Ya suman cinco las escuelas ocupadas como modalidad de protesta. Ayer marcharon por el centro de la ciudad.
a protesta estudiantil –que hace dos semanas comenzó en una escuela técnica de Nueva Córdoba– se extendió como reguero de pólvora a otros cuatro establecimientos. En distintos puntos de la ciudad, alumnos cerraban con llave los candados del ingreso. En Villa Urquiza, Rogelio Martínez, Alberdi y Argüello Norte se escuchaba un idéntico pedido de arreglo de los edificios.
Venciendo el frío repentino del miércoles, estudiantes de 12 instituciones se convocaron ayer en la entrada del Ipet 248 Leopoldo Lugones. Así se sumaron el Pablo de Mauro, el Carbó, el Combate La Tablada y el Ipem 325 (los otros cuatro que fueron ocupados), junto con el Cassaffousth, el Instituto de Educación de Córdoba (IEC), el Manuel Belgrano, el Monserrat, el Loreto, el Fader y el Garzón Agulla. Muchas de esas instituciones son las mismas que cinco años atrás protagonizaron una revuelta de similares características.
Por primera vez en los 15 días de iniciado el conflicto, el Ministerio de Educación provincial se refirió al asunto. Javier Taborda, encargado del área de Emergencia Edilicia, indicó que la mayoría de los arreglos que demandan los estudiantes estará resuelta en un plazo de entre 40 y 45 días.
“En Córdoba Capital hay cerca de 700 edificios. Por día recibimos entre 10 y 15 llamados. En todos los casos respondemos antes de las 72 horas. En los cinco establecimientos que protestan están dadas las condiciones para el dictado de clases”, indicó el funcionario.
En las calles. La toma se inició hace 15 días en el Ipet 248 Leopoldo Lugones. Joaquín Conte, presidente del centro de estudiantes, enumeró los motivos: “Tenemos una pérdida de gas, faltan luminarias y necesitamos un playón deportivo”. Alrededor de 20 estudiantes pasaron dos fines de semana en la escuela gracias a los víveres alcanzados por sus familiares.
“Este colegio fue tomado en 2010. En ese entonces, iniciamos un plan de obras que contó con el seguimiento de alumnos y profesores. Cumplimos con el 90 por ciento de los compromisos. Tuvimos que cambiar vidrios y pintar las aulas otra vez, porque fueron arruinadas por el vandalismo”, indicó Taborda.
El Ipem 318 Combate La Tablada inició el lunes su propia batalla. Los alumnos solicitaban la reconexión del gas natural, interrumpida desde agosto de 2013, cuando un escape hizo estallar un edificio completo en Rosario. Educación garantizó que en menos de 72 horas se concretará la inspección de Ecogas.
La mecha se extendió hasta barrio Rogelio Martínez, donde estudiantes del secundario Paulo de Mauro (otro de los implicados en las tomas de 2010) pedían por la impermeabilización del techo, arreglos en el sistema eléctrico y dos aulas nuevas. Sus deseos fueron concedidos. La promesa oficial fue que en 15 días pasará la obra a presupuesto.
En Villa Unión los padres de la Juan Amos Comenio renovaban su pedido para que arreglen las cloacas que colapsan en la entrada del edificio. La protesta no prosperó y se levantó ese mismo día.
En Argüello Norte, alumnos del Ipem 325 ponían cierre a los candados. Pedían urgente arreglo de humedades, puertas rotas en los baños y mejora en la iluminación del patio. Educación garantizó las mejoras aunque aclaró que a 10 cuadras se construye el edificio de un nuevo secundario, el Ipem 23 anexo, donde aspira que confluyan todos.
El reclamo se volcó a las calles con una nutrida manifestación que se realizó ayer por la tarde. En tanto hoy, estudiantes de la Ciudad de las Artes sacarán los bancos fuera de los cursos para pedir por una mayor participación en el proceso de normalización de la Universidad Provincial de Córdoba (UPC).
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