El Gobierno parece estancado en una crisis interna por el escándalo mundial que protagonizó el presidente Javier Milei. Mientras tanto, los datos de la economía real son cada vez más sombríos y los bolsillos no se recuperan.
Por
Rodrigo Núñez
El escándalo cripto que involucra al presidente Javier Milei se llevó puesta la agenda de discusión pública por la magnitud de un hecho que hace temblar al Gobierno. Sin embargo, en paralelo a la estafa se dieron a conocer datos del consumo masivo que profundizan una fotografía que La Libertad Avanza no pude cambiar desde que llegó al poder: el empobrecimiento de los bolsillos.
La falta de respuesta a las denuncias por la estafa detrás del lanzamiento del memecoin $LIBRA puede representar un punto de quiebre negativo para el Gobierno, tal como le sucedió a la administración de Mauricio Macri en 2018 y a la gestión de Alberto Fernández en 2021. Pero más allá de como se desensille la trama turbia en la que ingresó Milei, los últimos medidores del bolsillo popular arrojaron datos muy negativos y desde el Ministerio de Economía solo atinaron a festejar un superávit financiero subsidiado por el fuerte ajuste a las cuentas públicas.
"Jajaja, qué grande el Javo, como estafó a los gringos esos, dejen de llorar que nadie acá perdió nada", es un mensaje repetido entre los trolls libertarios para justificar la maniobra encabezada por Milei el viernes pasado. Tal vez sería un aliciente (al menos para su base aliada) si los únicos perjudicados de la política del anarco-libertario fueran los traders estadounidenses, pero no es así, como lo demuestra la dura realidad que atraviesan los argentinos.
El consumo en un tobogán
El consumo masivo se derrumbó 10,6% interanual en enero y desde que asumió Milei acumuló 13 meses consecutivos en baja. Por el momento, la supuesta deceleración de la inflación de la que se jacta el Gobierno no se traduce en el crecimiento del nivel de compras. Ni por asomo.
De acuerdo a la consultora Scentia, el consumo masivo se desplomó 10,6% interanual y la caída en los supermercados de cadena fue del 7,2% interanual. La baja de este último segmento se dio frente un enero de 2024 que ya había mostrado un pésimo desempeño -8,3% interanual en la ventas de supermercados-, producto la megadevaluación que aplicó la administración libertaria apenas asumió.
Según el informe, la caída de las ventas en supermercados de enero fue del 6,3% en el interior del país y del 8,4% en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). El documento, que sigue la evolución del consumo masivo con un muestreo de datos de 7.000 puntos de venta, reflejó que el derrumbe fue aún mayor en los autoservicios independientes. En los comercios de cercanía, la baja fue del 13,5% interanual en enero: 11,6% en el interior y 17,1% en el AMBA.
De esta manera, el consumo masivo en general, entre ambos canales de venta, se hundió 10,6% interanual: 9,3% fuera de la zona metropolitana y 12,5% en el AMBA. Durante los 13 meses completos de gestión de La Libertad Avanza el consumo masivo cayó en términos interanuales.
La mayor caída se dio en bebidas con alcohol (19,3%), seguido de impulsivos (17,4%), bebidas sin alcohol (16,8%).También bajaron las categorías desayuno y merienda (9,8%), higiene y cosmética (8,2%), limpieza de ropa y hogar (7,9%), alimentación (5,4%) y perecederos (1,1%).
En paralelo, las ventas minoristas pymes cayeron 0,5% en la comparación mensual con diciembre y, si bien desde el sector empresarial destacaron la estabilidad de los precios y una leve mejora real con respecto al año pasado, la mayoría coincidió en que las ventas siguen siendo menores a lo esperado. A pesar de la suba registrada, los comercios no pudieron recuperar la caída del mismo mes del año pasado, que había alcanzado el mínimo histórico del 28,5%.
El dato surge del último Índice de Ventas Minoristas (IVM) Pymes de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), elaborado en base a un relevamiento mensual entre 1.212 comercios minoristas del país, realizado entre el 1 y 6 de febrero.
Sin carne en la mesa y Caputo festejando el ajuste
El consumo de carne por habitante se derrumbó aún más durante enero y se redujo 3,2 por ciento, de acuerdo a un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra). El nivel de venta para el primer mes del año se "mantuvo como el más bajo de las últimas tres décadas", remarcó el documento al que accedió este medio.
Producto de la brutal caída de los ingresos que propició el Gobierno, el indicador que mide la comercialización de cortes cárnicos en el primer mes del año fue equivalente a 47 kilos, es decir 3,2 por ciento menor que el de enero de 2024 (-1,5 kilos). En tanto, cuando se considera el promedio de los últimos doce meses, el consumo aparente -cantidad de un producto que está disponible para su consumo en un determinado período de tiempo- por habitante se ubicó en 47,8 kilos y resultó 8,1 por ciento inferior al promedio de un año atrás (-4,2 kilos) y se mantuvo como el peor registro en 30 años.
Con esta paleta de malas noticias, el ministro de Economía, Luis Caputo, eligió mantenerse en la senda de ignorar estos datos. A través de la red social X, sostuvo: "Yendo a lo verdaderamente importante para la gente, en el mes de enero registramos un superávit primario de 2.434.865 millones y un superávit financiero de casi 600.000 millones. Esto, habiendo eliminado impuestos y aranceles". Los tres gastos que más cayeron fueron: programas sociales (-31,1%), subsidios al transporte (-23,9%) y subsidios a otras funciones (-18%).
El informe de Ejecución Presupuestaria de enero que realizó Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) había dado cuenta de un nuevo recorte en las remuneraciones de la administración nacional, que en términos reales (descontada la inflación) fueron un 4,3% menores a las de igual mes del año pasado. En el primer mes del 2025 se registró un fuerte recorte en remuneraciones, que incluye sueldos y salarios; contribuciones patronales; prestaciones sociales y beneficios y compensaciones.
Este ajuste a los empleados públicos, junto a las erogaciones de capital y la postergación de pagos de vencimientos de deuda, explica el ajuste del gasto en enero. El gasto total de la Administración Nacional disminuyó en enero 14,2% interanual en términos reales.
Con los datos expuestos, el cimbronazo interno que se autoejecutó el Gobierno no tiene escapatoria en la vida económica cotidiana. Ahora será tarea de los cráneos libertarios salir de la doble crisis para la opinión pública.
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