La escasez de agua reactivó las protestas en Caleta Olivia

La escasez de agua reactivó las protestas en Caleta Olivia

Un nuevo y prolongado desabastecimiento del suministro enervó la bronca de una multitud que el viernes protagonizó una masiva movilización por calles céntricas. La emergencia hídrica que afronta esta ciudad fue declarada a través de un decreto provincial en 2014 y continúa vigente hasta la actualidad.

 

La mayoría de los barrios de Caleta Olivia estuvo desabastecido a través de la red de agua potable desde hace más de una semana debido a una serie de averías que acusó el acueducto troncal que proviene del Lago Musters y se agotaron las principales cisternas que cuenta esta ciudad, con una capacidad de cinco millones de litros.

Además, el menor caudal proveniente de pozos acuíferos de mesetas (distantes unos 25 kilómetros hacia el oeste) apenas podían abastecer a pocos sectores urbanos.

Al comienzo de última semana, los propietarios de camiones cisternas particulares comenzaron a redoblar sus ganancias con la venta de mil litros a un costo mínimo de 300 pesos, a pesar de que se pueden proveer de manera gratuita en un cargadero que la empresa provincial Servicios Públicos Sociedad del Estado (SPSE) dispone en el barrio Bicentenario.

Pero esa opción también se fue agotando e incluso afectó el programa de contingencia de verano que había puesto en vigencia a principios de este año la propia SPSE al contratar ocho camiones particulares ya que parte de ellos tuvieron que ir hasta Pico Truncado para abastecerse.

Como consecuencia, solo algunos vecinos “afortunados” pudieron utilizar ese servicio gratuito, al tiempo que se fueron caldeando los ánimos y resurgió la figura de los “vecinos autoconvocados” que cobró cuerpo en enero de 2014 cuando se afrontó un corte de más veinte días por averías en el viejo trazado (ya remplazado) del ducto troncal, todas ellas en cercanías de esta misma ciudad.

ANUNCIOS QUE NO

CONTUVIERON LA BRONCA

A la hora en que comenzó la protesta, minutos antes de las 19 del viernes, la gerencia local de SPSE había emitido un comunicado de prensa informando que la Sociedad Cooperativa Popular Limitada de Comodoro Rivadavia (SCPL) ya había concluido las maniobras de reparación del acueducto en el tramo Sarmiento-Comodoro Rivadavia y que se esperaba la reanudación del bombeo en las próximas horas.

Pero ese anuncio ya no podía calmar la indignación de los vecinos que venían padeciendo una nueva prolongada escasez de agua e incluso aquellos que disponían de tanques domiciliarios transportables en camioneta o carritos, debían esperar casi dos horas para abastecerse en el cargadero comunitario ubicado en el barrio 3 de Febrero.,

Además, les resultaba atemporal el reciente anuncio de la trasferencia de la Planta de Osmosis Inversa desde el Ente Nacional de Obras Hídricas y de Saneamiento (ENOHSA) al municipio porque la finalización de ese complejo industrial destinado a transformar el agua de mar en potable recién podrá estar culminado en no menos de siete meses.

Todos estos condimentos de una misma problemática motivaron que alrededor de mil quinientas personas respondieran a la convocatoria que se había lanzado por redes sociales y volvieron a mostrarse bidones de plástico vacíos, pancartas con frases de protesta y afiches que databan del año 2014, con un contenido de sorprendente vigencia, como si el tiempo no hubiera transcurrido.

A la marcha se sumaron otros reclamos, entre ellos el referido a los tarifazos que acusan los servicios de gas y energía e incluso el de los estibadores portuarios auxiliares que demandan un mayor ingreso de buques pesqueros al puerto Caleta Paula para que se les asegure la fuente laboral.

Al finalizar la movilización se leyó una nota de los vecinos autoconvocados liderados por Patricia Adorisio, la cual está dirigida a gerente local de Servicios Públicos, Juan José Naves. Se acordó que este lunes irán a las 10 a su despacho para entregársela personalmente.

En uno de sus párrafos se destaca: “los planes de contingencia desplegados por la empresa no dan abasto y la mayoría de los vecinos afectados deben pagar por el transporte de agua en camiones. De continuar con este cobro indebido, se estaría incurriendo en una estafa comercial”.

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