Casi no hay reuniones personales, pero sí mucha conversación telefónica. No todos se devuelven el mensaje y casi todos evitan a la prensa. 

Los distintos referentes del justicialismo mendocino vienen cruzando llamadas e intentan un acuerdo difícil de concretar. 

La mayoría busca evitar que la reunión prevista inicialmente para el próximo lunes en Tunuyán termine siendo la expresión local del quiebre nacional. 

Ninguno de los contactos tiene como destinatarios al presidente del PJ, Francisco Pérez, ni al vice, Carlos Ciurca.

Tampoco los tiene como remitentes.

Hay pedidos expresos de que el encuentro se postergue una semana para dar chances a un entendimiento entre el sector peronista del kirchnerismo y el del peronismo tradicional. 

No faltan tampoco propuestas de cambio de escenario ni de ampliación del número de invitados.

Por el kirchnerismo “puro” y por la Línea Azul aparecieron dos componedores: el diputado nacional Alejandro Abraham y el ex senador nacional y candidato a Gobernador, Adolfo Bermejo. 

Desde San Rafael, el sector de Integración de Omar y Emir Félix -con ocho legisladores provinciales- aún no responde a la invitación al encuentro previsto para dentro de cuatro días.

El mayor malestar kirchnerista apunta al portazo del diputado nacional Rubén Miranda en el bloque nacional y a lo que interpretan como “un aval al quiebre” de la presidenta del bloque de senadores provinciales, Patricia Fadel. Sobre ella el diputado nacional Guillermo Carmona pidió “un paso al costado” y el senador provincial Gustavo Arenas consideró “lamentable” que “propicie la ruptura”. 

En el sector Azul las furias se dirigen contra Carmona de quien, al menos uno de los cuatro intendentes del sector, considera que “es mejor que no venga (a la reunión) porque ese día debe ir a cuadrarse a Calafate”. Le achacan haber revalidado su diputación “por la rosca nacional, a pesar de haber perdido la interna en la provincia”.

Hasta que todo se complicó, una horizontalizada Línea Azul (con cinco cabezas desde la muerte de Juan Carlos Mazzón) venía propiciando la formación de una mesa política integrada por el “peronismo institucional”, es decir por intendentes, autoridades legislativas y legisladores nacionales. 

Buscaba cubrir la estrepitosa ausencia de definiciones post electorales del PJ frente a los temas diarios (precios, salarios, despidos, inseguridad) y estructurales (reforma constitucional, coparticipación). 

También frente a las chances de negociación con el gobierno radical sobre las vacancias existentes en los directorios del EPRE, Irrigación, OSEP y también en el complicado Instituto de Juegos y Casinos. 

Es que el gobernador Alfredo Cornejo, donde ha podido, ha designado directorios incompletos con quórum estricto y “huecos”que permiten su integración total con nombres a definir más adelante. 

Durante la última campaña y frente a estrechos colaboradores, Cornejo siempre se mostró partidario de un gobierno propio y una Legislatura con más de un bloque justicialista (“como en la época de Julio Cobos”) a fin de tener la chance de alcanzar acuerdo con unos y mantener distancias con los otros. 

El justicialismo local se debate entre cumplirle o no el sueño al gobernador radical.

El kirchnerismo -con un senador y dos diputados nacionales, dos senadores y dos diputados provinciales pero ningún intendente- ha pedido expresamente postergar una semana la reunión prevista para el próximo lunes en Tunuyán, “ampliar los participantes”, unificar la fecha de internas con el PJ nacional y pronunciarse en un documento sobre los gobiernos de Cornejo y Mauricio Macri.

El sector Azul -con cuatro intendentes, ocho senadores y seis diputados provinciales pero ningún legislador nacional- propone un PJ “opositor racional” hasta las legislativas de 2017.

 Anoche, entre sus principales dirigentes, los hermanos Bermejo, Jorge Omar Giménez y la propia Fadel, se evaluaba ratificar el encuentro de Tunuyán pero ampliar la lista de la convocatoria original.