Un ex presidente regional del Partido Popular se convirtió en la primera voz de su partido en pedir públicamente la renuncia del líder conservador, para desbloquear las negociaciones en torno a la formación de gobierno en España.
"Todo pasa por que Mariano Rajoy dé un paso atrás por España y por el propio Partido Popular", aseguró Alberto Garre, ex presidente de Murcia.
"Este es un clamor en el partido, pero es silencioso, es una mayoría silenciosa", apuntó el dirigente del PP en declaraciones a la radio Cadena Ser, después de meses de cierre de filas detrás de Rajoy.
Pese a vencer en los comicios generales de diciembre, el líder conservador declinó el pedido del rey Felipe VI de formar gobierno por falta de apoyos, pero no renunció a seguir siendo candidato a La Moncloa, en una estrategia con la que pretendía esperar que el socialista Pedro Sánchez fracasara en su propio intento para luego volver a presentarse.
"La propuesta (del PP) debería ser un gobierno de coalición, presidido por otra persona (...). Rajoy no tiene que proponerse", sostuvo Garre, añadiendo que de esa forma supone que el resto de grupos "no rechazarán un gobierno de coalición".
Sin embargo, Rajoy insistió en reiteradas entrevistas que nadie en el PP le ha pedido que dimita y que incluso quiere repetir como candidato en caso de que España celebre nuevas elecciones el próximo 26 de junio.
La opción de que Rajoy dé un paso al costado y que el PP propusiera otro candidato -sonaba con fuerza la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría- para liderar un gobierno de coalición junto con el Partido Socialista (PSOE) y los liberales de Ciudadanos, se barajó inmediatamente después de los comicios, pero los conservadores lo rechazaron.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, sostuvo ayer que era "imposible" que Rajoy pudiera encabezar un gobierno respaldado por liberales y socialistas, pero la situación cambiaría si al frente del PP hubiese otro dirigente.
Rivera lleva días instando a los conservadores a echar a su líder, al que acusa de oponerse a las reformas que necesita España, en un intento por sumar al PP a un acuerdo de gobierno tras haber pactado con los socialistas.
No obstante, desde el PSOE, el vocero parlamentario Antonio Hernando reiteró que su partido no llegará a un acuerdo con el PP por más que Rajoy se retire.
"Sentarnos con el PP sí, porque no queremos victimizar al PP. Pero pactar un gobierno de cambio, no, porque PP y gobierno de cambio son cosas antagónicas”, dijo Hernando, quien pretende negociar una reforma constitucional, que necesita del apoyo de los conservadores.
"Creo, como Garre, que Rajoy es una antorcha política, que está achicharrado. Y creo que lo comparten muchos en el PP, pero se ha impuesto la ley del silencio", indicó.
Ante el revuelo que desataron las palabras del ex presidente regional, dos destacados dirigentes del gobierno en funciones salieron a respaldar a Mariano Rajoy.
"Recomiendo lealtad y prudencia para expresar la propia opinión en los órganos internos, pero en todo caso no he escuchado nada de lo que él dice en ningún comité nacional del PP", afirmó el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz.
Por su parte, Sáenz de Santamaría, sostuvo que Garre "está de salida" (por su veteranía), minimizando su posición y le pidió que piense "en el bien del país y en el bien del PP" independientemente de la "situación personal".
España continúa en una situación de bloqueo político tras el revés sufrido por el socialista Pedro Sánchez la semana pasada en el Congreso de los Diputados, donde no consiguió los votos suficientes para ser elegido presidente del gobierno de España.
Sánchez, quien aceptó el encargo del rey el pasado 2 de febrero, cuenta aún con tiempo para seguir negociando, puesto que Felipe VI decidió, por el momento, no volver a llamar a consultas a la espera que se produzca algún avance en las negociaciones de los socialistas, que buscan nuevos apoyos al acuerdo insuficiente que alcanzaron con los liberales.
El dirigente socialista pretende sumar a la fuerza de izquierda Podemos, pero su líder, Pablo Iglesias, rechaza sentarse a negociar conjuntamente al PSOE y Ciudadanos, como pretende Sánchez.
Los partidos españoles tienen plazo para llegar a un acuerdo hasta el 2 de mayo, cuando se convocarán elecciones de forma automática.
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