Los empresarios coinciden en que ganara quien ganara las elecciones debía hacer ajustes y por eso apoyan el discurso del nuevo presidente. Advierten que vendrán tiempos duros, pero son optimistas sobre el después. Las pequeñas y medianas industrias esperan que se las tengan en cuenta y alertan que una caída inicial del empleo puede deteriorar sus ventas.
Alejandro Rebossio
A los grandes empresarios, el discurso inaugural de la presidencia de Javier Milei les cayó muy bien. “Hizo un diagnóstico muy preciso de la realidad que le toca encontrar a la Argentina, no sólo al Gobierno, y un compromiso muy marcado de poner énfasis en una estabilización económica a partir de eliminar déficit fiscal y bajar gasto público poniendo claro que el esfuerzo mayor tiene que estar hecho por el Estado, y reconociendo el rol del sector privado”, celebró el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, que también festejó el anuncio de la canciller Diana Mondino de volver a iniciar los trámites empezados por el gobierno de Mauricio Macri para ingresar al país dentro de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que integran naciones desarrolladas y otras emergentes. “La OCDE marca los parámetros bajo los cuales se camina al desarrollo y el crecimiento sino que sirve para regenerar confianza”, apuntaron.
¿No era que el ajuste iba a pagarlo la política? Recaerá sobre el Estado y la población
“Era lo es que esperaba del discurso de Milei”, sostiene el presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, en coincidencia con muchos otros analistas. “Habló de lo que recibe del gobierno anterior, espero que por única vez, ya no se puede seguir reprochando la herencia recibida. Ahora hay que comenzar a trabajar. Los meses que se vienen van a ser terribles, durísimos, no puede ser de otra manera, producto del zafarrancho que hizo este gobierno que ya se fue. Ahora hay que ayudar a la nueva gestión. Deseamos que los sectores de la oposición, algunos de ellos bastante beligerantes, tengan una actitud responsable, entendiendo que dejaron un país destrozado y que hay que hacer muchísimo sacrificio. Lo de Milei fue un muy buen discurso, realista. No va a ser fácil, pero es imprescindible que le vaya bien. Porque si no le va bien a este modelo, el futuro puede ser muy malo para la Argentina. Tenemos una hermosa oportunidad de revertir por lo menos nueve décadas de fracasos, hay que aprovecharla”, se remontó Grinman a la década infame de los años 30.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, se sumó a la celebración: “Después de años muy difíciles en los que el campo fue visto como enemigo y siguió adelante pese a las malas políticas y la falta de previsibilidad, se cierra una etapa negativa para el sector. Comienza un nuevo capítulo en la historia de nuestro país: los productores tenemos mucha expectativa y creemos que el panorama hacia adelante es bueno. El presidente Milei siempre fue claro en reconocer al sector agropecuario como el motor de la economía, respeto por la propiedad privada, mercados sin intervención y el tipo de cambio libre, entre otros aspectos de la economía. Pero somos conscientes que vamos a tener que ser pacientes porque estamos seguros que él va a encaminar su gestión en base a sacarle el pie de encima al campo. Celebramos este acto democrático que fortalece los 40 años de democracia, confiando en un futuro de prosperidad para todos los argentinos”. En tanto, el vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), Daniel Urcía, resumió su opinión de la alocución de Milei: “Dijo en la situación crítica que estamos y no prometió salidas o medidas milagrosas. Dos años para empezar a mejorar. Y cambiar la fórmula que nos colocó en este lugar. No se quedó en el último gobierno o en 20 años. Se fue a los últimos 100. Salió de la grieta”.
“Me pareció impecable: en 35 minutos dejó clara la herencia, las ideas, que no hay alternativa al ajuste y que hay salida después”, comentó uno de los empresarios más millonarios de la Argentina, que sólo se oponía antes a Milei por su idea ya descartada de dolarizar. Uno de los popes de la UIA también se mostró conforme: “Informó el estado de situación del país. Mañana sabremos de las nuevas resoluciones y modificaciones y empezará un gran ajuste. Hoy la gente parecía contenta, sabe lo que viene, pero una cosa es saber lo que viene y otra cuando a uno ya lo afecta mucho todas las medidas. En ese momento veremos realmente cuál es el apoyo de la gente al nuevo gobierno. En lo personal creo que cualquiera que hubiera ganado tendría que hacer un ajuste más rápido o más lento, no había escape para no hacer nada”.
