Las instituciones recibieron de Nación y Provincia subsidios para refacciones de entre 80 y 18 mil pesos.
Aunque la ayuda se asignó para usarla durante el receso escolar, en algunos casos recién está llegando.
Los alumnos que asisten a la Juan Carlos Dávalos, de Villa Primavera, verán filtraciones en el cielorraso de un amplio sector de la galería que da a las aulas. Los estudiantes de la Dra. Carolina Tobar García, de 20 de Febrero, tomarán clases mientras se cambian las instalaciones sanitarias. Quienes concurren a la Submarino ARA, de la localidad de San Luis, se encontrarán con el techo de machimbre estropeado. Los chicos de la María del Rosario de San Nicolás, del Bancario, no dejarán de notar el alambrado perimetral roto. Los escolares de la Joaquín Castellanos, de Villa Las Rosas, tendrán que seguir ocupando baños de durlock, porque los nuevos no están terminados. Reputados pedagogos advierten que en el primer día de clases solo hacen falta unos minutos para que los alumnos se lleven una buena o mala impresión que marcará el desarrollo de su año lectivo. Sin embargo, el próximo lunes se recibirá a los alumnos en condiciones edilicias que distan de ser las óptimas. Con arreglos de carpintería, reparación de desages, canaletas y cañerías pendientes. Revoques, trabajos de pintura y revestimientos a medio hacer. Sanitarios y pisos en obras. Instalaciones eléctricas y artefactos como estufas y ventiladores sin funcionar.
El cuestionamiento de los padres es reiterativo: por qué se espera que haya actividad para la puesta a punto de los establecimientos. Por qué la comunidad educativa debe padecer la incomodidad de la ejecución de las mejoras en la infraestructura. Según el Ministerio de Educación de la Provincia, se asignó a más de mil escuelas una partida de 57 millones de pesos (que incluye dinero de origen nacional y provincial), para el acondicionamiento edilicio. De acuerdo con el número de la matrícula y el tamaño del establecimiento, se otorgaron montos de entre 80.000 y 18.000 pesos. Conforme con datos del Ministerio de Educación de la Nación, 6.000 escuelas del país recibieron $80.000 para reparaciones menores y equipamiento en el marco de un fondo creado a fines de 2014. La inversión que lo sustentó, de 387.200.000 pesos, fue anunciada en diciembre del año pasado por la presidenta Cristina Fernández. La primera mandataria también había especificado que en Salta la ayuda llegaría a 135 establecimientos.Las transferencias de los fondos nacionales y provinciales son directas y el objetivo es que se efectúen los arreglos durante el receso de verano. El Ministerio de Educación de la Nación, por ejemplo, había anunciado a mediados de diciembre de 2014 que ya se había hecho el traspaso del Fondo para Reparaciones a la mayoría de los beneficiarios y que se completarían en el transcurso de aquel mes los depósitos restantes. Sin embargo, varios directivos salteños dijeron a El Tribuno que el dinero se liberó el 19 de febrero y otros que lo recibirán recién el próximo lunes.
El titular de Docentes Agremiados de Salta (DASa), profesor Ramiro Maldonado Claure, advirtió que las partidas fueron entregadas con demora. "Esta mañana (por ayer) recorrí algunas escuelas de la zona centro y macrocentro de la ciudad y todavía no están terminadas las obras. Falta pintura, hay instalaciones eléctricas mal realizadas y hasta faltan puertas. Son obras muy superficiales y no resolvieron el problema en profundidad", evaluó. Además a algunos directivos se les dificultaron los mecanismos para la utilización y rendición de los aportes. "Es una tarea más que debemos cargarnos al hombro y para la que no estamos capacitadas porque debemos buscar a un profesional que dirija la obra, controlar, hacer compras y después respaldar todo con facturas B", expresó una directiva de la escuela Cuchi Leguizamón, de Palmeritas. Coincidió con ella Maldonado Claure: "La responsabilidad de las refacciones se la tendrían que haber dado a un ingeniero o a un maestro mayor de obras, porque si algo sale mal lo primero que van hacer es echarle la culpa al director". El referente de DASa además opinó que la responsabilidad por las condiciones de infraestructura de las escuelas es privativa del Estado: "Las obras deberían haber estado concluidas hoy (por ayer), aunque las clases van a empezar igual con las escuelas así como están porque, si no, las directoras van a ser sancionadas".
Los daños no siempre se superan de un año a otroTrabajadores de la escuela Normal, que pidieron reservar su identidad, describieron que el edificio tiene problemas eléctricos y dijeron que dudan de que puedan comenzar las clases el lunes. La falla más grave, informaron, se encuentra en uno de los patios de la institución, donde no se puede conectar la luz. Las fuentes también detallaron que varias aulas tienen los techos deteriorados y que incluso hay riesgo de que se produzcan desprendimientos. La escuela Normal, ubicada en la calle Mitre y Entre Ríos, tiene más de 100 años y el edificio enfrenta problemas de mantenimiento que, aparentemente, no se resolvieron durante los meses de receso escolar. En julio del año pasado, las clases debieron suspenderse durante varios días porque no había agua en los baños. Además, hace meses el salón de actos debió clausurarse por dificultades estructurales. En octubre del año pasado se desprendió el cielorraso de un amplio sector de una galería que da a las aulas de la escuela N´ 4005 Juan Carlos Dávalos, de Villa Primavera. Si bien se cambiaron las chapas y las instalaciones eléctricas en el tramo que resultó dañado, el revestimiento original restante presenta filtraciones. La directora de este establecimiento, Marta Alicia Zapata, le contó a El Tribuno que este lunes tramitará la obtención del fondo nacional para repararlo.
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