Ersinger puso reparos a semaforizar la Ruta 226 sin barreras que impidan cruzar por otros pasos

Ersinger puso reparos a semaforizar la Ruta 226 sin barreras que impidan cruzar por otros pasos

El concejal del Frente Renovador Claudio Ersinger no coincidió con la idea del bloque oficialista de urbanizar un tramo de la Ruta 226 y reclamó ideas creativas frente a una inquietud por más seguridad vial que comparte.

En principio, auguró que colocar semáforos será incómodo para las personas que circulan por la carretera nacional mientras que peatones y ciclistas seguirán cruzando por cualquier lado.

Si bien el proyecto aún no tomó estado legislativo, su par de la UCR Atilio Magnasco había adelantado a través de este Diario algunas ideas para mejorar la seguridad vial en la zona de la 226. El problema principal radica en la gran cantidad de gente que cruza diariamente a partir del crecimiento que ha tenido la ciudad hacia el sector norte.

Ersinger indicó que, sobre todo en las campañas electorales, “hemos escuchado a mucha gente de los barrios del otro lado de la ruta que nos ha planteado la necesidad de algún tipo de solución”, aunque puso reparos en transformar la 226 en una avenida, pese a que Vialidad Nacional permite a los municipios urbanizar determinados tramos.

Por un lado, descartó los puentes peatonales, debido a que “no funcionan en ningún lado. Son sistemas incómodos para la gente, que tiene alternativas más sencillas. Hay lugares donde están reemplazando las escaleras por rampas. Son lugares donde la gente tiene que circular con bicicletas, motos, coches con chicos, entonces las escaleras eran una dificultad. Ahora han puesto rampas y tampoco la gente los usa”.

 

Achicar los riesgos

El legislador del macrismo expresó que “es importante achicar al mínimo los riesgos de posibles accidentes, es fundamental, pero también sería muy cuidadoso de hacer el máximo esfuerzo dentro de una cuestión económica para no entorpecer tampoco el tránsito”.

En este sentido, resaltó que “ya la cantidad de rotondas que están interpuestas en el trayecto urbano de la 226 frente a Tandil frena muchísimo el tránsito” y llamó a ponerse en lugar de alguien que hace un viaje de Mendoza a Mar del Plata, por ejemplo.

Mencionó que hay seis rotondas desde Aeronáutica Argentina hasta el acceso al Campus y está el proyecto de construir la séptima en el cruce de la Base Aérea. “Eso frena a la persona que viene circulando a alta velocidad. Viajo bastante, conozco distintos lugares como Neuquén o Junín, donde hay semáforos en las rutas. Ahora San Miguel del Monte en Ruta 3 también pone, y es un inconveniente”, describió.

Sin embargo, reconoció que “hay que encontrarle alguna solución y ésta no es la mejor. Comparto la idea de que hay que hacer algo y dentro de lo que puede hacer un presupuesto municipal, porque también podríamos pensar desde el traslado de la ruta, que es un proyecto que no sé si algún día se va a hacer hasta pasos bajo nivel”.

 

Limitar los cruces

Ya en tren propositivo, el edil indicó que “la idea que me parece que se podría aportar es primero y principal plantearse la situación de la división de la ciudad en dos como las localidades por donde pasa un río”.

En esa línea, describió que algunos distritos “han tenido que resolver esto de la misma manera, pero tienen dos pasos, limitan todo a dos puentes” como Quequén y Necochea.

Volviendo a Tandil, todo diagnóstico confirma que “la ciudad se ha desparramado y la gente cruza por muchos lugares” y evaluó que “vamos a poner cuatro semáforos y los lugares no van a ser esos cuatro por donde va a cruzar la gente. Ahí vamos a parar el tránsito, pero además la gente va a cruzar por otros veinticinco lugares. Entonces, es una solución parcial y hay que contrabalancear lo que entorpece el tránsito de una ruta nacional”.

Tras ese planteo, sostuvo que a los semáforos les sumaría alguna barrera para que los peatones y ciclistas no puedan cruzar por otros espacios. Podrían ser cercos verdes o alambre tejido, como ocurre en algunas autopistas.

“Siempre van a ser parches. Lo ideal sería que la ruta no pase por el medio de la ciudad, por eso me lo planteo como una barrera natural. Cuando hay un río y tenés dos puentes, todo el que quiere pasar los usa o cruza nadando”, graficó.

En resumen, coincidió en que “hay que dar una solución y no son los puentes peatonales, está claro. Los semáforos y reductores de velocidad en una ruta nacional, también me siento responsable de la gente que pasa por Tandil y me gustaría joderla lo menos posible”.

Se mostró dispuesto a debatirlo, como todos los proyectos, y agregar aportes para poder sacar la mejor ordenanza, ya que “el semáforo o la senda peatonal si no se complementan con algún tipo de barrera para que los peatones no puedan cruzar por cualquier lado, como hay en las autopistas, es una solución a medias”.

 

Un estudio, otro misterio

El concejal Ersinger confirmó que desconoce los resultados del estudio que el Ejecutivo encargó a la Unicén sobre el proyecto para el traslado de un tramo de la Ruta Nacional 226, que podría arrojar indicadores interesantes a la hora de buscar un paliativo.

“Son obras de infraestructura muy importantes. Yo creo que el Ejecutivo tiene ese resultado y justamente por eso tiene que pensar en algo de corto plazo y que lo pueda financiar”, infirió.

Afirmó que nunca tuvo contacto con las conclusiones del trabajo -que deberían ser públicas porque fue financiado con recursos municipales-, aunque indicó que según trascendidos se planeaba trasladar la ruta desde Desvío Aguirre por avenida Circunvalación y en pocos años la ciudad llegará hasta ese lugar. 

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