Desde el gobierno esperan recibir unos 20.000 trabajadores del norte para levantar la cosecha de peras y manzanas. El secretario de Trabajo, señaló que no se permitirá el ingreso de los hijos para evitar que “anden pululando por las plazas”.
En Río Negro se preparan con extrema cautela sanitaria para recibir a unos 20.000 trabajadores del norte que levantarán la cosecha de peras y manzanas justo en plena pandemia provocada por el coronavirus. Los primeros 200 micros con unos 10.000 ocupantes, serán esperados esta semana en los pasos fronterizos de la provincia. La recepción y fiscalización se concretarán en los destacamentos camineros en los límites de las provincias de La Pampa y Buenos Aires.
“Los colectivos no ingresarán si no están habilitados por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y deben tener la documentación (de respaldo)”, adelantó a Río Negro, el secretario de Trabajo de la provincia, Jorge Stopiello.
El encuadramiento legal establece que sólo entrarán hombres y mujeres mayores, que revisten como trabajadores, y no se permitirá la llegada de los hijos. Si bien el funcionario admitió que la medida “es muy dura” hay que evitar que los chicos “anden pululando por las plazas” como ya ocurrió en oportunidades anteriores y “no tienen lugar donde dejarlos”.
En los primeros siete días al arribo a la provincia, los contingentes deberán cumplir aislamiento en el lugar de trabajo o en el domicilio que se les asigne.
Durante ese lapso, los empleadores deberán asistir a los grupos. Éstos desembarcarán con hisopado y resultado negativo, y contrato laboral por anticipado.
También se aplicará un reglamento interno para la movilización dentro de las chacras. Allí, los trabajadores deberán firmar un comodato sobre cómo reciben las instalaciones dónde vivirán, y así evitar supuestas controversias sobre las condiciones de estadía.
Asimismo, los obreros deberán comprometerse con la limpieza del lugar, cumplir con el distanciamiento de dos metros entre personas y el uso de barbijos; no podrán compartir mates, vasos o cubiertos; no podrá haber reuniones ni fiestas en el establecimiento.
Además, desde el octavo día –tras el aislamiento preventivo- tendrán horario de movilidad entre las 6 y las 22, de lunes a viernes; y los sábados y domingos de 8 a 15.
La intención del protocolo sanitario elaborado por las autoridades rionegrinas, es que se desaliente el paseo por las ciudades en horarios inapropiados. En ese sentido, Stopiello aclaró que “ellos vienen a trabajar y tener el reposo necesario, pero no vienen de vacaciones”.
Agregó que “no podrán deambular por fuera (de las chacras) y deberán respetar los horarios porque después, en los pueblos chicos, los vecinos se quejan que empiezan a tomar” con lo cual “deben volver a las chacras antes de las 22 ya que se trata de una propiedad privada”.
En cuanto al personal que supuestamente podría sufrir contagios de covid en virtud de que no haya cumplido con las normas de convivencia, quedó establecido no cobrarán el día de trabajo por los 15 días de aislamiento.
El titular del organismo de control calificó al operativo de “patriada” porque “pese a los intereses creados” (en relación a los integrantes del complejo frutícola provincial), muchos se pusieron en contra el protocolo, y luego se pudo acordar un protocolo sanitario para “cuidar a los ciudadanos rionegrinos”.
Para pulir detalles sobre el plan, Stopiello presidirá hoy una reunión virtual con la ministra de Gobierno y Justicia de la provincia de Tucumán, María Carolina Vargas Aignasse, el presidente de la Cámara de Fruticultores Integrados (CAFI), Agustín Argibay Molina, y el presidente de la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén, Sebastián Hernández.
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