El intendente Fernando Espinoza recorrió las obras de ampliación y remodelación del Jardín de Infantes Municipal Número 5, “Casita de Caramelo”, de La Tablada.
Desde el Gobierno local informaron que la “inversión de más de 25 millones de pesos en las obras realizadas por el Municipio convirtieron al edificio en una moderna sede escolar que recibirá, en este ciclo lectivo 2022, a más de 200 alumnos. Entre las remodelaciones más destacadas se encuentran el reacondicionamiento de las aulas que incluyen baño integrado y aire acondicionado, como también amplios espacios comunes para actividades lúdicas”.
El intendente matancero destacó que “es un día de mucha felicidad porque tener este Jardín de Infantes es un sueño colectivo hecho realidad, un sueño de los papás, las mamás, las docentes, la directora, las fuerzas vivas, los clubes, en definitiva, de toda la sociedad”.
“Esta obra es parte de un plan de inversión en políticas educativas en el distrito, dentro del cual ya se entregaron manuales y libros de cuentos para niñas y niños del nivel inicial y más de un millón de manuales en forma universal para los estudiantes de nivel primario y secundario. Además, como apuesta a la formación en la ciencia y tecnología se entregaron 250 mil kits de robótica con el principal objetivo de formar a los chicos desde sus primeros años de vida en materia de computación y nuevas tecnologías”, explicaron.
En este sentido, Espinoza determinó que “más que mis palabras valen los hechos, me imagino el primer día de clases a 200 sonrisas y caritas de felicidad de los chicos corriendo estos pasillos; y la verdad que como intendente estoy muy feliz de ver este lugar. Para nosotros la educación es el presente y el futuro, y eso es una decisión política”.
Además, el jefe comunal crecordó que La Matanza fue declarada “Ciudad del aprendizaje” el año pasado por la UNESCO: “Estamos dentro de las 57 ciudades del aprendizaje en el mundo, justamente, por la inversión que hacemos en educación. Tenemos dos Casas de Altos Estudios: nuestra querida Universidad Nacional, un orgullo, un emblema, una bandera de La Matanza, y ahora el Centro Universitario de la Innovación en González Catán, donde se dictan carreras de tecnología e innovación. Para nosotros, los hijos de los trabajadores, poder contar con instituciones públicas que nos provean de oportunidades es muy importante”.
“Me da orgullo transformar la vida de mi gente, yo soy feliz cuando mi gente está feliz porque mientras otros dicen ‘tenés que caer en la educación pública’ o ‘los pobres no llegan a la universidad’, nosotros tomamos la decisión de hacer esta inversión en educación”. Y además remarcó: “no perdamos la memoria, lo que pasó, pasó, pero no perdamos la memoria. Para nosotros la escuela pública tiene que ser un derecho. En definitiva, cuando uno sueña solo, solo sueña, y cuando los sueños son colectivos, son grandes realidades como estas”, cerró.
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