Las dos listas opositoras que competían entre ellas estuvieron por arriba de la oficialista que encabezaba el presidente del HCD. Erreca ganó por unos mil votos y se quedó como el representante para octubre. Criado llegó ampliamente al piso y su gente integrará la lista definitiva. Es la primera derrota de Bali Bucca desde que llegó al poder en 2011.
El triunfo de Cambiemos a nivel local era previsible. Había dos candidatos fuertes pujando y enfrente Luis María Mariano no tenía competencia. Era de esperar que la suma de Erreca más Criado o Criado más Erreca superara a Mariano. Ahora, que Erreca superara a Mariano y que Criado también superara a Mariano no estaba en los planes de nadie, ni del más fanático de los simpatizantes del Cambiemos.
Analizar la derrota de la lista que armó Bali Bucca será motivo de otro comentario, otro día. Reflejar el triunfo histórico de Cambiemos es lo que nos compete, tampoco hoy analizando demasiado los por qué, que los hay seguro y más de uno. Desde 2011 a la fecha el radicalismo sólo supo de derrotas, en legislativas o ejecutivas, pasos o generales.
Era la última chance de Erreca si quería llegar con vida al 2019. A la derrota en 2011 a manos de Bali le sumó otra en 2013 a manos de Marcos Pisano. En 2015 se “guardó”, previendo que se venía la tercera. En 2017 fue y acertó, ganó la PASO; pero fue contundente, porque se impuso a su oponente interno e incluso Criado, perdedor de la primaria, también sacó más votos que la lista que armó el intendente Bucca dentro de Cumplir.
La tarde comenzó tranquila a partir de las 18 horas. Erreca había elegido como bunker el comité UCR, a la vieja usanza, salvo en tiempos del viejo Cine Avenida. Criado, por su parte, tenía gente en su local de San Martín casi Necochea; pero allí no se hacía el recuento ni llegaban las planillas de cada mesa, el escrutinio estaba en otro lado.
Las primeras mesas que se dieron a conocer daban una paridad que pocos esperaban entre Erreca y Criado. Incluso en alguna mesa el contador se imponía al escribano. “Sufrí demasiado, más de la cuenta”, reconoció Erreca allá por la medianoche, entrando en lunes. Recién con el correr de las primeras horas del escrutinio comenzó a aparecer la diferencia, escasa en Bolívar, demasiada en los pueblos del interior, en particular en Urdampilleta y Pirovano, donde Erreca doblaba a Criado.
La tranquilidad comenzó a hacerse estable en el comité UCR. Ya se hablaba de una potencial diferencia de mil votos a favor de Erreca; aunque sólo aparecía cada tanto Sergio Croce con algunos datos de mesas sueltas. Luego sí, Martín Mendiberry comenzó a acercarle a la prensa datos más concretos, sobre cantidad de mesas escrutadas, porcentual sobre el total de las mesas.
Cuando Erreca comenzó a distanciarse empezó a aparecer gente en el comité. No sólo los fiscales de mesa y fiscales generales que llegaban desde los distintos puntos de votación, también gente común, afiliados, fanáticos con boina blanca. Mucha gente a la que por años se la vio en el comité y después no fue más, hubiera o no elecciones. Se vio un comité como no se lo veía desde tiempos de Simón intendente.
Salió Juan Carlos Morán desde la sala de reuniones y habló con los medios. Dijo que Erreca iba a esperar el resultado para hablar; pero se refirió a la tendencia a favor. Ya por entonces Ricardo Criado salía por televisión reconociendo el triunfo de Erreca y anunciando que iría al comité a saludar al ganador.
Cuando ya el comité estaba a punto de ebullición, hizo su ingreso Ricardo Criado y su gente. Fueron recibidos de la mejor manera, como era de esperar, como debe ser. Atrás venían el Flaco García, Javier Palacio, Alvaro Ducasse, Laura Hernández, Julio Ruiz, Pity Quibus, entre otros. Eran abrazos y besos de uno y otro lado. Cuando Criado llegó a la mitad del salón principal del comité con los saludos, salió Erreca y los principales integrantes de su lista desde la sala de reuniones.
Pasaron un par de minutos hasta que se encontraron. Cuando Erreca salió (ninguno de los que llegó al comité después de 18.30 lo había saludado en vivo, sólo a través de un vidrio), se fundieron en un emotivo abrazo. No era para menos; pero a veces hay gestos que hay que verlos, y fue una clara señal, más allá de que algunos piensan con razón que 2 más 2 no son 4 y en política y que algunos o muchos votos que fueron depositados en Criado no se transmitirán a Erreca en octubre.
Avanzaron hacia el fondo del comité, donde está la tradicional mesa, con un televisor poco moderno pero efectivo para seguir las elecciones, y Juan Carlos Morán tomó el micrófono y ofició de presentador. Y a poco de hablar le cedió la palabra a Ricardo Criado. El contador agradeció el recibimiento y felicitó a Erreca por el triunfo “como ya lo hice telefónicamente hace un rato”.
Cuando le tocó el turno a Erreca, el escribano fue contundente y embistió contra quienes, dijo, le jugaron sucio, e hicieron sufrir a sus padres, su señora y sus hijos. Está claro que para Erreca es una revancha personal, aunque no lo vaya a reconocer públicamente. Volvió a tocar el cielo con las manos y se envalentonó de cara a 2019, para ir por la recuperación del municipio que perdió en 2011.
Hubo varios momentos de aplausos, varios de “sí se puede”, otros de “volveremos a ser gobierno como en el ´83” y al final la marcha radical a capela, no tenían programado ponerla, posiblemente para no herir susceptibilidades de sus socios dentro de Cambiemos, los del Pro y los de la Coalición Cívica; aunque se sabe que Cambiemos en Bolívar es 95% de la UCR.
Fue la PASO que Erreca esperaba ganar; aunque seguramente por más margen. Fue el resultado que esperó desde 2011 para poder derrotar en una a Bali Bucca y su gente, que lo tenían de “hijo” hasta acá. Fue demostrar y demostrarse que sigue siendo el opositor con mayores chances de victoria, mirando octubre o el 2019. Si Erreca logra que el grupo de Criado se le sume a trabajar, si los convence de que el camino a las ejecutivas de acá a dos años es más fácil juntos, si logra encolumnar a la famosa “balifobia” que ayer se hizo escuchar como nunca, depositando votos en varios espacios políticos opositores, ganará más que una batalla.
Angel Pesce
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