El Presidente de la Unión Industrial de Entre Ríos, Antonio Caramagna, dijo que "diversos temas importantes son tratados con demasiado apresuramiento, y ello no es bueno", en referencia al proyecto oficial de blanqueo de capitales.
Las reflexiones pertenecen al Presidente de la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER), Antonio Caramagna, quien fue entrevistado en el programa radial de Alejandra Lomónaco y Martín Carboni -que se emite diariamente por RADIO EQUIS (FM 96.1)- .
Con cautela, Caramagna opinó que “existen diversos temas muy importantes que son tratados con demasiado apresuramiento, y ello no es bueno”; y subrayó que “deben evitarse los estados de confusión, ya que no son favorables para la inversión y el crecimiento”.
El referente de los industriales entrerrianos aseguró que “las fuerzas productivas están expectantes” sobre el curso que tendrá el tema del blanqueo de divisas y otras cuestiones importantes de la economía nacional. Asimismo, indicó que desde la UIER se valoran diversas decisiones tomadas por el Gobierno Provincial, pero reconoció que el sector reclama “soluciones sistémicas” contra la inflación, “que es lo que resume el estado de la situación económica de nuestro país”-
En relación al escenario político, Antonio Caramagna opinó que “estamos en un período de tensiones políticas crecientes y, para los sectores productivos, ello no es saludable”.
BLANQUEO. La consulta relacionada a la opinión institucional de la UIER con respecto al proyecto del Ejecutivo Nacional de promover el blanqueo de moneda extranjera, fue el disparador para que Caramagna reflexione sobre otras iniciativas del Gobierno.
“El blanqueo aún está en etapa de tratamiento y entendemos que su análisis requiere un profundo, abierto y técnicamente sustentable debate. Los debates desde el punto de vista ideológico, desde el punto de vista oficialismo-oposición y viscerales, no son conducentes para ser profundos en lo específico.
Nosotros entendemos que se están dando numerosos temas que son muy importantes y que se están tratando con demasiado apresuramiento. Y eso no es bueno”, expresó.
Y continuó: “queremos ser maduros desde nuestra entidad para dar una opinión definitiva sobre esto; no caer en el mismo apresuramiento; no dar una opinión atropellada y sin la profundidad de un debate técnico que nuestro país está necesitando. En este tema propio del blanqueo, debemos esperar la letra chica; ésa es la parte que podrá estar enmarcada dentro de los aspectos técnicos pero, además, el éxito o fracaso va a estar definido en función de la confianza”.
Caramagna confió su intento por ubicarse en “un punto neutro y maduro de opinión” respecto del proyecto en cuestión y, desde ese lugar, auguró que “estos temas de fondo sean discutidos profundamente, desapasionadamente, con sustentos técnicos, ya que lo que se debe tratar de lograr es sacarlo del estado de confusión. Eso no es favorable para la inversión y el crecimiento”.
SOLUCIONES SISTÉMICAS. Con una mirada integral de la actualidad económica nacional, Antonio Caramagna manifestó que “los ejes centrales pasan por soluciones sistémicas, con análisis profundos de todas las variables que juegan en la economía, como por ejemplo la inflación, que es el gran termómetro que mide el estado económico del país y que deja ver que hay cuestiones por resolverse, porque el empresariado debe saber dónde está parado y para dónde va”.
En relación al escenario entrerriano, el empresario indicó que “tenemos muchas potencialidades; tenemos nuestras opiniones a favor sobre lo que se ha hecho en la Provincia; y alentamos el diálogo y somos escuchados, pero a su vez sabemos que la provincia está condicionada por fuertes decisiones del orden nacional”.
Caramagna volvió sobre el tema del blanqueo y destacó que el proyecto “podrá ser mejor aprovechado por aquellos que en su historia han sacado más los pies del plato. Mientras que lo miran con un poco de escepticismo las empresas que han desarrollado procesos de inversión tal vez más paulatinamente, tal vez más prudentemente, que han sabido controlar sus propios ingresos y egresos, pensando en la industria y no en el bolsillo personal de quienes la conducen, pensando en la creación de trabajo genuino, y me inscribo fervientemente en ese camino”.
“No es fácil y es especialmente difícil tratar de mantener una posición madura y equidistante, como industriales que somos, porque en definitiva nos movemos en el mundo concreto, en el mundo del trabajo, de las inversiones, y tenemos que tratar de mantenernos en un punto neutro: valorar todo lo bueno que sucede. Sabemos que siempre lo perfecto está distante, pero también hemos tenido un período muy bueno, de industrialización, dentro de la última década, un período de recuperación de la capacidad ociosa, pero no ha habido de parte del sector empresario las suficientes inversiones adecuadas para modernizarse tecnológicamente, trabajar en la investigación, en la innovación, y en la ganancia de mayores mercados”, reconoció en una suerte de autocrítica hacia el sector que representa.
ESCENARIO DE TENSIONES. “Estamos teniendo en este momento tensiones políticas crecientes y eso no es bueno para nadie, especialmente para los sectores productivos. No es saludable. Estamos en mayo, no podemos transformar el año en un año de tensiones políticas”, reflexionó Caramagna, quien solicitó serenidad a los legisladores, a la dirigencia política y a todas las instituciones de la sociedad. “Primero debemos no alejarnos del punto neutro, para tener un razonamiento más o menos equilibrado dentro de muchos aspectos que confunden. Debemos rescatar las cosas buenas sin dejar de mencionar que hay muchas por corregir”.
Para finalizar la entrevista, Caramagna brindó una reflexión que resumió claramente la postura de la UIER y su impronta para actuar: “lo que se debe tomar como conducta es quejarnos pero desde el hacer: la queja, por sí misma, es inconducente. Y agrego un paso más: desde el hacer bien, correctamente. Desde ahí, creo que nunca vamos a perder la libertad de expresarnos porque todos debemos convertirnos en confiables. Cuando los diálogos se dan entre sectores o personas confiables, puede haber consenso y puede haber disenso, y eso es lo que hemos podido realizar con el Gobierno de la Provincia de Entre Ríos, cuestión que destaco permanentemente. Hoy y siempre, creo que el Gobierno de la Provincia debe ser la voz de los que no tienen voz frente al Gobierno Nacional”.
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