El director de Fútbol Para Todos dejó en la calle a 20 profesores y cientos de alumnos. El anuncio se hizo días después de que los alumnos pagaran la matrícula del nuevo año lectivo.
Apenas horas después de que se conociera el abrupto final del colegio Guido Spano de Palermo, trascendió otra noticia con fuerte impacto negativo en la comunidad educativa: la Escuela Superior de Ciencias Deportivas, propiedad de Marcelo Araujo y Fernando Niembro, acaba de cerrar su puertas.
Ni el director de Fútbol para todos ni su socio ofrecieron explicaciones públicas al respecto. Una apoderada legal, en sus nombres, se presentó ante los alumnos y adujo que el edificio donde funcionaba la institución, en Suipacha 7, no había pasado las últimas inspecciones ordenadas por el Ministerio de Educación.
En realidad, y según explicaron a Clarín alumnos de la tecnicatura, la estructura edilicia y administrativa era hace tiempo bastante precaria y los docentes solían estar en huelga. Sin embargo, el cierre sorprendió a todos porque algunos días antes del anuncio se había cobrado la matrícula del nuevo año lectivo.
Unos 20 profesores y cientos de alumnos divididos en tres turnos de tres años quedaron entonces en la calle, aunque los estudiantes fueron derivados compulsivamente al Instituto Superior de Periodismo y Periodismo Deportivo Crónica.
El anuncio a docentes y alumnos se hizo el 23 de diciembre pasado, al filo de la feria judicial, de forma tal de poder congelar los reclamos y obligar a aceptar las nuevas condiciones para no perder el año de estudio.
Muchos profesores y otros tantos estudiantes escribieron al director de Fútbol para Todos en busca de una explicación, pero Araujo, para quien la Escuela supo ser en sus inicios un negocio muy rentable, según él mismo explicaba, se mantuvo en riguroso silencio.
Los profesores, cuyo destino laboral es incierto, preparan demandas laborales para presentar apenas termine la feria judicial, el primero de febrero próximo.
Gracias a algunos docentes famosos y una generosa bolsa de trabajo que ofrecía pasantías en los principales medios deportivos del país, la institución fue creciendo año tras año, aunque con dificultades y manejos poco claros que derivaron en este inesperado final.
Nacida en 1993, la escuela de Araujo y Niembro tiene entre sus egresados más notables a periodistas de la talla de Martín Liberman.
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