A un mes de las elecciones que consagrarán a los 9 nuevos diputados nacionales por Santa Fe, analizamos el posible reparto de los mismos. Las posibilidades del Justicialismo, Cambiemos, el Progresismo y las fuerzas minoritarias.
De confirmarse la polarización y la derrota de las avenidas del medio en Santa Fe, el ganador (Justicialismo o Cambiemos) obtendrá 4 bancas de diputados nacionales, el otro 3 y el socialismo 2. Este es el escenario 4-3-2.
Hace dos semanas, analizamos el lugar del Frente Progresista de Santa Fe dentro de una grieta nacional que se profundiza y escribíamos que “Las avenidas del medio – Massa, Randazzo, Lousteau, De la Sota-Schiaretti, PS, etc.-, quedaron como una callecita y en octubre serán una cortada. Sin embargo, creemos que si alguno de estos espacios tiene alguna mínima chance de que no se lo siga comiendo la polarización, son los que son oficialismo en sus provincias.” Algunas encuestas a las que accedimos en estos 15 días, muestran que no nos equivocamos. Mientras por ejemplo, Massa y Randazzo estarían mermando respecto de lo obtenido en las PASO, hay un crecimiento de alrededor de 3 puntos por parte de Luis Contigiani (sacó 12 % en las PASO, su Frente Progresista 30% a gobernador en 2015 y la imagen positiva de Miguel Lifschitz es de más o menos 50% ahora). Ojo, esto sería una mejora para el socialismo pero no una ruptura de la polarización y del escenario 4-3-2. Por lo que vimos en estos días en cuanto a lo actitudinal, no parecería alcanzar como para terminar de redondear un crecimiento que permita volver a los tres tercios resultantes en 2015.
Otro que a prima facie, pintaba como para quedarse con un lugar a diputado nacional y romper el 4-3-2, era Jorge Boasso. Pues es el último candidato a vicegobernador de Cambiemos, por ende contaba con un conocimiento mayor a Cantard en toda la provincia, es el primer radical del país que conocemos en apoyar a Macri -mientras Cantard y Corral todavía pertenecían al Frente Progresista- y en Rosario, la ciudad con más votantes, su figura tenía un conocimiento abrumador respecto del candidato de Cambiemos. Para obtener una banca, necesita aproximadamente 9,5 %. Sin embargo obtuvo un 6 % y todo indica que una parcela de ese 6 % va a ir a parar a Cambiemos. Por lo que el 4-3-2 quedaría intacto.
Esto nos permite ir ingresando en el campamento de uno de los 2 que se benefician con la polarización: Cambiemos. Por ahora triunfa aquello de que “la marca Cambiemos es más importante que el nombre del candidato” que pregona Marcos Peña. Consecuentemente Cantard, de escaso conocimiento en la provincia, triunfó sobre Boasso con claridad; cuando declara, “no se mete goles en contra”, como dicen; la campaña es prolija; la investigación sobre las “cajas negras de Corral”, su mentor, no ha trascendido con suficiencia en los medios de comunicación; y tiene un espacio claro de donde “caranchear” votos y seguir creciendo: Boasso. Si bien no han logrado que este baje su candidatura, conquistarían una parcela de las voluntades que lo apoyaron en las PASO.
Y como antes, esto nos permite ingresar en el campamento del otro de los 2 que se benefician con la polarización: el Frente Justicialista. Así como Cambiemos tiene un espacio claro de dónde sumar votos con Boasso, no vemos un/unos lugar/es claro/s de los que podría obtener más votos el Peronismo. Éste fue el ganador por poco de las PASO. Ahora, siendo para la opinión pública, Cambiemos un espacio de centro derecha, el justicialismo podría sumar votos útiles de los partidos del centro a la izquierda. Pero pasaron casi todos a segunda vuelta y esto los complica: el FIT obtuvo un 2.14 % cercano al que podría fidelizar; Del Frade con casi 3 % en la misma situación, pues mermó de lo obtenido en 2015 y Ciudad Futura con casi 3 %, lo mismo.
¿Sumar por el lado de Amalia Granata? Sacó un 3,54 % y tiene un discurso prácticamente macrista. Parece difícil. ¿Por el lado de Diego Giuliano? Éste obtuvo 4,23 %, pasó a segunda vuelta y espera confiado adquirir algunos votos de los cosechados por la vencida en la interna del Frente Justicialista, Alejandra Rodenas. A pesar de que en el segundo lugar de la lista donde quedó, ingresaría tranquila a la Cámara de Diputados y que el tercer lugar, pertenece a la Cámpora, la conducta de la ex jueza y de casi todos los que integran el NES, ha sido un ejemplo de unidad que debe mirar el peronismo a nivel nacional si quiere disputar seriamente la presidencia en 2019. También hubo una foto donde estuvieron presentes casi todos los dirigentes peronistas. Ello reducirá el voto golondrina que apostó al NES para ganarle la interna al Chivo Rossi y la Cámpora y ahora podría migrar a Giuliano o a Cambiemos, pero tal vez no lo evite en su totalidad. Accedimos a encuestas que muestran que el Frente Justicialista estaría fidelizando casi todo lo obtenido en primera vuelta, pero no todo.
Como dijimos en otra columna, el resultado final de las elecciones, dependerá en buena parte de la economía de las familias que está en manos de Cambiemos y lo que la opinión pública piense de la misma de cara al futuro. Por ejemplo, si va mal y va a seguir peor o si va mal pero va a mejorar. Por lo menos hasta octubre, el dólar estaría planchado, la inflación también, se está recuperando algo de los empleos perdidos a fuerza de obra pública y bajó la intensidad con la que cerraban negocios y empresas (hasta el primer semestre del año caían como moscas). Aranguren ratificó que las tarifas volverán a aumentar después de las elecciones. El fútbol por TV y el boleto de colectivo también. El acrecentamiento frenético de la deuda externa y el billón de pesos de deuda de lebacs, parecerían pasar desapercibidos mientras no toquen “el órgano más sensible”: el bolsillo.
Garabateando aquí, ahora y por lo expuesto, nos parece que estaría mejor parada la alianza Cambiemos que el frente Justicialista para obtener el primer lugar en octubre y quedarse con 4 bancas en la Cámara de Diputados. Pero a esta altura, los interrogantes son mayores que las conclusiones. Falta casi toda la campaña y como dice Maquiavelo, “el tiempo que echa abajo cuanto subsiste puede acarrear consigo tanto el bien como el mal”.
Por Jorge Alberto Ripani.
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