En conversación con CNN Chile, el cofundador de la startup Green Bricks se refirió a su innovación que recientemente ganó un importante concurso realizado a nivel mundial. Él y su equipo desarrollaron una innovadora mezcla de plástico, cemento y un biopolímero hecho a partir de aloe vera.
Entre los desafíos medioambientales que se tendrán que enfrentar en los próximos años, el cambio climático aparece como uno de los más importantes. Sin embargo, los desechos plásticos también son un gran reto, especialmente si se desea mantener el bienestar de los ecosistemas marinos y terrestres.
Al respecto, un reciente concurso realizado a nivel mundial con el objetivo de combatir contra la basura plástica tuvo entre sus ganadores a una startup chilena. En conversación con CNN Chile, Erwin Uribe, uno de los cofundadores de Green Bricks, se refirió a esta iniciativa.
“Partió en Arauco (…) al ver las playas contaminadas con plásticos. Justo estaba en el período de mi tesis de ingeniería química y decidí desarrollarla con el objetivo de buscar una solución al plástico y descentralizar esto, ya que el reciclaje se hace mayormente de Santiago”, manifestó.
El especialista detalló que le buscaron las mejores propiedades a este material y vieron qué tipo de plástico se repetía más. Posteriormente, buscaron formas en los cuales transformarlos en materiales de construcción y terminaron creando un “hormigón sustentable”.
“Tiene mejores características que el tradicional y eso lo transformamos en otros productos como pastelones, revestimiento para pisos y muros, contexturas de madera y piedra, entre otros”, detalló Uribe, quien aseguró que uno de sus principales propósitos es que el proceso sea “lo más sustentable posible”.
“La huella hídrica y de carbono son mucho más bajas que el resto de los otros procesos”, añadió. La mezcla incluye plástico y cemento, siendo su innovación principal un biopolímero hecho a partir de aloe vera, el cual “hace que se puedan juntar las partículas y tener mejores propiedades de flexotracción”.
Uribe afirmó que la mezcla desarrollada es “súper potente”, sin embargo, a su escala no era rentable, por lo que decidieron transformarla en otros productos de construcción. “Fue ahí donde creamos revestimiento para pisos y muros”, dijo.
“Los revestimientos tienen mejores propiedades: son más livianos, fáciles de cortar y, al tener una porosidad distinta, se pegan más fácil. Involucran un ahorro/beneficio de casi un 30% o 45% por cada m² y además de eso, por cada m², estamos retirando más de mil botellas plásticas del planeta, que estaban en la playa, ríos y montañas”, concluyó.
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