El año empezó a puro subsidio: en enero el aumento interanual fue del 501,1%.
Los aportes que el Estado nacional otorgó a sectores económicos, empresas públicas y fondos fiduciarios ascendieron en enero de este año a $23.451,9 millones, lo que representa un incremento de 501,1% respecto de igual mes de 2020, debido en gran parte a que doce meses atrás no se habían realizado transferencias al sector energético. En igual período del año pasado las transferencias habían sido inusualmente bajas al no concretarse giros a la principal receptora, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), en tiempos de recambio presidencial. La información surge de un estudio de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (Asap) y, más allá de la salvedad de tener como base de comparación un mes con transferencias menores a las habituales, representa un toque de atención para el Ministerio de Economía, en su propósito de atenuar el volumen de los subsidios en el déficit fiscal.
Justamente, en estos días se encuentra en Estados Unidos el ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, quien tiene previsto avanzar en las negociaciones -cara a cara- con el Fondo Monetario Internacional (FMI); en la antesala de esa gestión el funcionario se ha reunido con inversionistas a quienes les habría explicado las proyecciones y metas macroeconómicas del Gobierno del Frente de Todos. En ese marco, resaltó la necesidad imperiosa de bajar el déficit fiscal. Es la llave para abrir la puerta de cualquier acuerdo con el FMI.
Sin embargo, a contrapelo de lo que marca el manual, la administración del neokirchnerista Alberto Fernández sigue con el dispendio, los subsidios son un ejemplo. Y no solo los que sostienen a empresas de servicios, también los subsidios sociales.
Al respecto, el Presupuesto prevé para 2021 un gasto total de subsidios económicos de $1.143.423 millones, un 44,9% más que los 789.248 millones desembolsados en 2020, aunque debe advertirse que, al igual que la mayoría de las partidas presupuestarias, los gastos finalmente ejecutados superan ampliamente a los originales, principalmente por efectos de una inflación no contemplada en el proyecto oficial.
De los $23.451,9 millones del total de subsidios de enero, correspondieron a las transferencias para financiar gastos corrientes (subsidios propiamente dichos) $22.920,7 millones, el 97,7% del total; en tanto, los $531,2 millones restantes fueron para el financiamiento de gastos de capital. Por ejemplo, las transferencias a Cammesa (que vende la energía a las distribuidoras del interior, como la Dpec de Corrientes) fueron las que más aumentaron, se destinaron $15.786 millones.
Ese monto se distribuyó entre $15.100 millones para Cammesa ($15.100 millones), $628,3 millones para el Fondo Fiduciario para Subsidios de Consumos Residenciales de GLP de sectores de bajos recursos y a la expansión de redes de gas natural. A su vez, los subsidios al transporte totalizaron $5.991,8 millones (+65,8%), de los cuales $5.787,1 millones se destinaron al transporte ferroviario; acaparando $5.209 millones la empresa pública Operador Ferroviario Sociedad del Estado.
Por otro lado, las empresas públicas no vinculadas al transporte ni a la energía demandaron transferencias para sus gastos de funcionamiento de $1.077,8 millones, $877,8 millones más que en enero de 2020 (+438,9%), de las cuales $550 millones se destinaron a Acumar, $410 millones a Radio y Televisión Argentina S.A. y $115,8 millones a Télam.
Esta es la radiografía de gastos del Estado que casi nunca sale a la luz. Se solventa con el aporte de todos los argentinos y es la clave de porqué la caja no alcanza y aumenta la presión fiscal.
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