En el lugar, el gobierno porteño debió construir un polo educativo, según una ley de 2012. La obra nunca se hizo, pero ayer llegaron camiones con aulas container. Y los vecinos les impidieron el paso. Hubo discusión con funcionarios. Al final, los camiones se fueron.
El predio sobre el que debería erigirse el Polo Educativo es un gran descampado festoneado por restos de dos galpones –en uno de los cuales funciona el Centro Cultural Piedrabuena–, un espacio que el uso de los chicos del barrio volvió polideportivo, aunque la construcción siga pendiente, la calle Zuviría y el gigante Instituto Nuestra Señora de la Paz, que es una escuela evangélica. A excepción de un sector cementado sobre el que, aparentemente, se iban a depositar los containers, el lugar es un vergel de yuyos altos y escombros. Hacia el fondo, cerca del polideportivo inexistente, entre el pasto crecen columnas metálicas sin ladrillos ni cemento. Hacia el lado de la avenida Piedrabuena, se erige una construcción sin encofrado que iba a ser el edificio para educación inicial; ayer allí no había nadie trabajando, los vecinos aseguraron que ésa es la situación “hace rato”.
Dora, abuela de una niña que este año empieza la escuela primaria, y Elías, cuya sobrina terminó inscripta en un colegio privado de la zona porque el sistema de inscripción online la dejó sin vacante, estuvieron entre los primeros en ver llegar los containers y alertar a los demás. “Acá resistimos”, dice Dora, mate en mano, termo bajo el brazo y Ley 4436/12 impresa en la cartera y ajada de tanto memorizarla. “Un asesor del funcionario que vino temprano me quería convencer de correrme del paso, me decía ‘salga que es peligroso’, pero yo le decía que no, que esos containers no están en la ley, que el artículo 12 dice que tienen que ser cuatro edificios”. “Proponían que firmáramos un acta de seguimiento de obra, Domínguez decía que si dejábamos pasar los containers, podíamos hacer el seguimiento de la obra. Como nos negábamos a firmar y le decíamos que ese papel escrito a mano no tenía valor, nos empezó a faltar el respeto. Decía ‘yo valgo lo mismo o más que un escribano o un abogado, vos qué vas a saber’”, dijo Elías.
Entretanto, Dora alertó sobre lo que sucedía a la Asesoría Tutelar, que actúa en varias causas vinculada con aulas y falta de vacantes, tras lo cual el asesor tutelar Gustavo Moreno concertó una reunión para hoy, a las 10 de la mañana, con el subsecretario de Gestión Económica y Financiera del Ministerio de Educación, en el predio de Piedrabuena y Zuviría.
Según algunos vecinos, los containers que no pudieron descargarse estaban destinados a ser aulas para educación inicial, correspondientes a la Escuela Nº1. Sin embargo, la inscripción no habilitó vacantes para ella.
La ley sancionada en diciembre de 2012, para evitar que el gobierno porteño cediera gratuitamente el predio al Instituto Nuestra Señora de la Paz, indica que en el Polo Educativo debían ejecutarse cuatro obras: “un edificio escolar destinado a la Escuela de Educación Media Nº1”, otro “destinado al Area de la Educación Inicial”, otro para el “Area de Educación Especial” y “un complejo polideportivo recreativo”. Para ello, en 2013 fue asignado un presupuesto de 30 millones de pesos.
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