Su renuncia fortalece la posibilidad de una PASO entre Larreta y Bullrich. Cuál es aquí la boleta más deseada. Y por qué algunos desaconsejan ir a primarias.
Por Maximiliano Allica
Como pocas veces, Mauricio Macri tomó la iniciativa. Su decisión de correrse de la carrera presidencial provoca una catarata de efectos tanto en su espacio como en el Frente de Todos. "Ah pero Macri" no será una opción en esta campaña para el peronismo, que pierde a quien hubiera sido el enemigo perfecto de dos de sus potenciales adversarios: Cristina Kirchner o Daniel Scioli.
A su vez, el expresidente logró máxima centralidad en el armado de Juntos por el Cambio. Para empezar, su declinación debería precipitar otros renunciamientos dentro de la alianza, lo cual implica ordenar cuanto antes a una tribu con demasiados aspirantes a cacique.
No necesariamente debería suceder esta semana, pero de aquí a mediados de abril se espera que varios autopromocionados vayan resignando sus deseos y, a medida que las figuras nacionales se corran, se irá acomodando el tablero en efecto cascada: primero en la Provincia y luego en los municipios.
Hoy todo parece indicar que la primaria presidencial de Juntos será entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, los dos que mejor ranquean en las encuestas. Queda la duda de qué hará el radicalismo, aunque una versión cada vez más firme señala que sus aspirantes, debido a los sondeos de intención de voto, se tendrán que conformar con ir de vices del Pro.
Entre las opciones que se manejan está que Gerardo Morales "renuncie" en breve a su candidatura y se sume a la fórmula de Larreta, mientras que Bullrich podría convocar a un hombre que acaba de pasar por Bahía Blanca, Facundo Manes. Pese a las diferencias de perfil, la relación entre ambos es buena y ya hubo charlas y fotos de ocasión, de esas que se muestran en redes para dar mensajes políticos.
Todavía Manes sostiene que competirá por la presidencia, así pierda en las primarias por goleada, pero considerando que sus dos rivales amarillos tienen muchas más chances de ganar la elección le va a resultar muy difícil armar boleta. La razón es simple: nadie quiere colgarse de una lista que va derecho a la derrota. Sin grandes apoyos políticos ni ingentes recursos económicos es imposible plantarse como alternativa.
Una curiosidad, si se llega a dar el binomio Bullrich-Manes, es que se volverán a cruzar los caminos del neurocientífico con su ladero seccional de 2021, Lorenzo Natali. El exconductor de LU2 recibió el fin de semana la llamada del diputado nacional para encontrarse en el hotel Land el lunes, donde se abrazaron afectuosamente y se dedicaron palabras de cariño.
Los caminos de la rosca lo llevaron a Lorenzo a correrse de las filas de Manes y, fiel a los movimientos de Emilio Monzó, se encolumnó detrás de los intereses de Bullrich. Las líneas paralelas podrían volver a tocarse si Lorenzo es ungido como candidato a jefe comunal por esa vertiente.
Y aquí está el punto clave del nuevo escenario en Bahía, consumada la renuncia de Macri. Toda encuesta marca que, en nuestra ciudad, la exministra de Seguridad tiene ventaja sobre el jefe de Gobierno porteño. No es una distancia abismal, pero sí clara, aproximadamente de 6 a 4 por cada 10 votos de quienes prefieren a alguno de los dos. A eso se agrega que ahora hay que empezar a medir con el nuevo panorama: la confirmación de que Macri ya no está, con lo cual los adherentes directos del exmandatario deberán optar entre lo que quedó. Según la mayoría de las hipótesis, sería un voto más proclive a acompañar a la presidenta del Pro.
Esto da como resultado que la boleta de Bullrich tiende a consolidarse como la más deseada para los postulantes a intendente de Juntos en Bahía Blanca, porque es la que puede traccionar al ganador interno de agosto. Y es sabido que quien triunfe en esa PASO a nivel local se convertirá de inmediato en favorito (o favorita) para ganar la general.
¿Quiénes están más cerca de conseguirla? En principio hay tres dirigentes que buscan esa línea directa. Por un lado Lorenzo, vía Monzó. Pero no va a ser tan fácil pasar por encima de la senadora Nidia Moirano.
La relación de la cúpula del Pro local con la nacional se mantiene fluida y tiene lógica pensar que el comando central le dé prioridad a quienes vienen defendiendo los colores amarillos desde hace años. Incluso hay un detalle reciente que le vuelve a dar ventaja a ese grupo. El lunes por la noche la santísima trinidad amarilla Gay-Moirano-Nardelli se encontró en Buenos Aires con lo más granado de su partido en la cena de gala de la Fundación Libertad, que tuvo como invitado estrella a Macri.
Allí no faltó la foto con el hombre del momento y unas sonrisas que pretenden dejar atrás algunos desencuentros. Al exprimer mandatario, vale recordar, el oficialismo de calle Alsina le dio casi nula cabida en una visita a Bahía durante la campaña 2021, al punto que Macri tuvo que ir a realizar un acto a Punta Alta. Nunca se dieron explicaciones de cuál fue el cortocircuito que generó ese frío.
Volviendo a los ordenamientos de este año, es importante observar que el dirigente bahiense que mejor mide de todo el espacio sigue siendo Héctor Gay, quien ya aceptó encabezar la boleta de senadores provinciales por la Sexta y mostrarse activo en la campaña, en tanto y en cuanto se le respete el lugar a Moirano.
