El Estadio Bicentenario, una obra emblemática de la gestión de Eduardo Brizuela del Moral, costó finalmente $ 44.705.956,64, pero el Gobierno actual decidió rechazar la recepción definitiva planteada por la empresa Capdevila Constructora SA, declarar a la firma “incursa en incumplimiento contractual” y hacerse cargo de la obra inconclusa, cuando todavía resta hacer trabajos por más de $2,2 millones.
Los incumplimientos de Capdevila Constructora SA surgen del acta de recepción provisoria de agosto del año pasado. En ella se da cuenta de ítems no ejecutados como los parasoles de aluminio en fachada principal y el solado de microcemento alisado, entre otros. Se realizaron observaciones además sobre deficiencias en cuanto a “señales débiles, sistema de control de accesos, circuito de televisión por cable, cartelería electrónica, circuito de televisión abierta, telefonía y datos. También se establecieron incumplimientos en la estructura de hormigón armado, estructuras metálicas, instalaciones sanitarias, eléctricas, de distribución de riego, , gas, entre otros.
Los fundamentos del decreto hacen hincapié especial en el buffet sur del Estadio, que tuvo que ser demolido y reconstruido por la edificación defectuosa original.
“La contratista no observó en la construcción del buffet sur la documentación contractual de la obra, por cuyo motivo cometió errores en sus fundaciones y debió demolerlo. De haberse observado la documentación contractual técnica de la obra, que contiene un estudio de suelos, esta situación no hubiera sido posible”, consigna el Gobierno al respecto.
De tal manera, argumenta, “corresponde se rechace en todos sus términos las consideraciones vertidas por la empresa donde se expresa que se debe practicar la recepción definitiva de la obra, siendo esto improcedente y malicioso”.
Antes de rechazar la pretensión de recepción definitiva, el 13 de agosto pasado, una comisión técnica de Obras Públicas realizó la constatación de obra en compañía del representante técnico de la firma contratista, Fernando Capdevila. Allí el Gobierno comprobó “la subsistencia de incumplimientos contractuales”.
Argumentos
desestimados
En su defensa la empresa alegó que "las fallas e incumplimientos de los trabajos se debieron a deficiencias en los proyectos de obra aportados por la administración”.
Para el Gobierno, “estos argumentos no son de recibo, resultando evidente que en el caso particular, la culpa de la contratista se manifiesta en la omisión o falta de observancia del deber contractualmente pactado de estudiar y analizar la documentación base de su oferta, con la diligencia debida por una empresa cuya actividad principal es la construcción de obras y denunciar las deficiencias que observare oportunamente”.
En este sentido se consignan en los fundamentos lo establecido en el punto referido a la ejecución de obra del contrato. Entre otras cosas, allí se asentó que “la omisión de algún ítem en la documentación de obra presentada no exime a la contratista de ejecutar la obra prevista” y que “el valor del ítem omitido se considera incluido en el monto del contrato, no teniendo la contratista derecho alguno a pago adicional”. Lo mismo se establece para el caso de utilización de materiales de mayor valor a lo estipulado, que serán valorados “como si se los hubiera ejecutado con materiales especificados en la oferta sin derecho a reclamación alguna”.
Cronología del desenlace
El 7 de diciembre de 2011 se eleva informe técnico que “da cuenta de la subsistencia de incumplimientos por parte de la empresa contratista”.
Se suceden las órdenes de servicio exigiendo a Capdevila Constructora cumplir con el contrato entre noviembre de 2011 y febrero de 2012
El 1 de agosto de 2012, Capdevila “realiza una serie de planteos solicitando recepción definitiva de la obra y argumentando los motivos por los cuales no se dio cumplimiento a los diversos ítems contractuales y planteando formal reclamo respecto de rubros cuyo tratamiento no corresponde al presente acto administrativo”.
El 13 de agosto, una comisión técnica realiza la constatación de la obra junto al representante técnico de la empresa, Fernando Capdevila. Surge “la subsistencia de incumplimientos contractuales”. Capdevila argumenta en contra, pero sus motivos son rechazados.
El 21 de agosto, por resolución 222, el Ministerio de Obras Públicas rechaza la recepción definitiva de la obra “Estadio Ciudad de Catamarca y declara a Capdevila Constructora “incursa en incumplimiento contractual”. El monto del incumplimiento se fija en 2.242.337 pesos, que se deducirán “de oficio del Fondo de Reparo y demás créditos y garantías que tuviere el contratista, sin perjuicio de las sanciones y acciones que pudieren corresponder”. Se notifica a la firma que “la administración procederá a hacerse cargo de la obra, de oficio, en el estado en que se encuentra”.
El 22 de agosto, la gobernadora Lucía Corpacci firma el decreto 1268, que ratifica lo decidido por Obras Públicas.
Costo total
El Acta de inicio de obra se labró el 18 de mayo de 2008. La última ampliación habilitó trabajos adicionales entre el 1 de septiembre de 2010 y el 20 de mayo de 2011.
$ 36.885.925,34 fue el costo inicial
$ 5.776.306,98 (Primer adicional de obra)
$ 2.043.724,32 (Segundo adicional de obra).
$ 44.705.956,64 (Costo final)
Comentá la nota