El presidente de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), Jaime Campos, opinó que “fue un discurso claro, convincente y valiente, y que representa un gran respaldo al desarrollo del sector privado”. Un poderoso empresario de la construcción señaló: “Fue una descripción descarnada de la realidad, en donde se describió un futuro catastrófico de seguir el mismo camino en donde veníamos, y justificó las duras medidas que vendrán. Para la obra pública, es una enorme incertidumbre. Aún no tenemos claridad”.
Marcelo Elizondo, consultor experto en comercio exterior y prosecretario de la CAC, opinó que fue “un discurso muy alineado con el de la campaña, muy de coyuntura, enfocado en el primer año, ajuste, equilibrio de presupuesto, reformas cambiarias, regulatorias, administración interna, nada de las reformas estructurales”. “Buscó crear clima para la sociedad y los actores económicos sobre la urgencia de la administración de la coyuntura. Se está tomando nota de que los discursos inaugurales creando ilusiones después condicionan. Y lo que él necesita es legitimidad para las reformas. Me pareció un buen discurso de Estado.”
El presidente de Federación Agraria Argentina, Carlos Achetoni, se sumó a los elogios: “Acabamos de escuchar al presidente Milei, con un discurso duro que describe la difícil situación que vive el país y que nosotros como entidad venimos señalando. Esperamos que, como dijo, se inicie un verdadero camino de reconstrucción de nuestro país, por nosotros y para las futuras generaciones. Evidentemente, y según dijo el presidente, serán tiempos complejos y los productores esperamos que se nos den las condiciones para aportar con nuestro trabajo, producción y alimentos, para salir adelante. Como señaló, se puede comprender que haya un tiempo difícil, en el que será necesario escuchar a los distintos actores, para que aporten sus miradas para llegar cuanto antes a la luz al final del túnel que mencionó. Como entidad, le deseamos éxito en su gestión, porque solo yéndole bien al gobierno la Argentina podrá salir adelante”.
“Muy bueno Milei, ahora espero al Toto”, dijo el empresario Cristiano Rattazzi, dueño de la concesionaria de autos y empresa de servicios de helicóptero Modena, en referencia al ministro de Economía, Luis Caputo. “Muy claro en los conceptos”, coincidió el presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (Uipba), Martin Rappallini, y añadió: “Viene un proceso de ajuste para el próximo semestre, con todas las connotaciones que eso significa. Esperemos que este esfuerzo sirva para ordenar la macroeconomía. Cualquiera que hubiera ganado tenía que hacer un plan de estabilización. Esperemos que sea lo menos doloroso y que el segundo semestre arranquemos... Es un cambio de época... cultural: equilibrio fiscal, el sector privado como motor de la economía, un Estado limitado”.
Jorge Sorabilla, secretario de la Fundación Pro Tejer, elogió a Milei, pese a que la industria textil se mostraba cautelosa sobre su gobierno: “Me pareció un discurso duro, realista y entiendo que dicho con honestidad. Se avecina una etapa compleja y de muchos sacrificios en el corto plazo, pero con la ilusión de que alumbre un período de crecimiento económico y progreso. Si Milei logra hacer competitiva a la economía argentina, manejando apropiadamente los tiempos y las velocidades de las reformas que permitan destrabar la maraña de regulaciones y burocracia que nos atan, bajando impuestos y costos financieros, también logrará hacer competitivos a los sectores industriales, sin exponerlos a competir deslealmente. En su objetivo de erradicar la pobreza y comenzar una etapa de crecimiento sostenido, la industria debería ser su principal aliada para generar progreso, inversiones, valor agregado, y trabajo federal que llegue a todos los rincones del país”.
En tanto, el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, también ofreció su colaboración, pese a que también había sido crítico del libertario en la campaña: “Quiero desearle mi más profundo deseo de éxito porque de su suerte en la gestión dependemos todos los argentinos. Por eso, desde IPA vamos a colaborar en la planificación de un país inclusivo, en términos productivos y laborales, ya que estamos convencidos de que el trabajo dignifica y cuanto cuenta con condiciones justas genera ascenso social. Es esperanzador que el presidente haya señalado la importancia de salarios altos, medidos en dólares. Quiere decir que el objetivo es evitar la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, que era una de las incertidumbres que tiene el sector privado, ante la necesidad de tener un mercado interno fuerte. Para saber cómo se va a aplicar el plan de estabilización y qué medidas van a apuntalar a las pymes industriales, es que esperamos que se ponga en marcha el diálogo con las gremiales empresarias que el presidente anunció ante el pueblo”. Por último, pidió que las medidas de ajuste del Estado “no vayan en contra de los intereses del empleo formal, porque un derrumbe de los puestos de trabajo puede generar una crisis que lleva mucho tiempo revertir”.
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