Gay participó ayer de una reunión importante junto a la mesa provincial de Juntos, con el propio Macri. El pedido de los intendentes bonaerenses a sus líderes ya es conocido: que no haya PASO en los municipios donde son oficialismo sino que exista una boleta única acompañando a ambos candidatos a presidente.
Los defensores de esa iniciativa sostienen que dividir el voto en agosto, en distritos como Bahía, genera varios riesgos. Uno, que el Pro pierda la interna con radicales o lilitos y, por lo tanto, se quede sin la conducción de la ciudad. Lo mismo vale, en sentido inverso, para los radicales que son gobierno en otras comunas.
Otro peligro, en términos electorales, es mejorar la imagen de algún candidato de un espacio diferente que individualmente tenga números pasables. Es decir: si hay dos competidores de Juntos en las PASO que sacan 22 y 20 puntos cada uno, pero el referente peronista suma 28, éste se podrá presentar como el ganador del día. En rigor sería exagerado decir que ganó una boleta que en la suma total perdió, pero el argumento queda regalado.
En cambio, si el postulante único a jefe comunal de Juntos se cuelga de los dos precandidatos a presidente, acumula votos sin dañar a los de arriba y queda mejor perfilado para octubre.
Una observación: en 2021, tras la primaria de Diego Santilli versus Facundo Manes, hubo una buena confluencia posterior entre ambos, coronada con una victoria en la Provincia. Lo mismo en la sección, con Lorenzo y Fernando Compagnoni. Sin embargo, los teóricos anti PASO dicen que no es comparable una legislativa con una ejecutiva, ya que la primera permite que el perdedor se integre a las listas y le interese seguir pidiendo el voto; en una ejecutiva, el que pierde, se va a la casa. O, peor, se queda con la sangre en el ojo y puede salir a torpedear. Sobran antecedentes.
Otro que busca la boleta de Bullrich es Emiliano Alvarez Porte. En su caso, atado a la postulación a gobernador de Cristian Ritondo. Si bien Ritondo se alineó con María Eugenia Vidal, siempre tuvo el anhelo de ser el candidato de la exministra. Es muy probable que pronto, tras el gesto de Macri, la exgobernadora también renuncie a sus aspiraciones presidenciales. Llegados a ese punto, el casillero clave que restará definir es quién acompañará en Provincia a "Pato".
Larreta ya lo resolvió: Diego Santilli. Pero Bullrich aún no y hasta el momento viene alentando a tres dirigentes: el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, macrista del núcleo duro; el jefe comunal de Capitán Sarmiento y denunciante de Cristina en la causa Vialidad, Javier Iguacel; y el senador provincial y hábil armador de origen peronista, Joaquín de la Torre.
Si la aspirante presidencial se decide por alguno esos tres, Ritondo deberá negociar otro destino. Por lo tanto, Alvarez Porte también. Pero en algunos pasillos se comenta que Bullrich tiene pensado elegir al exministro vidalista. En ese marco, Porte conservaría alguna esperanza.
¿Y la boleta de Larreta no le interesa a nadie? Obviamente que sí. Primero, porque a cualquiera que se le cierren otras puertas puede encontrar ahí una luz. Segundo, porque hay que tener en cuenta un detalle clave en todo este entramado. Macri anunció que se bajaba de la carrera pocas horas después de una larga reunión a solas con Larreta. La gestualidad es fuerte, porque se puede interpretar que cerró un acuerdo con el alcalde de CABA a cambio de un futuro apoyo en la interna.
Es muy probable que el expresidente le haya pedido que despeje los caminos para que Jorge Macri sea el único candidato del Pro en la Capital, desplazando a los larretistas Fernán Quirós y Soledad Acuña. Para los primos Macri, mantener en el puño la gallina de los huevos de oro es fundamental en toda construcción presente y futura.
Si esta alianza Macri-Larreta es cierta o no, se sabrá en breve. En caso de serlo, habrá que volver a meter todas las cartas en el mazo.
Párrafos finales para La Libertad Avanza. El fin de semana Javier Milei recibió a dirigentes de todo el país en una quinta de la localidad de Benavídez. Allí estuvieron los representantes regionales y locales, encabezados por Juan Obiol y Carlos Alonso.
Más allá del optimismo propio que surge de esos eventos, los coordinadores del mileísmo seccional tienen otros motivos para festejar. Algunas mediciones en Bahía dan al economista con una intención de voto similar a la de Patricia Bullrich.
Para que se entienda: si se suma a todos los potenciales candidatos de Juntos por el Cambio, es claramente el espacio más elegido. Pero, uno por uno, Milei se sigue consolidando alto en una ciudad donde no debería extrañar que ese tipo de voces tengan buena llegada.
Esto lleva nuevamente a las teorías de los anti PASO de Juntos por el Cambio, que incluso elevan sus planteos a la cúpula nacional. ¿Qué pasa si Larreta y Bullrich sacan 18% cada uno en todo el país y Milei, 20%? Sumado a eso, que el candidato peronista (sea quien sea) alcance un 25%.
Juntos sería la coalición más votada pero sus postulantes, individualmente, quedarían en un simbólico tercer lugar, en vez de presentar un solo candidato que supere los 30 puntos y lidere la partida sin discusión.
En la mesa nacional de Juntos todavía lo están pensando.
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