El inicio de la construcción está previsto para agosto de 2022. Permitirá recortar el creciente volumen de importaciones en los meses de alto consumo
El gasoducto Néstor Kirchner, que transportará gas desde Vaca Muerta a la provincia de Buenos Aires, ya está generando inversiones en las compañías del sector, que proyectan que esta obra de infraestructura les permita evacuar mayores volúmenes de producción del gas no convencional que se obtiene en la provincia de Neuquén.
Hoy la gran paradoja de la Argentina es contar con abundancia de gas en sus yacimientos no convencionales y no tener capacidad para transportarlo. El sistema actual de gasoductos -tiene entre 40 y 50 años- queda saturado en los meses de invierno. Un cuello de botella que cuesta miles de millones de dólares por año en importaciones: para poder satisfacer el pico de la demanda en los meses más fríos se importa gas de Bolivia o gas natural licuado (GNL) a través de barcos, con altos precios internacionales que se dispararon en los últimos meses.
Hoy la gran paradoja de la Argentina es contar con abundancia de gas en sus yacimientos no convencionales y no tener capacidad para transportarlo
Las empresas que producen gas en la Argentina reciben USD 4 por millón de BTU (los usuarios pagan cerca de USD 1,7 y el resto es subsidiado por el Estado). Por el gas de Bolivia, según los últimos acuerdos alcanzados por el Gobierno, se pagará entre USD 7 y USD 9 por millón de BTU por envíos hasta 10 millones de m3 y por el resto un promedio de USD 12,18 por millón de BTU. En tanto, en la última licitación de 8 barcos GNL se alcanzó un precio promedio de USD 40 por millón de BTU.
Según distintos analistas del mercado, este año las importaciones de gas a través de barcos podrían rondar entre USD 5.100 y USD 5.400 millones frente a los USD 1.096 millones de 2021. La expectativa del Gobierno y de las empresas es que el gasoducto esté operativo, en su primera etapa, en el invierno de 2023.
Esto permitiría sumar unos 11 millones de m3 de gas proveniente de Vaca Muerta durante los meses más fríos a partir del año que viene (si se cumplen los plazos) y 44 millones de m3 con la finalización de la obra en 2025. Actualmente, el país consume entre 120 millones y 130 millones de m3 de gas, que en invierno se eleva a 190 millones, y se cubre en gran parte con importaciones.
Plazos tentativos
Según datos aportados a Infobae por funcionarios del área de Energía, la provisión de caños fue licitada el 23 de febrero y el 31 de marzo se presentó una sola oferta por parte Tenaris, la empresa del Grupo Techint que lidera Paolo Rocca, por USD 567 millones. La adjudicación se prevé para el próximo 25 de abril; y la entrega entre agosto de 2022 y enero de 2023.
En cuanto a la obra de construcción del gasoducto, las fechas estimadas son:
- Llamado a licitación: 20 de abril
- Presentación de ofertas: 20 de mayo
- Adjudicación de obras: 15 de junio
- Inicio de obras: agosto de 2022
Si se logra la entrega el estudio de impacto ambiental el 31 de mayo de 2022, la obra estaría ingresando en servicio el 31 de mayo de 2023
Las empresas que confirmaron que van a participar de esta licitación son Techint y Sacde, la constructora de Pampa Energía. Según las fuentes, bajo este esquema, y si se logra la entrega el estudio de impacto ambiental el 31 de mayo de 2022, la obra estaría ingresando en servicio el 31 de mayo de 2023.
Cambio de escenario político
En la última semana ex funcionarios y actuales cruzaron acusaciones sobre por qué se de demoró tanto la construcción del gasoducto, una obra de infraestructura tan clave para equilibrar la balanza energética de la Argentina.
En sus redes sociales, Mauricio Macri destacó que a fines de su Gobierno se convocó a una licitación para el gasoducto, en la que se presentaron cuatro empresas. Sin embargo, el salto del precio interno del dólar (de $46 a $57) el día posterior a las PASO espantó a los inversores que pidieron postergar los plazos frente a la incertidumbre financiera.
Finalmente, luego de varias postergaciones, el 30 de diciembre de 2020, ya en el Gobierno de Alberto Fernández, la licitación fue cancelada. En febrero de 2022, a través de un DNU, se dio una licencia de concesión de transporte a Ieasa (la ex Enarsa) para encarar el gasoducto como obra pública. “Fue este Gobierno el que demoró 26 meses una obra que claramente es importante para el desarrollo de nuestro país”, dijo el ex ministro de Energía Juan José Aranguren.
Darío Martínez, secretario de Energía, y Federico Bernal, interventor del Enargas fueron algunos de los actuales funcionarios que respondieron las críticas. “Macri fue incapaz de construir el gasoducto tan necesario que hoy reclama. Por el contrario, diseñó una licitación tan floja que fracasó en dos oportunidades, retrasando esta obra tan importante para nuestro desarrollo energético”, dijo Martínez.
Con el nuevo gasoducto, cambia la Argentina, cambia la provincia de Neuquén; y cambian las empresas como Pampa, que están dispuestas a invertir (Mindlin)
“Durante el Gobierno de Macri el sistema de transporte, a pesar de Vaca Muerta, registró la menor expansión de la historia. Lanzó la licitación de un ducto que es la mitad del que se está trabajando ahora faltando apenas meses para que culmine su mandato. La licitación era violatoria de la Ley del Gas, ya que fijaba una tarifa dolarizada”, agregó Bernal.
Expectativa por más inversiones
“El gasoducto troncal que unirá las zonas de producción con las zonas de consumo es una obra absolutamente vital y una muy buena noticia”, explicó Guillermina Sagasti, gerente de geociencias y reservorios de YPF. La producción de gas de YPF en Vaca Muerta se duplicó en 2021 y alcanzó los 14,4 millones de m3 por día. En total, este año la empresa va a invertir USD 1.600 millones en Vaca Muerta, tanto para la producción de gas como de petróleo que prevé incrementar en conjunto un 40 por ciento.
“Con el nuevo gasoducto, cambia la Argentina, cambia la provincia de Neuquén; y cambian las empresas como Pampa, que están dispuestas a invertir”, aseguró Marcelo Mindlin, presidente de Pampa Energía durante una charla con periodistas el martes pasado.
El yacimiento El Mangrullo, la “joya” de la corona de Pampa, este año prevé aumentar su producción de gas de 6 millones a 8,5 millones de m3 por día. Pero la mira ya está puesta en llegar a los 13,5 millones de m3 por día a partir de la ampliación de la capacidad de transporte que generará el nuevo gasoducto en 2023.
“El nuevo gasoducto va a permitir eliminar la mayor restricción al crecimiento de la producción. Tanto Pampa, como las demás empresas, podrán tener mayores niveles de actividad, las provincias tendrán mayores regalías y sería un gran alivio a la balanza comercial del país”, destacó Horacio Turri, director ejecutivo de Exploración y Producción de la compañía.
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