Esta mañana, empleados municipales intentaron agredir al intendente de Las Lajitas, Alberto Fermani, cuando cruzó por el medio de la manifestación y “socarronamente comenzó a reírse”.
Según los testigos, los delegados de ATE pusieron paños fríos y permitieron que el jefe comunal se reguarde en la comisaría, que tuvo que reforzar la custodia.
“Pasó riéndose y los muchachos se pusieron nerviosos”, dijo el delegado gremial, Raúl Serrano, y confirmó que inició una huelga de hambre, junto a dos trabajadores, para pedir la reincorporación y mejoras salariales.
Afirmó que el Intendente “no sólo no escucha los reclamos, sino que contrata empresas tercerizadas para seguir precarizando el trabajo”, afirmó el delegado y sostuvo que “la idea no es llegar al linchamiento, sino solucionar los problemas hablando”.
Por último, Serrano afirmó que “el Gobierno de la Provincia quiso intervenir y le enviaron un documento diciendo que ya estaba todo arreglado”.
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