Mide casi cinco metros, tiene el clásico gesto de los brazos flexionados y abiertos a la altura de los hombros y su sonrisa característica.
El monumento a Juan Domingo Perón ya está listo y en pocos días será emplazado en Paseo Colón y Belgrano, frente al edificio de la Aduana. Es el primer homenaje que tendrá el ex presidente en la Ciudad y responde a una iniciativa de la Legislatura porteña, que organizó el concurso en el que resultó ganadora la propuesta del artista cordobés Carlos Benavídez. La Legislatura también financió el proyecto, que costó $ 3 millones.
El monumento es de bronce y solo el cuerpo de Perón pesa dos toneladas y media. Se colocará sobre un pedestal de tres metros y medio que a su vez va sobre un terraplén que se elevó un metro veinte sobre la superficie de la –por el momento– plaza Agustín P. Justo, entre las avenidas Paseo Colón y Belgrano y las calles Azopardo y Moreno. Es que la Legislatura todavía no logró aprobar el proyecto para cambiar el nombre de ese espacio verde para que el homenaje sea doble.
“La historia de la humanidad siempre se ha contado a través de los artistas y, en este caso, se trataba de contar un momento importante de la historia argentina como es el peronismo, que hasta hoy sigue siendo un fenómeno mundial”, reflexiona Benavídez, quien también hizo obras homenaje a Mercedes Sosa (La Plata) y Astor Piazzolla (Mar del Plata) y a los deportistas que se encuentran en el Paseo de la Gloria, en Costanera Sur. Su obra se anticipa a la de un proyecto que surgió en 1985 pero nunca se concretó.
“Hice mucha investigación para saber cómo era en su intimidad, como trataba a sus amigos, a sus enemigos, cómo negociaba, cómo se paraba, su formación militar y todo el bagaje de información para poder representar su carácter”, cuenta Benavídez. Trabajó con el arquitecto Javier Urani y lo ayudaron en la investigación Juan Manuel Soaje Pinto y Daniel Montes.
La obra se llama “Unidos Triunfaremos”. Tiene tres escalones en la base que representan las tres presidencias de Perón y un Escudo Nacional en el frente con trabajadores que lo sostienen y empujan hacia adelante, lo que simboliza las conquistas sociales. “Propuse hacerlo en bronce porque es una pieza que debe perdurar por siempre y la cualidad del material es que su óxido lo protege”, apunta.
La propuesta fue de los diputados Cristian Ritondo y Roberto Quattromano (PRO) y Juan Carlos Dante Gullo (FPV) y la aprobaron todos los bloques de la legislatura. Integraron el jurado los tres vicepresidentes del cuerpo (Ritondo, Gullo y Maximiliano Ferraro); los ex presidentes Eduardo Duhalde, Ramón Puerta y Adolfo Rodríguez Saá; el secretario General de la CGT, Hugo Moyano; el diputado nacional Alfredo Atanasof; el artista plástico Salvador Costanzo; el escultor Enrique Azcárate y el secretario General de Personal no docente de la UBA, Jorge Anró.
“Perón inició su trayectoria política en esta casa, donde puso su despacho con el propósito de mejorar la vida de los trabajadores. A pesar de la dedicación y las expectativas que teníamos de que la inauguración se llevaría a cabo en el marco de los festejos del Bicentenario, no fue posible y tomamos la posta. La obra refleja la trascendencia de Perón como militar, político y estadista”, dice Ritondo.
Ahora la enorme figura de bronce espera en el taller que el artista tiene en Ingeniero Maschwitz, donde le están haciendo los últimos retoques. “Se está terminando de parquizar la plaza, embellecerla un poco, y queremos que tenga un entorno más abierto porque sabemos que el peronismo moviliza mucha gente. Algunos sindicalistas ya se acercaron a visitar la obra al taller y destacaban la importancia de que sea el primer monumento en la Ciudad. Por alguna razón se habrá dado. Como dije al recibir el premio, vamos a tener el primer Perón con tonada cordobesa”, bromea Benavídez.
Comentá la nota