasó un tiempo sin ser designado en ningún cargo (estuvo a punto de ser nombrado en la secretaría administrativa del Senado) hasta que cayó como asesor de la Presidenta. En cada acto, se lo podía ver detrás de ella. Todavía no está su reemplazante. El destino de Juan Francisco “Tatú” Alarcón es desconocido, no se sabe aún si irá a otro cargo o quedará fuera de la función pública para siempre.
Es un histórico de los Kirchner. “Tatú” sí fue reemplazado por un comisario de la Federal, ex jefe de la custodia de Néstor Kirchner. Hay versiones de que en las últimas semanas “Tatú” tenía muchos cortocircuitos con la jefa de Estado. Sobre Farías Brito algunos dicen que estaba cansado. Tiene 62 años y llevaba un ritmo de vida muy vertiginoso al lado de la Presidenta. Su destino se sabrá en las próximas semanas.
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