El municipio de Puan está con las cuentas en rojo y crece el escándalo en el marco de la transición y a horas del traspaso de mando. Denuncian que Facundo Castelli, el intendente saliente de Juntos por el Cambio, se fue de la ciudad y dejó una situación crítica en la municipalidad de cara a la asunción de Diego Reyes, el alcalde electo, perteneciente a la misma coalición política, quien denunció que no hay dinero para pagar los salarios.
"Son 83 millones de pesos que ellos dicen que habían sido puestos por el Frente Vecinal y que de esta manera los devolvían pero no contó con el aval del contador y el tesorero de la Municipalidad, por eso se hizo por decreto del cual el intendente se hace responsable de ese traspaso de dinero", dijo el intendente electo Diego Reyes.
También dijo que “estas irregularidades que encontremos vamos a denunciar donde sea necesario".
Castelli aseguró, en su carta pública, que “en ningún momento se desviaron fondos para la agrupación vecinal”. Y argumentó: “Lo que se hizo fue una devolución de recursos de $83 millones. Esta agrupación, en el mes de agosto, ingresó a una cuenta municipal $83 millones, los cuales se utilizaron para el pago de salarios. Por ende, se procedió a la devolución de esos recursos”.
El actual jefe comunal de Puan está al frente del Municipio por tercer mandato y Reyes definió al período como “una máquina estatal de ganar elecciones pero que no era sustentable. No se hacía crecer el sector privado” y puso un ejemplo de por qué las arcas de la Comuna están con saldo negativo: “Tenemos un gran sistema de salud, en Puan sólo hay efectores públicos y por ejemplo la recaudación en obras sociales (que algunos pacientes pueden aportar) es mínima”.
Reyes –que se diferenció de la gestión de Castelli- ganó las internas de Juntos por el Cambio y luego las generales.
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